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Tras el discurso de Alberto, qué le pidieron los empresarios al Gobierno

No hubo casi aplausos para despedir las palabras del Jefe de Estado en el marco del evento organizado en el hotel Sheraton. Sus principales inquietudes
07/06/2022 - 13:45hs
Tras el discurso de Alberto, qué le pidieron los empresarios al Gobierno

El "silenzio stampa" y la indiferencia que envolvió el final del discurso grabado que el presidente Alberto Fernández envió a los miembros de Asociación Empresaria Argentina (AEA), marca el termómetro del humor de los principales hombres de negocios con el Gobierno.

No hubo casi aplausos para despedir las palabras del Jefe de Estado en el marco del evento organizado en el hotel Sheraton del barrio porteño de Retiro por la entidad que agrupa a los dueños de las compañías más grandes de la Argentina que, a su vez, son los hombres de mayor riqueza del país.

Reclamos para dejar de lado los controles de precios; reducir la alarmante presión impositiva; establecer reglas claras y duraderas; equilibrar las cuentas del Estado; combatir de verdad la inflación y fortalecer la moneda fueron parte de la agenda de temas que la "crema" del empresariado local debatió durante la jornada organizada para debatir sobre el rol del sector privado en el desarrollo de la Argentina.

Quieren que al país le vaya bien y argumentan que el actor central del desarrollo debe ser el sector privado que necesita reglas de juego estables, previsibilidad para invertir, crecer y tomar empleo.

Aseguran que la inflación es un tema de macro economía tal como lo dejaron bien en claro desde Paolo Rocca a Luis Pagani; Héctor Magnetto; Martín Migoya; hasta Carlos Braun y Carlos Miguens, entre otros.

Todos revalorizaron la economía capitalista como la herramienta para que la Argentina deje de ser un "país fallido", tal como lo definió el CEO del Grupo La Anónima durante su intervención.

Las críticas y cuestionamientos al Gobierno no solamente pasaron por el rechazo a la creación del impuesto a la supuesta renta inesperada, sino también al aumento de miembros de la Corte Suprema de Justicia como así también a la ineficiencia de las políticas de Estado para que la economía doméstica deje de estar condenada al fracaso y permita pensar en un éxito a largo plazo a partir de generar consensos básicos y permanentes entre el sector político, los empresarios y los gremios.

Ni la "buena onda" construida por el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien cerró el encuentro de AEA, con los empresarios alcanzó para disimular el malestar del establishment con el gobierno de Alberto Fernández.

Alberto Fernández le habló a empresarios y su discurso fue recibido
Alberto Fernández le habló a empresarios y su discurso fue recibido con indiferencia

Los principales reclamos empresarios: el impuesto por Renta Inesperada

El primero en marcar las diferencias fue Jaime Campos, presidente de AEA, a partir de un discurso de apertura crítico con el proyecto de creación del impuesto por Renta Inesperada para las empresas que registraron ganancias por más de $1.000 millones, generadas por el shock que provocó la guerra en Ucrania.

Se trata de un tributo que se aplicará a través de una sobre-alícuota del Impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital en el ejercicio fiscal 2022 que se está discutiendo en el Congreso y que para Campos "marcará un retroceso" para revertir las décadas perdidas que viene acumulando la Argentina.

El titular de AEA revalorizó también el rol de las empresas en la creación de valor, generación de empleo y de riqueza recordando, en este sentido, que las empresas socias de AEA ya dan trabajo a 250.000 personas.

"Es vital alcanzar un crecimiento económico sostenido, contar con una moneda respetada, tener las cuentas públicas equilibradas, y un nuevo impuesto no ayudará a lograr esos objetivos", agregó Campos.

Del mismo modo, calificó como "relevante" contar con instituciones sólidas, asegurar la plena vigencia de la división de poderes; contar con una justicia independiente; alternancia de poder; libertad de empresa y un Estado eficiente y profesionalizado.

Se trata de un cúmulo de temas que el resto de los 300 empresarios presentes en el evento también destacaron como condiciones básicas para poder alcanzar consensos básicos que permitan terminar con las recurrentes crisis que sufre la economía argentina.

Un acuerdo que permita terminar con la injerencia del Estado en la toma de las decisiones empresarias que, según los presentes en el encuentro, no contribuye a dinamizar la economía del país, del mismo modo que tampoco lo hace la elevada presión tributaria que debe enfrentar el sector formal, con más de 160 impuestos creados en los últimos 20 años, muchos de los cuales son considerados distorsivos y nocivos para la generación de inversiones.

"La previsibilidad está anclada en la amplitud de los consensos sobre las políticas económicas y de Estado en temáticas básicas", aseguró Campos para quien ese acuerdo debe atacar los déficits permanentes que son una de las causas centrales de la inflación.

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Paolo Rocca, CEO de Techint, hizo referencia a la necesidad de revalorizar al sector privado para transformar los recursos

Paolo Rocca: la necesidad de revalorizar al sector privado

Del mismo modo, Paolo Rocca, CEO de Techint, hizo referencia a la necesidad de revalorizar al sector privado para transformar los recursos que tiene la Argentina en crecimiento.

Las palabras del hombre fuerte del mayor grupo industrial del país fueron las más esperadas tras las sospechas generadas sobre la licitación del gasoducto Néstor Kirchner que quedaron luego del despido de Matías Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo.

En ese sentido, Rocca aseguró que el proceso organizado por el Gobierno es el adecuado y rechazó las acusaciones de corrupción sobre la construcción de la obra que le fue adjudicada a su holding.

"No hubo corrupción ni direccionamiento del pliego ni nada por el estilo", enfatizó Rocca, luego de aclarar que no simpatiza con la ideología del oficialismo y de admitir que el mega emprendimiento puede quedar en la nada a partir de la intervención de la Justicia para investigar las denuncias presentadas por varios sectores de la oposición.

Pero más allá del caso puntual de este gasoducto, Rocca aseguró que la política energética debe ser una estrategia de Estado para transformar los recursos que le hacen falta a la Argentina con ayuda de la iniciativa privada.

"Hay que crear las condiciones para que las inversiones en capital, en crédito, la confianza de los que deben comprar se forme y se sostenga en el tiempo", reclamó el empresario de mayor peso en la relación con el poder político.

También hizo referencia a la mirada que tiene sobre las oportunidades que tiene la Argentina en energía y agro negocios a partir de las consecuencias mundiales que en ambos sectores está dejando la invasión rusa a Ucrania.

"Esta redefinición de un equilibrio geo mundial piensa una redefinición de una cadena de valor mundial", argumentó al tiempo que pidió al Gobierno "repensar la propia inserción internacional, asociarnos y entender cómo podemos en un cuadro occidental contribuir a una mayor integración".

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Los empresarios se mostraron preocupados por el escenario mundial

Tres factores necesarios para ser exitosos

De igual modo, Federico Braun, presidente de La Anónima, hizo una cruda descripción sobre la situación del país y explicó los tres factores necesarios para ser exitosos que, a su juicio, son una clara estrategia de futuro; eficiencia y buenas prácticas y clima laboral basado en la confianza.

"El país no tiene rumbo claro. Fluctúa entre sistema capitalista débil o uno socialista, que se mezclan. Por eso hay que generar clima de consenso porque no se pueden tomar decisiones tan importantes dudando del capitalismo o de los empresarios", sostuvo Braun.

"Tenemos que hacer que la sociedad entienda que no hay otro modelo que no sea el capitalista. Y si no comparemos Venezuela con Estados Unidos", agregó.

A modo de ejemplo, mencionó los problemas impositivos e inflacionarios que genera el modelo político elegido por el Frente de Todos.

"El principal problema son los impuestos. La presión es ridícula y esto sin distinción de ideologías", advirtió, a la vez que enfatizó en que el supermercadismo sufre una elevada presión que le impide competir de manera adecuada en la comercialización de alimentos.

"Con este nivel de impuestos estamos destruyendo un sector eficiente por naturaleza", advirtió Braun.

"El principal problema son los impuestos. La presión es ridícula, sin distinción de ideologías", dijo el titular de La Anónima

Previsiblidad y reglas claras para el futuro

A su turno, Carlos Miguens, CEO del Grupo Bemberg, explicó que los sucesivos fracasos de la Argentina hacen "que cada generación le entregue a otra un país peor del recibido".

Aseguró que si se mantienen las mismas políticas que contribuyeron a ese fracaso, la respuesta seguirá siendo igual por lo cual pidió cambiar el rumbo y dejar atrás las antinomias "terminando con la famosa grieta cuya síntesis es mayor pobreza que no resiste con la riqueza que tiene el país".

Para Braun el camino es un consenso entre la política, sindicatos y empresas "para pensar un país a largo plazo, con salud, seguridad, inserción en el mundo, seguridad jurídica, cumplir las reglas de juego consistentes en el tiempo que no se cambien de manera constante".

Es decir, generar previsibilidad, confianza, ayudar al concepto del riesgo empresario y del político para que la dirigencia cumpla lo que dice.

Un escenario compartido por Martín Migoya, CEO de Globant y para quien es necesario que el Gobierno no cambie las reglas de juego para las inversiones casi de manera constante.

"Dejen el arco quieto, no hagan nada si no saben qué hacer y no sigan empecinándose en redistribuir aunque no puedan o no quieran mejorar las cosas", reclamó a su turno.

El escenario fue compartido por Héctor Mangetto, CEO del Grupo Clarín, para quien el crecimiento de la economía solamente se dará si se pueden producir más bienes y servicios.

"Para eso, hace falta que la inversión privada sea rentable a partir de una estabilidad macro, respeto a los derechos de propiedad y la división de poderes", enfatizó.

Magnetto también hizo una cruda descripción sobre la historia económica de la Argentina "que lleva años de inflación endémica, desequilibrios fiscales y balanzas de pago permanentes, con emisión y endeudamiento".

Para contrarrestar esta visión, Magnetto pidió dejar de lado las medidas voluntaristas para reemplazarlas por incentivar la fuerzas de la producción y dejar de lado medidas regulatorias que dificultan la inversión, obturan la creación de empleo, y afectan la productividad y la competitividad del país".

Otro de los empresarios que compartió el evento de AEA fue Luis Pagani, CEO del Grupo Arcor, quien enfatizó en la necesidad de que la Argentina aproveche las oportunidades globales que abre la invasión rusa a Ucrania para la agro industria.

"Debemos tener un plan de desarrollo y estrategias de crecimiento para abordar el mundo", argumentó.

Su postura fue acompañada por Alberto Hojman, CEO de BGH, y quien pidió coordinar un esquema de políticas de largo plazo "que nos permitan crear oportunidades y salir adelante".

El empresario reclamó además la generación de confianza, equilibrio fiscal, mas exportaciones, aumento de las inversión, en el marco de un acuerdo político de consensos básicos sobre temas como la reforma impositiva, laboral, previsional y un sistema judicial sólido y confiable.