El cierre de año para los ex empleados de Garbarino Compumundo es una auténtica película de terror. Cesanteados en su enorme mayoría, se acercan a las fiestas con los bolsillos completamente vacíos y la certeza cada vez más consolidada de que la cadena no irá para atrás con los despidos activados en el último bimestre. A la par, batallan por al menos conseguir la indemnización que les corresponde. Carlos Rosales, el aún titular del retail, otra vez les está jugando en contra: pretende abonar el 50 por ciento de cada monto por cubrir.

Sobre el movimiento del empresario las pistas son breves. Representantes de los ex empleados de la cadena comentaron a iProfesional que Rosales, quien en los papeles todavía figura como tesorero y presidente del consejo de fútbol del club San Lorenzo, mudó las oficinas centrales de su grupo al edificio donde aún funciona un local de Garbarino. El juzgado Comercial 7 habilitó esta semana el concurso preventivo de Garbarino y le aplicó a Rosales la prohibición de salir del país.

"Dejó un tendal de deudas en las instalaciones de Ugarte desde donde operaba. Como en todos lados. Por eso decidió trasladar las oficinas al edificio que está sobre la sucursal Belgrano, una de las muy pocas que todavía sigue abierta", dijo a este medio un delegado de los ex trabajadores de la empresa.

"Hoy sólo siguen abiertas esa sucursal de Belgrano y los locales en Unicenter, el shopping de San Martín y Parque Brown. Todas las sucursales del interior, en las provincias, están cerradas", añadió el vocero.

En los últimos días, trascendió que el Gobierno a través del Ministerio de Trabajo abonaría una suma a los cesanteados bajo la figura del REPRO.

Desde el ámbito de los ex empleados aclararon que se trataría de una suma breve, a formalizar mediante un único pago. Y señalaron que el movimiento responde más a la intención oficial de frenar los reclamos en estas semanas de fiestas antes que a la decisión de generar soluciones reales a las 4.000 familias afectadas por las maniobras de Rosales.

Rosales aún figura como tesorero en San Lorenzo.

"El REPRO que van a dar es de 22.000 pesos. Nos parece una cargada. Es una maniobra para que la gente se movilice un poco menos. El 27 haremos una manifestación y corte en el puente Pueyrredón. Como eso será una mala imagen para el Gobierno por la fecha, dijeron que darían ese REPRO en búsqueda de restarnos convocatoria", afirmó el delegado.

También predomina el malestar por las indemnizaciones que proponen Rosales y su gente. "Nos despidieron a todos y no abonaron nada. Proponen una remuneración del 50 por ciento. Vamos a pelear por lo que se nos debe. Nos están robando antigüedades, vacaciones y otros conceptos para achicar el monto de nuestras indemnizaciones", advirtió otra fuente ligada a los ex empleados.

En concreto, Garbarino debe a su personal cesanteado 9 meses de salarios completos, aguinaldos y, ahora la indemnización que establecen las leyes vigentes. "Estamos reclamando lo que nos corresponde. Y en un contexto en el que, además de la empresa, hasta el mismo Gobierno está generando una división entre compañeros para frenar las movilizaciones", remarcó la voz.

Cadena en "crac"

En concurso preventivo desde la segunda mitad del mes de noviembre, la firma reconoce deudas por al menos 10.000 millones de pesos. El derrumbe financiero y comercial del retail no afecta sólo a la empresa tradicional, sino que también se extiende a otras firmas del grupo como Compumundo, Garbarino Viajes y la ensambladora de celulares en Tierra del Fuego.

La cadena adeuda miles de salarios y sendos millones a una batería de bancos.

Según pudo constatar iProfesional en la central de deudores del Banco Central (BCRA), la cadena mantiene compromisos incumplidos con el Banco de Córdoba, el COMAFI, el VOII y el HSBC, entre otras instituciones. Buena parte de su deuda está catalogada como con "alto riesgo de insolvencia".

La cadena acumula 3.780 cheques rechazados por un monto total de 5.762 millones de pesos. La cúpula de Garbarino, siempre según la base de datos del BCRA, no ha dejado de librar cheques sin fondos desde el 24 de enero de 2020 a este mes del corriente año.