A escasos días de concluir el 2021, los actores de la construcción y la comercialización del ladrillo ya comenzaron a trazar la hoja de ruta de lo que será la actividad durante el año que comienza. Y, también, aportaron detalles de lo que fue otro período complicado para el rubro por efecto de la pandemia, el declive macroeconómico y los terremotos políticos.

Aunque en ese ámbito predomina el optimismo de cara a 2022, el temor a un nuevo parate persiste por la continuidad del Covid-19 y la ausencia de herramientas para la reactivación generadas desde el estamento político.

Expectativas y miedos aparecen reflejados en un sondeo del Grupo Construya, organización que integra a los principales proveedores de la construcción, al que iProfesional accedió en las últimas horas. Sobre una base de 420 empresarios y desarrolladores consultados, el monitoreo expuso a la variable política como el principal aspecto que podría complicar la recuperación del sector durante el año próximo.

"Si se analiza la totalidad de las respuestas, las mayores dificultades están relacionadas con temas que dependen de las políticas y la gestión públicas: tipo de cambio, posibilidad de financiamiento, presión impositiva y costo de la construcción", expone el trabajo de Construya.

"Según los representantes del sector consultados, en la actualidad, las dos principales dificultades para llevar adelante su negocio son la incertidumbre por el tipo de cambio y la menor disponibilidad de financiamiento (25 y 24%, respectivamente)", añade.

El relevamiento de Construya desnuda una perspectiva positiva entre los actores del ladrillo más allá de estas complicaciones evidentes: "El 68% es optimista con respecto al 2022 y cree que el próximo año el nivel de actividad en el sector inmobiliario y de la construcción aumentará o en el peor de los casos se mantendrá igual. Sin embargo, también sostienen que la incertidumbre por el tipo de cambio y la menor disponibilidad de financiamiento son las principales dificultades que enfrentan".

La suba en los contagios con Covid-19 es una variable que podría tallar fuerte en 2022.

El trabajo expone a las inmobiliarias como las grandes afectadas por el contexto macroeconómico y la situación del dólar. "Las inmobiliarias fueron el sector más golpeado en 2021, con casi la mitad de ellas (48%) viendo una caída en sus operaciones. El dato no sorprende, ya que es sabido el impacto negativo que tuvo el cepo cambiario y la brecha cambiaria, al restringir las operaciones de compraventa de unidades terminadas y alentar la construcción desde el pozo", señalaron desde Construya.

El movimiento del ladrillo, afirma el monitoreo, sigue estando fuertemente marcado por la inversión privada: menos del 10 por ciento de los encuestados declaró negocios o participación en emprendimientos de obra pública. Desarrolladores y constructores remarcaron que el ladrillo sigue consolidándose como refugio de valor y dolarización para los particulares.

"La construcción fue el método de ahorro más elegido (45%) y casi 8 de cada 10 encuestados afirmaron que, teniendo en cuenta la baja en el costo de la construcción en dólares, es un buen momento para invertir en construcción", concluye la encuesta.

Un año de presupuestos "breves"

Como expuso recientemente iProfesional, el salto del billete verde paralelo, sumado a las crecientes expectativas de devaluación, profundizaron el temor de empresarios y comercializadores en general, que ante la incertidumbre respecto de qué pasará con la moneda comenzaron a dosificar la venta de materiales como a generar cotizaciones por lapsos cada vez más acotados.

En ese sentido, referentes de organizaciones ligadas al desarrollo inmobiliario, empresarios e, incluso, vendedores, consultados por este medio coincidieron en que volvieron usuales los "presupuestos que vencen a las 24 horas", además de también proliferan las operaciones que se cancelan directamente en dólares.

"Muchos corralones no tienen problemas en aceptar pagos directamente en dólares, por supuesto. Con la cotización intermedia los vendedores de materiales están haciendo una diferencia notable. Recordemos que ellos traen del exterior los insumos a dólar oficial. Pero como todos entienden que el tipo de cambio no va a bajar, sino todo lo contrario, entonces tratan de cubrirse cotizando la divisa más arriba que el oficial", dijo a iProfesional Darío López, titular de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA).

La suba del dólar blue generó que más empresas de bienes y servicios hagan presupuestos vigentes por 24 horas.

El directivo expuso hace escasas semanas que el escenario de incertidumbre cambiaria, combinado con las restricciones a los importados, redundó en compras anticipadas y "stockeos" por parte de desarrolladores, constructoras y particulares.

"Hay empresas que compraron el hierro que utilizarán en seis meses. Y pagan para que los corralones se los guarden por ese lapso. Dan por hecho, también, que luego el material costará más por el salto del dólar", afirmó.

"Quienes abonan directamente en dólares pagan un valor intermedio aunque los comercializadores reconocen operaciones sólo en divisa oficial. La situación de los presupuestos que duran 24 horas es algo que ocurre según el proveedor de materiales para la construcción y el stock con el que este cuente", concluyó.