El sistema de cobro de servicios mueve más de $21.000 millones

Sucede que el negocio de cobro de servicios mueve más de $21.000 M por año en el paí­s. Si se tiene en cuenta que por cada factura cobrada la empresa se queda con el 1% del monto, se llega a que las cinco empresas más importantes registran una facturación superior a los $200 millones. Las empresas más representantivas del sector son Pago Fácil, recientemente adquirida por Western Union, Rapipago, Bapro Pagos, Cobro Express y Metrobank, aunque en las provincias también existen cadenas de cobranza más pequeños pero que cumplen la misma función.Se trata de un negocio creciente. Y ésta es la razón por la cual estas compañí­as están encarando constantes planes de expansión orientados a tener más bocas donde poder ofrecerle a más clientes la chance ya no sólo de pagar impuestos y servicios sino también adquirir entradas de espectáculos, recargar el celular, obtener créditos y demás prestaciones.Estas firmas cuentan hoy con más de 7.000 puntos de atención en el paí­s. La previsión de principios de año apuntaba a sumar otros 2.000 en el 2006, es decir, experimentar un crecimiento de casi 30% en bocas de cobranza, sean directas o indirectas. Basta echar un vistazo alrededor, ya sea que uno se encuentre en un barrio o en el microcentro porteño, para dar cuenta de esta avanzada.¿Por qué este crecimiento? La razón es sencilla. Pese al gran incremento que ha registrado el nivel de bancarización en la Argentina, no llega aún al 50% del total de la población, según datos que maneja AMBA. Los especialistas sostienen que este porcentaje es aún bajo. Y es ésta la razón principal por la cual estos sistemas son adoptados rápidamente por aquellos que siguen manejando efectivo en su vida cotidiana.Por ello, es que Pago Fácil anunció que sumarí­a 500 agentes más a su red de cobranzas, integrada por más de 3.300 puntos de atención. Rapipago, controlada por GIRE (propiedad del Banco Rí­o, el Citibank y la BNL) indicó que incorporarí­a 500 nuevas bocas a su sistema integrado por 1.600 centros de atención.No son los únicos. BAPRO Pagos, que posee más de 1.400 puntos de servicios, señaló que sumarí­a otros 400. Y en la misma dirección se orientarí­a Cobro Express, empresa propiedad del Grupo Bazar, uno de los accionistas de la Red Megatone, que por ser la más pequeña encara el proyecto de expansión más agresivo pues prevé pasar de los más de 220 centros de cobro a 1.000 antes de que finalice el 2006.Para que la cantidad de bocas nuevas que se abra sea tan importante es porque hay facturas para pagar y servicios que contratar. Y los actores del negocio quieren quedarse con la mejor tajada posible, aun cuando la preponderancia de Pago Fácil es más que notoria.Tendencia Quioscos, mercaditos, farmacias, hipermercados, locutorios, estaciones de servicio suelen ser la "parada" natural de estos sistemas de cobranza. El hecho de concentrar la atención del público para determinados fines genera alta rotación de visitantes, condimentos más que suficientes para que, a la hora de realizar cualquiera de estos trámites –desde las compras del dí­a hasta la búsqueda de un remedio o una llamada de larga distancia– se imponga casi de manera automática el pago de la factura de telefoní­a celular o de la TV por cable.Por ello, hay un interés común en las empresas que buscan contar con más bocas de servicios: captar la atención de cadenas, sea de supermercados, farmacias, tiendas deportivas, drugstore y demás rubros que el retail ofrezca.Hacia allí­ están apuntados los dardos de las empresas que, al mismo tiempo, idean nuevos servicios para que, a la hora de concurrir a un punto de atención, el usuario pueda resolver varias cosas a la vez sin hacer cola ni recordar el tiempo que, para el mismo fin, se destinaba en los bancos.Más allá de la comodidad que el factor "cercaní­a" de estas bocas representa para los usuarios, las grandes ganadoras de este sistema son las empresas que necesitan que estos clientes paguen sus facturas para, así­, bajar a la mí­nima expresión los niveles de morosidad. Sin alentarlas en forma directa, las prestadoras de servicios públicos, de telefoní­a móvil, de TV paga, de medicina prepaga, los colegios privados, las empresas que otorgan préstamos personales a sola firma, y demás rubros se apoyan en este sistema de cobranza para dotar de mejor salud a su negocio.Empresas de otros sectores, como las que se dedican a la venta de boletos para espectáculos y recitales, también encuentran en este mercado la chance de sumar más canales de ventas sin grandes inversiones, más allá de lo que puede representar un cartel o una gigantografí­a de un artista en particular para promocionarlo.En verdad, cualquier compañí­a que se relacione con sus clientes en forma constante y que, por ello, existe una base de datos, puede sumar a estas redes para promover sus productos y servicios.Los usuarios, contentos. Las que ofrecen la cobranza, también. Y las que tercerizan esta actividad, mucho más. Como no siempre sucede en la relación entre empresas y consumidores, este esquema termina favoreciendo a todos por igual.

Las razones del desembarco directo que decidió encarar Western UnionLa razón por la cual Western Union decidió ingresar de lleno en el mercado de cobranza de servicios se debe a una ecuación sencilla, capaz de ser interpretada por cualquiera que odie la matemática: si el sector mueve más de $21.000 M y Pago Fácil concentra $13.000 M de ese total, la razón es más que elocuente: quiso entrar en un negocio que, de movida, ya le genera ingresos por $130 millones. Traducido a dólares se trata de una cifra nada despreciable para un paí­s como la Argentina. Más si se tiene en cuenta que esos más de u$s40 millones de facturación representan 1% de los ingresos que la compañí­a obtiene en el mundo. Western Union, a través de sus más de 245.000 agentes en el mundo, factura u$s4.000 M anuales.Si bien la relación entre la empresa que controlaba el Grupo Macri y la firma norteamericana surgió, en un principio, porque la cadena de cobranza incorporó los servicios de enví­o de dinero al exterior, luego ese ví­nculo se afianzó cuando la extranjera adquirió 25% del capital de la empresa.Desde ese entonces, la norteamericana habrí­a mostrado sin tapujos el interés por quedarse con la principal jugadora del negocio en el mercado argentino, e hicieron falta, para ello, sólo algunas negociaciones.El broche final lo puso hace un par de semanas Christina Gold, presidenta y CEO de Western Union, quien se llevó mucho más que prendas de alta calidad a precios excelentes.PesoLa adquisición de Pago Fácil representa la acción directa de la firma lí­der en el mundo de enví­o de dinero. Western Union, que opera desde hace más de 150 años, se dedica a la misma actividad que Pago Fácil, Rapipago o Cobro Express, es decir, dispone de centros de atención para que los consumidores paguen de manera sencilla sus impuestos y servicios.Sin embargo, sus prestaciones se han ido modernizando con el tiempo. Y el uso de las nuevas tecnologí­as la llevó a que, por ejemplo, los enví­os de dinero hoy se realicen en forma totalmente electrónica entre paí­ses, a pesar de que cuando un cliente necesita usar este servicio disponga de dinero en efectivo frente a la ventanilla de atención.En los últimos años, de la mano de la explosión de la telefoní­a móvil en el mundo, la compañí­a norteamericana sumó la venta de esos servicios y de los sistemas de carga de estos equipos, que hoy es posible concretar por la ví­a electrónica.En algunos de los más de doscientos paí­ses en los que opera basta acercarse hasta un punto Western Union para acceder a Internet o, inclusive, adquirir una tarjeta MasterCard prepagada.En este marco, todo indica que el desembarco de lleno de la compañí­a norteamericana en la Argentina podrí­a generar un fuerte movimiento en el negocio de cobranzas.Porque si a partir de ahora la empresa decide dotar a sus centros de atención (los más grandes, que Pago Fácil controlaba en forma directa) de estas nuevas prestaciones habrá más razones para que los usuarios elijan estas bocas antes que las de la competencia.Pero como el negocio es creciente, seguramente ninguna de las rivales se quedará atrás y tratará de sumar alternativas y empresas para captar la atención de los clientes.Si se tiene en cuenta, además, que el negocio de las telecomunicaciones –ya sea de telefoní­a móvil o de acceso a Internet– también presenta cifras importantes de crecimiento en el paí­s, es posible pensar que se sumarán nuevas ofertas orientadas hacia este mercado, más allá de lo que es la recarga electrónica de teléfonos móviles.Otro aspecto de su negocio a nivel mundial se relaciona con el enví­o de dinero de grandes empresas. Esa arista podrí­a también ser más profundamente explotada a partir de la toma de control de Pago Fácil, especialmente en momentos en que las compañí­as locales tienen una mejor vinculación con otros paí­ses a través de las exportaciones, situación que obliga a confiar en empresas de renombre el manejo del dinero.