Dónde estará ubicado el rascacielos más alto de América latina
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No será en Argentina. Tampoco en Brasil o México, y menos en Chile. El rascacielos más alto de América latina estará ubicado en Uruguay, más precisamente en Punta del Este.
El principal balneario top de la región, que forma parte del Departamento de Maldonado, albergará la torre más alta de la región, que tendrá 320 metros de altura, superando a la torre Obispado del Distrito Federal de México, que alcanza los 305 metros.
El rascacielos también desplazaría a la Gran Torre Santiago, en la capital de Chile, que es actualmente la más alta de Sudamérica, con 300 metros de altura.
El mega edificio forma parte del proyecto inmobiliario que el grupo italiano Cipriani acaba de reflotar para la construcción del nuevo Hotel San Rafael, en el mismo balneario, un plan que fue anunciado hace cuatro años pero que había quedado suspendido y ahora se retoma.
Comienzo de la obra
La firma europea ya opera hoteles en Venecia y Nueva York, así como restaurantes y clubes privados en ciudades de 10 países.
En el caso de Punta del Este, los medios uruguayos dan cuenta de que el inicio de las obras fue informado por el intendente de Maldonado, Enrique Antía, quien celebró que "por fin" se dio comienzo a la construcción, algo en su opinión "es una señal de que el proyecto va a ir hacia adelante".
En este sentido, en una rueda de prensa llevada a cabo la semana pasada, el jefe comunal consideró que "nadie tira u$s50 millones por la borda", aunque el monto total del emprendimiento se acerca a los u$s430 millones y dará trabajo a 1.000 personas. Tendrá además 80 habitaciones y 268 estacionamientos en subsuelo, que se complementarán con el desarrollo de dos torres contiguas al hotel que tendrán 282 unidades habitacionales y 170.084 metros cuadrados, según señala un reporte de El Observador.
La primera etapa consistirá en la construcción del hotel y el casino, mientras que posteriormente se levantará una de las dos torres y más tarde la restante, a medida que lleguen los inversores. Ambas fueron diseñadas por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly. En este sentido, Antía destacó que la desarrolladora ganadora de la licitación, comandada por el empresario italiano Giuseppe Cipriani, contrató a una "empresa local" para esta primera etapa de las obras. En la página web de Cipriani se afirma que el complejo Cipriani Ocean Resort & Club Residencies de Punta del Este incluirá "una reconstrucción fiel del icónico edificio que se complementará con dos torres de unidades residenciales de lujo, con impresionantes vistas al océano y a la ciudad, restaurantes, spa, piscinas, tiendas de lujo, casino y un club de playa con servicios".
Idas y vueltas
A principios del año pasado, el proyecto se había complicado tras la salida de uno de sus principales inversores como era el egipcio Naguib Sawiris debido a la demora en la aprobación del proyecto inmobiliario en el legislativo departamental de Maldonado.
Ahora, Cipriani modificó la iniciativa para poder reflotarla, postergando dos de los tres edificios previstos en el proyecto inicial que se había sido planteado en 2018 y aprobado en el 2019 pero que, por la pandemia y el contexto macro económico, se redireccionó hacia un nuevo diseño.
Es más, en febrero del 2018 el dueño del grupo italiano Cipriani compró por u$s40 millones el hotel San Rafael en la rambla de Punta del Este, un edificio de estilo Tudor tan imponente y emblemático como obsoleto.
Un año después el propio Giuseppe Cipriani estaba cortando la cinta de un proyecto hotelero que prometía una inversión hotelera de u$s450 millones, el triple que el Conrad, el mayor emprendimiento que ha tenido Punta del Este.
Luego, en diciembre del 2020, el Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay autorizó la obra del casino pero impuso como condición que las residencias fueran construidas y se mantuviera la inversión prometida.
En noviembre del 2021, el Poder Ejecutivo uruguayo envió al Parlamento un proyecto de ley para habilitar los juegos de apuestas online, que no están autorizados en el país para cumplir con un pedido de Cipriani.
Y el 28 de enero del año pasado, la empresa Fosara SA, propiedad de Cipriani, acordó las condiciones con el Ministerio de Economía y fue firmado el compromiso por el que la firma inversora depositó una garantía de u$s7,8 millones para dar inicio a las obras.
De acuerdo a los pronósticos oficiales, la construcción del nuevo hotel y el casino demoraría entre dos años y medio y tres años, mientras que el desarrollo de las tres torres (una de 22 pisos, una de 44 pisos y una tercera, de 320 metros de altura), podría tomar entre siete y 10 años.