CONTRA EL COVID

Richmond cambia vacuna rusa por china: con qué laboratorio cerró acuerdo

El laboratorio argentino cerró un acuerdo para producir y vender distintas vacunas en el país y exportarlas al resto de la región
NEGOCIOS - 06 de Octubre, 2022

Tras haber finalizado el acuerdo con el gobierno ruso para la transferencia de tecnología de la vacuna Sputnik V, Laboratorios Richmond acaba de sumar otro desarrollo contra el Covid-19.

Esta vez lo hizo con el grupo chino CanSino Biologics (CanSinoBIO) en el marco de un contrato para la producción y comercialización de distintas vacunas en el país y que a futuro podrán exportarse a Latinoamérica.

En este marco, la primera vacuna a transferir tecnológicamente será la de COVID-19, cuyo nombre comercial es Convidecia y según fuentes del laboratorio que dirige el empresario Marcelo Figueiras, el convenio con el laboratorio asiático potenciará el desarrollo de conocimiento científico argentino, creará 120 puestos de trabajo directos y fortalecerá el sistema sanitario.

A su vez, permitirá sustituir importaciones y posicionará al país como referente de vacunas para América Latina y de este tipo de desarrollo que ya se utilizó con éxito contra otras enfermedades como el ébola, que necesita de una temperatura de 2 a 8 grados centígrados para su conservación, lo que implica una ventaja para la logística y que Chile fue el primer país sudamericano en aprobar su uso, luego de México, Pakistán, China y Hungría.

La estrategia de Richmond

Al respecto, Juan Manuel Artola, CEO de Richmond, sostuvo que la empresa farmacéutica local "lleva varias décadas apostando a la ciencia, la tecnología y la industria como motores del desarrollo. Nos enfocamos en cuidar y mejorar la salud de las personas y este acuerdo nos permite dar un nuevo paso en este sentido".

El ejecutivo del laboratorio que elabora productos farmacéuticos para tratamientos de enfermedades complejas, destacó la necesidad "de buscar nuevos desarrollos y explorar acuerdos y asociaciones con compañías de todo el mundo".

Las vacunas desarrolladas por el laboratorio chino ahora comenzarán a ser desarrolladas también en la Argentina

El contrato le permite a Richmond sumar plataformas tecnológicas que derivarán en la producción de vacunas para tratar diversas patologías. En una primera instancia, comenzarán con la producción de la CanSinoBIO pero el objetivo es desarrollar en varias etapas, tecnologías tales como adenovirus, proteínas recombinantes, ARN mensajero, entre otras.

De hecho, Xuefeng Yu, presidente y director ejecutivo de CanSinoBIO, sostuvo que el objetivo del contrato es "explorar más opciones en el futuro para seguir adelante con una amplia cartera de productos en desarrollo y lograr un compromiso a largo plazo".

Aval global

A diferencia de la Sputnik V, que no logró el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras la invasión de Rusia a Ucrania, la vacuna Convidecia fue aprobada por el organismo internacional y su eficacia fue evaluada en estudios realizados en distintos países, entre los cuales se encuentra Argentina.

En un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para informar sobre el acuerdo, Richmond detalla que en una primera etapa iniciará un proceso de elaboración del producto terminado, con el fin de iniciar el abastecimiento al mercado argentino, para luego proseguir con la elaboración del ciclo completo.

Dicho proceso será realizado en la Nueva Planta desarrollada por el Fideicomiso Financiero Proyecto VIDA, en el Parque Industrial de Pilar, de la provincia de Buenos Aires.

"Con el presente acuerdo se consolida el crecimiento de la empresa, fortaleciéndose la producción nacional de vacunas, y cumplimentándose con los compromisos asumidos con la creación del Fideicomiso Financiero Proyecto VIDA", aclara el documento.

A diferencia de la Sputnik V, que no logró el aval de la OMS, la vacuna china cuenta con la aprobación del organismo internacional

Inversores

Las siglas responden a Proyecto de Inmunización para el Desarrollo Argentino, una iniciativa de Richmond para financiar el desarrollo de la planta a través de una herramienta financiera gracias a la cual obtuvo u$s85 millones de más de 60 inversores institucionales, empresas del sector salud, provincias, agentes de bolsa y empresas privadas.

Con la participación de Banco de Valores como agente fiduciario, el fideicomiso financiero es el primero en ser calificado como Bono Sostenible (Proyecto con Impacto Ambiental y Social Positivo), y en donde los inversores recibirán los beneficios de la producción y comercialización de vacunas que producirá Richmond a lo largo de 20 años.

En relación con la utilización de los fondos, se considera que el proyecto presenta un impacto social positivo directo a través de la mejora en el acceso a medicamentos, al garantizar la mayor disponibilidad del producto terminado (vacunas) y contribuir al autoabastecimiento de la producción nacional, la generación de empleo, formación del personal y avances socioeconómicos.

En el mismo sentido, presenta un impacto positivo a través de la incorporación del estándar de buenas prácticas ambientales LEED (sistema de construcción de edificios sostenibles). 

En el caso de la planta de Pilar, en un principio debía ser inaugurada este mes de octubre, pero ahora la fecha se extendió al primer trimestre del 2023. Tendrá una capacidad total de producción de unos 80 millones de viales/año y unas 28 millones de jeringas/año y dará garantías al país de la producción de vacunas para combatir el Covid-19 y otro tipo de terapias en el marco de acuerdos para la transferencia de tecnología con otras empresas.

En el caso de la Sputnik V, el laboratorio local distribuyó alrededor de nueve millones de vacunas en el país, de las cuales llevó a cabo su desarrollo en la última etapa y tenía pensada una estrategia de distribución en el resto de la región que no podrá encarar debido a las sanciones internacionales aplicadas a Rusia por su invasión a Ucrania.

Es decir, no podrá finalizar el proceso de fabricación total en Argentina ni exportarla, tal como era el objetivo inicial cuando se planteó la construcción de la planta en Pilar, diseñada para fabricar media docena de medicamentos y moléculas biotecnológicas de alta sofisticación, entre ellos la Sputnik V. Pero también tendrá capacidad para producir otros productos de última generación, como las vacunas que utilizan la plataforma de ARN mensajero.

Richmond distribuyó alrededor de nueve millones de vacunas Sputnik V en el país

Escenario complejo

Durante el último trimestre del año, Richmond debió enfrentar ciertos desafíos derivados de la economía mundial que continuó en desaceleración y elevada inflación, según el último informe de Perspectivas económicas mundiales elaborado por el Banco Mundial.

En este contexto, el trimestre presentó un aumento de los precios de los productos básicos como materia primas e insumos, lo que se suma a los problemas de demora en la cadena de abastecimiento y a condiciones financieras más restrictivas.

De todos modos, esas circunstancias no afectaron el normal desarrollo de las tareas productivas del laboratorio cuyo balance consolidado registró un resultado neto positivo de $464 millones, con ventas netas por $4.908 millones, registrando una suba del 55,4% en comparación con el segundo trimestre de 2021.

Las variaciones se deben principalmente a las entregas de la vacuna Sputnik V al Ministerio de Salud de la Nación, realizadas en el marco de la emergencia sanitaria, las cuales ascendieron a $1.866 millones dejando un margen bruto que permitió cubrir los gastos operativos relacionados.

En tanto las ventas netas de las líneas tradicionales ascendieron a $3.042 millones, siendo el 47% su margen bruto; los gastos de comercialización tuvieron un incremento del 25% por la reactivación de actividades post pandemia y la promoción de productos de reciente lanzamiento.

Como consecuencia de estas cifras, el resultado operativo ordinario correspondiente al ejercicio económico 2022 fue positivo y ascendió a $696 millones, un 10,7% inferior respecto al comparativo del segundo trimestre del año pasado.

El laboratorio que dirige Marcelo Figueiras logró una ganancia de $696 millones en el úlitmo período de este año 

Acorde con el resultado operativo ordinario, el margen del EBITDA ajustado representó el 18% sobre las ventas del mismo período.

A partir de este escenario comercial, Richmond entiende que continuará con una política de producción rentable con un sostenimiento equilibrado de los gastos y expansión regional, aplicando además un plan de mejoramiento de su pasivo mediante la reducción de las deudas comerciales y el cumplimiento de pagos y cancelación de préstamos.

"La estrategia de crecimiento y consolidación de Laboratorios Richmond en la región se basa en el continuo desarrollo y lanzamientos de nuevos productos, la expansión hacia nuevas tecnologías, y el aumento de la capacidad productiva, lo que conlleva a un incremento sostenido en las ventas que ya se viene verificando en los últimos ejercicios" destaca el laboratorio en el comunicado enviado a la CNV.

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