Una sucesión de días calurosos y el resultado es prácticamente el de cada año: cortes que se multiplican, incertidumbre respecto de la vuelta del suministro, temor a que las interrupciones se vuelvan periódicas. El anteúltimo día del año transcurre con casi 50.000 hogares sin servicios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Y la perspectiva es preocupante porque el pronóstico es de temperaturas por demás de elevadas al menos hasta bien entrada la semana próxima.

Caballito, Almagro, Palermo, Villa Crespo, Boedo, Parque Avellaneda, Saavedra y Belgrano, se distinguen entre los barrios que vienen acumulando la mayor cantidad de cortes en las últimas horas. Por el lado de las distribuidoras, la respuesta que se acerca pone el foco en la excesiva demanda en un contexto de calor que no desciende ni siquiera durante las horas de la noche.

"Ayer estuvimos muy cerca del record histórico para el verano. Hoy estamos en valores relativamente normales para las temperaturas altas que hemos tenido. A pesar del calor extremo, pudimos atender con rapidez y dar asistencia a los usuarios y reforzamos los equipos de trabajo. Pero las cuestiones climáticas inciden. Cuando vos tenés muchos días de continuidad de calor extremo, el sistema se sobreexige", comentaron a iProfesional voces ligadas a Edenor.

"Las mínimas altas generan una situación de vulnerabilidad. Se recalientan los cables. Vamos a ver cómo continúan las previsiones meteorológicas, porque ponen al sistema en una situación de mayor exigencia", añadieron las fuentes.

En este escenario de cortes renovados no debe quedar afuera la situación financiera que atraviesa la distribuidora. Edenor acumuló un rojo de 13.341 millones de pesos entre enero y septiembre pasados, contra un resultado también negativo de 2.701 millones de igual lapso del 2020.

Desglosado el monto, puede decirse que la distribuidora pierde a razón de 1.482 millones mensuales o, en todo caso, casi 49,5 millones de pesos diarios.

Al igual que Edesur, la empresa sufre el permanente deterioro de sus cuentas por la incidencia variables negativas como las tarifas congeladas, los aumentos insuficientes, el gasto creciente, el mix inflación + devaluación y, en el último año, las medidas sanitarias y restricciones impuestas para combatir la pandemia de Covid-19.

Sólo este jueves los cortes afectaron a casi 50.000 hogares en el AMBA.

Consultadas por el efecto de estos aspectos en los niveles de inversión llevados a cabo por la distribuidora, y su impacto en el funcionamiento de la red, las fuentes ligadas a Edenor reconocieron que en los últimos dos años la firma realizó inversiones "más modestas" respecto de momentos anteriores.

"De 2013 hasta hoy la compañía realizó una inversión de 1.700 millones de dólares, con resultados a largo plazo. En los últimos dos años la empresa pudo mantener la inversión pero a valores más modestos. Del orden de los 10.000 a 12.000 millones de pesos", especificaron las voces.

Consumo disparado

Por el lado de Edesur, allegados a la distribuidora reconocieron que los últimos días fueron "difíciles" y señalaron que la demanda llegó a un máximo nacional histórico. "Eso complica muchísimo el funcionamiento de las redes de transmisión alta y media. Hay cuadrillas cambiando cables y fusiles quemados", precisaron a iProfesional.

En torno a la empresa remarcan que aún "falta un camino para que el servicio sea óptimo" en general. Y que la red sigue "en proceso de mejora". Si bien la firma mantuvo su compromiso de inversión de 13.000 millones de pesos, la distribuidora también transita una etapa de derrumbe financiero.

Tarifas congeladas y suba de costos complican las finanzas de las distribuidoras.

En esa dirección, sólo en los primeros 9 meses del año Edesur acumuló pérdidas por 14.836 millones de pesos –rojo de 180 por ciento versus mismo período pero de 2020–.

Aunque existe especial cuidado en exponer el problema, en el seno de las distribuidoras dan por descontado que habrá cortes reiterados si las temperaturas altas, sobre todo en horas de la noche, se extienden por varios días sucesivos y el consumo no afloja en los hogares.