A través de su controlada Milamax SA, Gabriel Romero, uno de los "arrepentidos" en la causa de los cuadernos –reconoció haber pagado coimas para quedarse con contratos de obra pública durante el gobierno de Cristina Fernández–, desembolsó 18.8 millones de dólares para quedarse con uno de los terrenos más amplios en el futuro Parque de la Innovación. El empresario venció a IRSA en una subasta que organizó el Banco Ciudad. La puja terminó por elevar el precio del lote casi un 12 por ciento respecto de su valor inicial.

La superficie en cuestión es del orden de los 1.800 metros cuadrados y cuenta con luz verde para el desarrollo de edificaciones por un total de 18.000 metros cuadrados. Milamax SA no ostenta la visibilidad comercial de la que sí hace gala EMEPA, uno de los emblemas corporativos de Romero, y hasta el momento ni siquiera dispone de página Web institucional.

En agosto de 2018, el empresario reconoció haber pagado una coima de 600.000 dólares en 2010 para prorrogar la concesión en la hidrovía –participaba por entonces en el negocio– hasta 2021 con el decreto 113/2010.

Ante el juez Claudio Bonadío, el empresario dijo que abonó esa suma al ex secretario de Coordinación Roberto Baratta, por aquellos años la auténtica mano derecha del ex ministro de Planificación Julio De Vido.

Hasta el momento, los terrenos del proyecto "Parque de la Innovación" en su gran mayoría han sido objeto de compra por parte de compañías inmobiliarias y empresarios ligados al ladrillo y otros negocios cercanos.

Parque de la Innovación: sale otro lote a la venta

Para el Gobierno de la Ciudad la ausencia de apuestas por la investigación científica y la educación superior parece ser lo de menos: en torno a las filas oficiales predomina la algarabía por efecto de los 102 millones de dólares que ya recaudó la Ciudad con la subasta de parcelas.

Gabriel Romero se quedó con un lote a través de una empresa con escasa visibilidad comercial.

El objetivo del oficialismo porteño es hacerse con al menos otros 250 millones de dólares a partir de los 18 lotes que, en total, restan comercializar de esa serie de lotes que antes pertenecieran al Tiro Federal.

Para acercarse a esa meta, ofrecerá otro lote a partir de una subasta que el Banco Ciudad activará el 13 de este mes con un precio base de 17,2 millones de dólares.

En los pliegos, el lote fue "designado catastralmente como Circunscripción 16 Sección 27 Manzana 146C Parcela 3 conforme Plano de Mensura con fraccionamiento y cesión de calles N° 85-C-2017". Presenta una superficie de algo más de 1.688 metros cuadrados.

Parque de la Innovación: los empresarios que compraron parcelas

Los nombres de empresarios de peso se han vuelto una constante al momento de revisar quién invierte en el Parque de la Innovación. Así, en la subasta que el Ciudad llevó a cabo en marzo de este año, sorprendió la aparición Nicolás "Nicky" Caputo como uno de los empresarios que adquirió superficie para participar del proyecto inmobiliario.

A través de su controlada GMRA S.A, la división retail de Mirgor, el empresario adquirió la Parcela 1 de la Manzana 146D por 5,7 millones de dólares. La compra fue consignada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad, que además aportó detalles del resto de los inversores en esa área porteña.

"El otro predio que se subastó, también de poco más de 400 metros cuadrados, quedó en manos de El Nuevo Aromo SA., compañía que pertenece a dos empresarios, Isaac Salvador Kiperszmid y Ángel Oscar Lombo", precisó la organización.

Caputo es otro de los empresarios que compró lotes en el mismo predio

Kiperszmid está ligado a Continental Urbana, empresa orientada a la compraventa y el alquiler de inmuebles. Pero el apellido es más conocido en el ámbito del ladrillo por su vínculo con el Grupo Dypsa.

Tanto Caputo como Kiperszmid, señalaron desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad, pagarán los terrenos en pesos y en cuotas variables por subasta. Otros compradores en esa zona de Núñez: Angostura Inversiones SA, empresa dedicada a la explotación de bienes raíces, y SanCor Seguros.

A esa nómina ahora hay que añadir a Romero, que parece haber puesto la mira en el ladrillo tras las controversias empresariales de los últimos años.