Las sucesivas olas de calor que atraviesa la Argentina, marcadas por un calentamiento global que dio pie a una sequía inédita en seis décadas, terminaron por originar un cortocircuito de envergadura entre Nación y las provincias que disponen de hidroeléctricas en actividad. Ocurre que, para satisfacer la demanda en alza que evidencia el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la Secretaría de Energía pidió aumentar el ritmo de generación a distritos como Neuquén y Río Negro. Pero desde las provincias explicitaron su oposición en tanto buscan conservar el agua en los embalses para garantizar el riego y la disponibilidad del recurso para los hogares de esa área en la Patagonia.

Los pedidos de mayor generación vienen siendo repetidos desde la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (CAMMESA), que la semana pasada solicitó a la Autoridad Interjurisduccional de Cuencas (AIC) un abastecimiento de electricidad ampliado desde las represas instaladas sobre el río Limay.

En concreto, CAMMESA pidió una erogación de agua mayor en los embalses de Alicurá y El Chocón. Si bien se cumplió con el pedido de la empresa, lo cierto es que el malestar no ha dejado de multiplicarse entre los sectores políticos de esa región dada la emergencia hídrica que también atraviesan Neuquén y Río Negro.

El incremento en el caudal que se deja pasar para incrementar la producción de energía implica un volumen de agua dulce que termina directamente en el mar. En las provincias patagónicas entienden que esa acción no hace más que complicar el duro panorama de abastecimiento que enfrentan los distritos.

Mayor uso de agua en hidroeléctricas: la polémica

"Yo no aprobé la mayor erogación. Eso lo aprobó el presidente de la AIC que responde a Nación, Daniel Figueroa, y el representante por Río Negro, Fernando Curetti", se despegó, en las últimas horas, Elías Sapag, representante de Neuquén en la AIC.

"Los niveles de los ríos están en los valores más bajos en más de 100 años y por eso hay una emergencia hídrica declarada", agregó.

CAMMESA y la Secretaría de Energía buscan erradicar potenciales nuevos escenarios de apagón.

La zona en torno al Limay acumula más de 80 días consecutivos sin lluvias y un contexto de sequía agravada que suma años. Sin tomar en cuenta esto, CAMMESA impuso su exigencia y logró que la erogación de agua para incrementar la generación de las hidroeléctricas ascienda de los 314 metros cúbicos por segundo a los 600 metros cúbicos.

Semejante volumen elevó el malestar entre buena parte de los integrantes del AIC y no faltan las voces que hablan de una incipiente fractura interna, que podría redundar en cruces potentes con la Secretaría de Energía, por el uso del agua que genera del Limay y su movimiento hacia el río Negro.

En los últimos días, el AIC oficializó el incremento de la erogación pero sin detallar si se tratará de una medida excepcional o, en todo caso, se prolongará a través de los meses.

"Se informa que a partir de hoy, martes 7 de marzo, el caudal del río Limay, erogado por el compensador Arroyito, puede llegar a 600 m3/s, en virtud de una mayor generación requerida a la central El Chocón, por parte del Organismo Encargado del Despacho eléctrico", indicó el organismo en su sitio institucional.

Una sequía histórica

Según un monitoreo del Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (SISSA), el 60 por ciento de la superficie de Argentina, esto es, 1.499.780 de kilómetros cuadrados, se encuentra en situación de sequía.

La zona núcleo, la región con mayor dominio del agronegocio, está seriamente afectada por el déficit hídrico. En la provincia de Santa Fe no hay ni una hectárea que no esté seca: el 18,8 por ciento de ese distrito sufre una sequía excepcional, mientras que en el 37,1 por ciento del área la situación es extrema, en el 36,91 es severa y en el 7 por ciento restante, moderada.

Nación pidió mayor erogación de agua para incrementar la generación de El Chocón.

Por su parte, Entre Ríos, atraviesa una sequía excepcional en el 36,6 por ciento de su superficie. La mitad de la provincia está en una situación extrema y el 12,8 por ciento de su superficie en condiciones de déficit severo.