Las empresas alimenticias comenzaron a apurar las nuevas listas con aumentos para escapar de la puesta en marcha del llamado Precios Justos que el Gobierno quiere implementar antes de fin de año.

La semana pasada, varias de las empresas líderes ya enviaron listados con un 10% de actualización y avisaron que harán lo mismo esta semana y la próxima con el objetivo de sumar retoques que por lo menos lleguen al 25% antes de diciembre.

En todos los casos, el objetivo es cubrirse del congelamiento que se encuentran pactando con las autoridades del Ministerio de Economía para establecer una canasta de artículos de primera necesidad que no tendrá cambios en sus precios hasta marzo del 2023.

Las subas no sólo alcanzan a la mayoría de los productos de consumo masivo sino también a los que se comercializan con mayor frecuencia durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Aumento en los productos de la canasta navideña

Es decir, los productos que componen la llamada canasta navideña que ya evidencia incrementos, en algunos casos, por encima del 100%.

Fuentes del sector advierten sobre la necesidad de encarar este tipo de incrementos ante la disparada de la inflación y el constante retoque de costos que deben enfrentar.

Las alimenticias buscan blindarse del congelamiento de precios que implulsa Cristina Kirchner

"Siempre que existen este tipo de rumores sobre congelamientos hacemos lo que se llama adelantos tácticos de aumentos para cubrirnos", admiten en una de las grandes fabricantes de alimentos de la Argentina.

De hecho, cuando en agosto pasado el presidente Alberto Fernández anunció, durante un acto en Lomas de Zamora, que se iba a implementar un acuerdo de estabilización de precios y salarios, un importante grupo de alimenticias envió a los supermercados listas con "aumentos preventivos" para cubrirse de ese posible congelamiento de variables que generaría ese pacto de estabilidad perseguido por el oficialismo.

A pesar de los esfuerzo del Gobierno, los precos de los alimentos no paran de subr

Lo mismo ocurrió cuando meses atrás el Presidente anunció la tan mentada "guerra contra la inflación", e inició una serie de reuniones con referentes de las empresas más importantes del sector con cenas en la Quinta de Olivos. Al día siguiente, varias empresas retocaron sus precios por encima del 10%.

De hecho, los alimentos de la canasta básica están subiendo más que el promedio de la categoría alimentos en general, con un incremento interanual que septiembre acumulaba un 87% según estadísticas privadas.

Los productos que componen la llamada canasta navideña que ya evidencia incrementos, en algunos casos, por encima del 100%

En este sentido, un informe de la consultora IDESA asegura, considerando los nueve meses que van del 2022 hasta setiembre, los precios al consumidor subieron un 66% y los salarios un 57%, lo que implica una caída de salario real del 6% y muestra que la inflación viene produciendo un generalizado deterioro de las remuneraciones.

Historia de fracasos

Ahora, la avanzada para concretar un nuevo plan de congelamiento que lidera la vicepresidenta Cristina Kirchner vuelve a disparar retoques en los listados que están llegando a las cadenas de supermercados; a los almacenes de barrio y a los mercados de proximidad.

Desde las empresas también se critica la iniciativa que viene discutiendo el equipo de funcionarios bajo el mando del ministro de Economía, Sergio Massa, por entender que los congelamientos de precios hasta ahora siempre fracasaron en el cumplimiento de sus objetivos.

Es decir, creen que no se trata de un esquema positivo para combatir este proceso inflacionario y recuerdan de los fracasos que sufrieron intentos similares.

Recuerdan que desde 1952 hasta hoy, gobiernos de diferentes orientaciones aplicaron este tipo de medidas en contextos de aumentos de precios.

Si bien en muchos de esos casos se logró bajar inicialmente la inflación, los resultados no se extendieron en el tiempo y los expertos sostienen que sirven para frenar momentáneamente los aumentos, mientras se ejecuten planes más amplios para estabilizar la dinámica inflacionaria. Pero advierten que si esto no ocurre la situación empeora.

Súper Cerca fue el último intento de congelamiento lanzado por el actual gobierno y, como los programas anteriores, terminó en un rotundo fracaso 

En ese sentido, hacen mención al más reciente, el programa Súper Cerca que se lanzó durante la gestión de Paula Español al frente de la Secretaría de Comercio Interior en julio del 2021.

El programa intentó establecer precios de referencia para almacenes y autoservicios de barrio, pero nunca pudo tener éxito.

Cuando Roberto Feletti reemplazó a Español en su cargo, en octubre del año pasado, intentó relanzar el esquema como manera de ampliar la regulación y el control más allá del programa Precios Cuidados y de las grandes cadenas.

Sin embargo, luego fue discontinuado durante la gestión de Guillermo Hang al frente de la Secretaría de Comercio Interior, por haber quedado demostrado que nunca tuvo éxito en su implementación.

Trabas y reuniones

En el caso del nuevo Precios Justos advierten sobre una serie de inconvenientes y trabas que existen para la puesta en práctica del programa por lo menos antes de que comience diciembre próximo.

Según un documento que ya circula entre las principales compañías de este sector, el principal problema que enfrenta se debe a la implementación del precio en los productos ya que, hacen falta por lo menos 60 días para poder llevar a cabo este procedimiento.

Sin embargo, el Gobierno no parece haber tomado nota de estas trabas y continúa con su política de implementación de la nueva regulación al punto que la Secretaría de Comercio informó sobre la convocatoria a encuentros con empresas de consumo masivo para fijar precios de entre 1.200 y 1.500 productos.

Matías Tombolini está convocando a las empresas a reuniones para definir el nuevo esquema de congelamiento

Lo hizo a través de la agencia Télam, para comunicar que el organismo que dirige Matías Tombolini se reunirá esta semana con directivos de los mayores fabricantes de artículos de consumo masivo para trabajar en un acuerdo para mantener fijos los precios de productos, como alimentos, bebidas, higiene personal y limpieza.

De todos modos, los plazos del acuerdo no están definidos aunque se intentará que tenga una duración de al menos 90 días, de modo de dar una mayor certidumbre de precios para afrontar los próximos meses y profundizar el esquema que actualmente otorga el programa de Precios Cuidados.

En el organismo oficial aseguran que se trata de una medida excepcional y que no es un congelamiento, ya que no es una imposición de un precio fijo, sino de "un acuerdo voluntario con los empresarios".

Massa duda de los congelamientos de precio

Al respecto, el ministro de Economía, Sergio Massa, aseguró en una entrevista radial que "los congelamientos dictados por la idea de que la fuerza del Estado alcanza no creo que funcionen", aunque se mostró a favor de "un acuerdo no sólo de mes a mes como con Precios Cuidados, sino de más largo plazo, que le dé varios meses de certidumbre al consumidor".

En ese sentido, el objetivo del ministro Massa es poder acordar con entre 20 y 25 empresas que representan el 65% de lo que consumen los argentinos un listado de productos y precios que deberán ser colocados como etiquetas en los paquetes de los productos.

Si Precios Justos ve la luz, se sumará al programa de Precios Cuidados, que fue renovado hace dos semanas con una canasta de más de 450 productos y al que se sumaron más de 150 artículos de primera necesidad y primeras líneas.

El acuerdo estará vigente hasta 7 de enero de 2023 al igual que el de Cortes Cuidados, que se renovó hasta el 7 de noviembre para la comercialización de siete cortes de carne representativos del consumo de los argentinos.