A tono con lo dispuesto en este fin de semana por la británica BP, la también europea Shell informó en las últimas horas que abandonará todas sus operaciones en Rusia, incluida una empresa conjunta en una importante planta de gas natural licuado, como rechazo a la invasión a Ucrania. Algo similar notificó la estatal noruega Equinor, con más de 30 años de operaciones en ese mismo mercado.

La petrolera cesará su actividad en la planta de GNL Sajalín 2, en la que tiene una participación del 27.5 mientras, y en la que el gigante ruso del gas Gazprom tiene una porción del orden del 50 por ciento.

Shell también tiene previsto poner fin a su participación en el gasoducto Nord Stream 2, que va de Rusia a Alemania y que ayudó a financiar como parte de un consorcio de empresas. La empresa reconoció que la decisión de abandonar las empresas conjuntas en Rusia dará lugar a pérdidas de valor de activos.

Según fuentes internacionales, la petrolera sumaba hasta esta semana alrededor de 3.000 millones de dólares en activos no corrientes en distintas compañías distribuidas en toda Rusia.

Las petroleras internacionales intensificaron su rechazo a la invasión promovida por Putin.

Equinor también se va de Rusia

Por el lado de Equinor, la junta directiva de la petrolera estatal noruega decidió detener nuevas inversiones en Rusia y comenzar el proceso de salida de las empresas conjuntas.

"Todos estamos profundamente preocupados por la invasión de Ucrania, que representa un revés terrible para el mundo, y estamos pensando en todos aquellos que están sufriendo a causa de la acción militar", declaró Anders Opedal, presidente y director ejecutivo de la petrolera.

"En la situación actual, consideramos que nuestra posición es insostenible. Ahora detendremos nuevas inversiones en nuestro negocio ruso y comenzaremos el proceso de salir de nuestras empresas conjuntas de una manera que sea consistente con nuestros valores. Nuestra principal prioridad en esta difícil situación es la seguridad de nuestra gente", agregó el mismo ejecutivo.

Equinor acumula más de 30 años de operaciones en Rusia y firmó un acuerdo de cooperación con Rosneft en 2012. La decisión de la petrolera responde a un alineamiento con las sanciones impuestas por la misma Noruega, la Unión Europea y los Estados Unidos a la nación que gobierno Vladimir Putin.

Shell, Equinor y BP se ubican entre las primeras empresas que cesaron negocios en Rusia.

Petroleras imitan a BP

Desde la empresa nórdica señalaron que la firma "mantiene un estrecho contacto con las autoridades de Noruega, la Unión Europea, los Estados Unidos y otros países, y seguirá cumpliendo con cualquier nueva sanción relevante para nuestras operaciones".

A fines de 2021, Equinor sumaba más de 1.200 millones de dólares en activos en Rusia. "Sabemos que la decisión de iniciar el proceso de salida de ‘joint ventures’ en Rusia afectará el valor contable de los activos rusos de Equinor y provocará deterioros", explicó la empresa a través de un comunicado.

Lo decidido por Shell y Equinor coincide con lo dispuesto por BP, que viene de anunciar el retiro de su participación del 19.75 por ciento en la petrolera estatal Rosneft.