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La marca nacional de anteojos Infinit expande el negocio: lanzará su propia línea de indumentaria

Hoy Infinit produce 50.000 pares de lentes anuales y es una de las marcas de anteojos nacionales más reconocidas. El año próximo lanzará su marca de ropa
02/10/2021 - 19:15hs
La marca nacional de anteojos Infinit expande el negocio: lanzará su propia línea de indumentaria

Gabiel Hanfling, a sus 25 años, decidió iniciar su propio proyecto al que llamó Infinit. Para hacerlo convocó a su mejor amigo, Javier Kruszel, y juntos dieron vida a la marca en 1996 confeccionando los anteojos en la casa de la abuela de Javier y luego vendiéndoselos a distintas ópticas. La impronta de Infinit era sacarle al anteojo su mote de producto meramente utilitario para convertirlo en una pieza de diseño.

Actualmente, el 80% de los lentes de Infinit se fabrican en Argentina, en la planta propia que la empresa tiene en Vicente López, y el 20% restante se confecciona en Corea. Sin embargo, la idea es concentrar toda la producción en el país y para eso se encuentran invirtiendo en tecnología, insumos y matricería.

A pesar de la pandemia, el año 2021 viene siendo positivo para la marca, que ya superó en un 12% las ventas de 2020 y que espera superarlas en un 10% más para 2022.

Además, entre sus próximos planes apuntan a diversificarse lanzando el año que viene su propia marca de indumentaria que incluirá remerones, buzos y pantalones.

"La idea es hacer ropa muy ligada a nuestro estilo. Será una marca propia que confeccionaremos 100% en Argentina. También queremos avanzar hacia el real estate. Todavía no apareció el partner correcto, pero la idea es poder construir edificios Infinit, con conceptos de marca, diseño, vanguardia e innovación. Queremos hacer un gran foco a darle vuelo a lo más valioso que tenemos, que es la marca", dice el empresario.

Gabiel Hanfling y su amigo y socio Javier Kruszel

Los inicios de la compañía

El primer contacto que Gabiel tuvo con el universo de los anteojos fue a sus ocho años de edad, cuando su padre, dueño de una óptica en el barrio porteño de Villa Crespo, comenzó a llevarlo al local a la salida de la escuela. Ahí Gabriel se pasaba horas entre máquinas, armazones y cristales viendo cómo su papa atendía a los clientes, y ya de adolescente empezó primero a ayudar como cadete para luego ir poco a poco aprendiendo el oficio.

"Yo quería trabajar las gafas como algo de la indumentaria, porque están en la parte más vista del cuerpo. Yo veía que la gente tenía en el guardarropas 10 o 15 pares de zapatos y para las gafas tenían una sola en color negro que tenía que servir para todo. Yo ahí vi una oportunidad, porque me parecía que no podía ser así", cuenta Gabriel.

Mientras trabajaba en la óptica familiar, Gabriel se fue dando cuenta de que no alcanzaba sólo con hacer buenos anteojos, sino que también importaban mucho otros aspectos como el packaging, el marketing y la idea de construir marca. Decidió entonces formarse como director de arte publicitario y al poco tiempo inició su propio emprendimiento, con el cual comercializaba en Argentina reconocidas marcas internacionales de lentes entre los que estaban Tom Ford, Guess o Roberto Cavalli.

"Después de 2 o 3 años de construir esas firmas acá en el país, un día, de la nada, me dicen que le iban a dar el derecho de distribución a otra persona porque ponía más plata. Me frustré mucho y prometí no volver a trabajar nunca más en la vida para la marca de otro", recuerda en diálogo con iProfesional.

Hoy, 25 años después, Infinit produce 50.000 pares de lentes anuales y es una de las marcas de anteojos nacionales más reconocidas, con dos flagship stores propias en Buenos Aires y presencia en unos 300 locales multimarca de todo el país. Además, se encuentran haciendo un fuerte trabajo junto a Mercado Libre, donde pronto tendrán sus tiendas oficiales en Chile, Brasil y México.

"La tienda online es muy importante en Argentina porque llega a todo el país. En el último tiempo fuimos cambiando nuestro paradigma de negocios y hoy el 95% de nuestras ventas provienen del e-commerce. Incluso tenemos en nuestro Instagram un probador virtual para que los clientes puedan ver cómo les quedan los anteojos", dice Hanfling.

Para Gabriel, la clave del éxito siempre fue la construcción de una identidad. "Tiene que ver con la localía, con algo muy taylor made donde combinamos lo técnico propio de las ópticas con la moda y la estética", agrega.

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