A partir del lanzamiento de "Génesis XXI", en el 2018, el grupo agroindustrial Ledesma puso su foco de negocios en un plan estratégico a 10 años con el objetivo de optimizar sus operaciones y dejar atrás años con balances en rojo.

La premisa del holding fundado por la familia Blaquier fue la de dar comienzo a una etapa de crecimiento en sus principales actividades. Es decir, en azúcar y alcohol, papel y librería y darle mayor potencia a sus otros negocios como la fruticultura y la producción agrícola, donde se la considera líder en producción y comercialización de azúcar, alcohol, resmas de papel, cuadernos, papeles encapados y repuestos escolares, y el principal exportador de naranjas y pomelos del país.

El proceso también incluyó una mayor profesionalización de su directorio con la incorporación de Javier Goñi como gerente general quien, a la vez se convirtió en el primer ejecutivo en más de un siglo que está al frente de la actividades sin ser miembro de la familia fundadora, luego de que Carlos Blaquier padre liderara el grupo entre 1970 y 2013.

En este escenario, el conglomerado con sede en la provincia de Jujuy, que emplea a cerca de 7.000 personas y posee 40.000 hectáreas destinadas a la cosecha de caña de azúcar, cerró el 2021 signado por las consecuencias de la pandemia del Covid-19, aplicando protocolos estrictos para cuidar el normal desarrollo de sus actividades productivas. De todos modos, el impacto de la pandemia siguió afectando la demanda de algunos de sus productos, sobre todo los del negocio de papel.

En realidad, varios de sus segmentos fueron afectados durante el último trimestre del año pasado cuando mostraron resultados operativos inferiores al comparativo del ejercicio anterior en términos reales debido a una combinación de factores.

Por lo menos así surge del informe enviado por Ledesma a la Comisión Nacional de Valores (CNV) a principios de enero para detallar los resultados de su balance semestral cerrado el 30 de noviembre de 2021 con una ganancia neta de $397 millones contra los $4.665 millones que obtuvo en igual período del 2020.

Según explica el holding en el documento, la menor rentabilidad se debió a una caída en los márgenes brutos de los segmentos de azúcar y frutas y a una reducción del aporte del negocio agropecuario.

En el primer caso, recuerda que continúan vigentes las limitaciones a los precios de sus productos enmarcadas en el programa Precios Cuidados "que generaron dificultades para compensar los incrementos de costos, impactando negativamente en los márgenes".

Imagen del Ingenio Ledesma, propiedad de la familia Blaquier

En tanto, en el negocio de papel Ledesma sigue adaptándose a la nueva normalidad del mercado a partir de una menor presencialidad en los trabajos y en los centro educativos, con una demanda que se mantiene todavía por debajo de los niveles pre-pandemia y que no mostrará una rápida mejora, aunque se observe una incipiente recuperación.

"Es por ello que seguimos desarrollando productos para el mercado de papeles de embalaje, lo que ha permitido mantener los niveles de producción además de generar un nuevo mercado", asegura el informe enviado a la CNV.

A partir de este escenario, el grupo considera necesario encarar una serie de desafíos como en el caso del sector de azúcar donde, si bien se estima que los buenos precios internacionales podrían mantenerse, será muy importante observar hasta qué punto los precios domésticos pueden compensar los incrementos de costos que se verán presionados por el incremento en el costo de los insumos y por la menor disponibilidad de caña, producto de la sequía ocurrida en la primavera pasada.

En papel, el foco de Ledesma estará en la recomposición de la demanda luego del impacto de la pandemia, mientras que en frutas, jugos y aceites, la mayor preocupación pasa por el atraso del tipo de cambio experimentado durante los últimos meses, ya que el negocio es especialmente sensible a esta variable. En lo que respecta a su área agropecuaria, se aferra a las buenas perspectivas de precios para los granos, pero presenta algunas señales de alarma por el lado de las restricciones a la exportación de carne y por la amenaza de un segundo año consecutivo de precipitaciones insuficientes producto de un posible fenómeno de "la Niña".

"Este fenómeno se ha ido desarrollando en los últimos meses impactando principalmente sobre los campos que la compañía posee en la provincia de Entre Ríos", admite el documento que además hace referencia al fuerte crecimiento de casos de Covid-19 registrado hacia fines de diciembre y comienzos de enero, por entender que "encienden una luz de alerta de cara a su impacto, tanto en la demanda como en lo productivo".

Teniendo en cuenta este marco macro y la posible reversión del atraso cambiario y su correspondiente impacto sobre el costo financiero, desde Ledesma se consideran "prudentes" con sus expectativas para los próximos trimestres.

"Continuamos enfocados en nuestro plan de mejora de competitividad, que nos permitirá seguir recorriendo el camino trazado y aprovechar las oportunidades que se nos presenten", anticipan desde el grupo Ledesma, un holding integrado de empresas que realiza actividades principalmente de ingenio azucarero; destilería de alcohol; fabricación de papel y artículos de librería, producción de frutas y jugos, y agricultura y ganadería.

Además posee una planta de molienda húmeda de maíz; producción de jarabe de fructosa, glucosa, almidones y otros subproductos de la molienda húmeda, una planta de cuadernos y repuestos escolares y papelería ene San Luis.

Reperfilamiento

Como parte del mismo proceso de reorganización, el grupo Ledesma también mantuvo los compromisos financieros asumidos para asistir su producción durante los últimos años.

Por caso, en el informe enviado a la CNV se hace referencia al préstamo suscripto el 5 de agosto de 2019 denominado en inglés "Term Facilities Agreement", por u$s90 millones ampliable hasta u$s110 mllones con Nederlandse Financierings-maatschappij voor Ontwikkelingslanden N.V. ("FMO").

Se trata de un crédito a siete años, con un período de gracia de capital de dos años, y garantizado con una hipoteca en primer grado de privilegio sobre ciertos bienes inmuebles propiedad de la sociedad.

Como parte del plan de profesionalización sumaron a Javier Goñi como gerente general del Grupo Ledesma

El 15 de julio del 2021, Ledesma canceló la primer cuota de amortización del préstamo, amortizó capital por u$s10.7 millones y se pagaron intereses semestrales por u$s2.1 millones. La segunda cuota venció el 15 de enero pasado y también fue cancelada.

Adicionalmente, el 23 de julio del 2021 Ledesma realizó una licitación pública para colocar una nueva serie de Obligaciones Negociables (ON), Clase 10. Se licitó una sola serie en pesos a tasa variable, a tasa BADLAR más spread, con amortización bullet a 10 meses de plazo, por $1.000 millones ampliable hasta $3.000 millones.

Como resultado de la licitación, recibió ofertas por $4.004 millones y aceptó el monto máximo establecido en el pliego licitatorio. El spread de corte anual fue 4,74%.

Por último, el 7 de junio y el 8 de septiembre del 2021, tomó dos préstamos de mediano plazo en pesos con el banco BBVA bajo un esquema de tasa de interés mixta. El primero fue por $500 millones y amortización final el 7 de junio del 2023 y el segundo por $250 millones y amortización final el 8 de septiembre 2023.

Además, durante este 18 de enero vence la segunda cuota de amortización del préstamo de Ledesma con el FMO, el monto total a cancelar asciende a u$s12.7 millones.

El resto de las necesidades financieras del grupo fueron financiadas con préstamos a tasa fija con operaciones de plazo menor a un año.