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Crearon el Bombero Loco en los 80, casi quiebran y hoy son una empresa sustentable

Importaron los primeros pulverizadores del país y crearon el Bombero Loco. Hoy son pioneros en la recuperación de sus residuos post- industriales
29/06/2023 - 16:34hs
Crearon el Bombero Loco en los 80, casi quiebran y hoy son una empresa sustentable

"Divertite a lo loco con el Bombero Loco", decía el jingle publicitario de los ‘80 de este clásico argentino de cada Carnaval del país. "Mi papá descubrió los gatillos pulverizadores en el exterior e importó la idea para fabricarlos acá. Primero los hizo para envases del hogar hasta que por sugerencia de un juguetero empezó a fabricar el Bombero Loco", recuerda Laura Busnelli, presidenta de Buplasa, la empresa que saltó a la fama con este juguete que se fabricó hasta los años 90 cuando tuvieron que convirtise en importadora.

Actualmente, con Laura a cargo y otra vez fabricando, Buplasa se especializa en el desarrollo de productos para la industria cosmética, farmacéutica y promocional, pero usando plásticos reciclados o bioplásticos y sin generar desechos.

Carlos Busnelli, que fundó Buplasa en 1982 luego de aprender de su suegro Nicolás Civale acerca de la industria del plástico, encontró en el sector del juguete el producto que le permitió consolidarse en la industria. Durante los primeros años en la fábrica, que en aquel entonces estaba en Caseros, convivieron el Bombero loco con envases para artículos de cosmética, pero fue tal el éxito del innovador juguete que decidieron dedicarse casi exclusivamente a este envase con forma de bombero que tenía un pulverizador en sus casco y que con agua al accionarlo se armaba la fiesta.

"Lo cierto es que terminó siendo el producto estrella de Buplasa y pasó a ser el 80% de la producción de la empresa. Nosotros no nos podíamos ir de vacaciones hasta que no terminará el Carnaval porque claro, todo ocurría durante los veranos", cuenta Busnelli a iProfesional desde la Planta que hoy tienen en el Parque Industrial de Pilar.

Sin embargo a mediados de los ’90 con la convertibilidad y el ingreso de la Argentina al Mercosur, Buplasa guardó las máquinas, abandonó al Bombero Loco, tercerizó la fabricación de algunos productos y empezó a importar de Brasil bombas atomizadoras para perfumes.

"Hoy hay Bomberos Locos en el mercado de alguien que copió la idea y los está fabricando y por lo que veo lo usan los chicos más pequeños porque es un juguete más inofensivo que otros. Mi papá lo tenía registrado, pero la patente ya venció y lo cierto es que nosotros hace muchos años que nos salimos de ese segmento", cuenta con cierto orgullo aunque no con nostalgia por el giro que tras su llegada impulsó a la empresa.

El Bombero Loco, un clásico argentino de cada carnaval

Sin embargo, su ingreso no fue ni fácil ni feliz. Con 18 años y la experiencia laboral de una adolescente que sólo se ocupaba de algunas tareas en la empresa familiar, Laura Busnelli tuvo que asumir en 1997 la presidencia de Buplasa y reemplazar a su padre que se había retirado de la firma por una enfermedad que lo tuvo dando pelea hasta su muerte en el 2000.

Como si fuera poco, también llegó el 2001 y la crisis terminó de poner todo patas para arriba. Buplasa, recuerda Busnelli, estaba al borde de la quiebra por la gran cantidad de deudas en dólares que tenían.

Con los depósitos vacíos y sin poder importar, pero con el apoyo de su marido, Alejandro Biaggio, Busnelli haciendo honor a su sangre industrial desempolvó las máquinas y con unos moldes que habían quedado de su abuelo empezaron otra vez a producir.

¿Qué? Parte de los atomizadores que importaban y tapas para cosméticos y perfumes, el resto lo tercerizaron, pues no tenían ni tantas máquinas ni tanto capital; solo lo suficiente para seguir adelante y pagar las deudas. Con el tiempo llegaron más productos tanto para la industria cosmética como la farmacéutica y la de merchandising. Actualmente aproximadamente el 12% de la producción de Buplasa se exporta a Perú, Ecuador y Chile.

Lo importante en toda empresa es el cómo

Pero tanto como el qué producir para Busnelli empezó también a ser clave el cómo producir; por eso fue que sin cambiar el core del negocio, pero preocupada por los desperdicios de plástico que les quedaba a las empresas con las que le tercerizan su producción, Busnelli decidió hacerse responsable de la situación y como en los 80 empezó a fabricar todo en Buplasa, pero bajo las normas de un sistema productivo más sustentable.

En 2013, luego de que Dupont aceptara ser garante de Buplasa, Busnelli tomó un crédito bancario e invirtió en las primeras cuatro máquinas inyectoras y en 2015 mudó la empresa a la planta actual de Pilar donde hoy trabajan 52 personas y desde donde salen sus productos generados todos a partir de materia prima recuperada de sus propios desechos o de bioplástico derivado de la caña de azúcar.

Laura y Busnelli y su esposo Alejandro Biaggio plásticos con impacto positivo en el ambiente
El matrimonio que hizo de Buplasa una empresa B pionera en el uso de plásticos con impacto positivo

Buply fue la primera línea de artículos de bazar y para el hogar (jaboneras, dispensers, porta rollos y envases contenedores) que lanzaron con las dos fuentes de materia prima: los bioplásticos y los materiales recuperados.

"Trabajamos mucho desde el eco diseño para hacer productos versátiles, adaptable a distintos ambientes del hogar, que sean bonitos y que no por ser de material recuperado tenga que ser rústico o de menor valor. Lo interesantes es que una de las particularidades que tiene estos materiales es que pueden ser reciclados N cantidad de veces", explica Busnelli.

Los residuos que reciclan son de los de su propia planta, pero también de otras empresas y ahora, anuncia Busnelli, están incorporando también residuos domiciliarios que reciben de una estación de reciclado que instalaron a comienzos de abril bajo la marca Buply en el Unicenter Shopping.

Según sus planes y en alianza con sponsor o partners, Busnelli espera multiplicar las estaciones a lo largo de todo el país, por lo pronto tienen tres casi cerradas, dos para Buenos Aires y una para Neuquén.

"Lo que nosotros aseguramos es la trazabilidad de los materiales. El objetivo es que un Polipropileno se vuelva a transformar un Polipropileno, que un PET se vuelva a transformar en una botella de PET; no que se mezclen los materiales y se haga madera plástica que si bien está buena para los plásticos no identificados, no permite que pueda volver a reciclarse", explica ice Busnelli que certificó a Buplasa en 2020 como empresa B y alcanzó el objetivo de scrap cero.

¿Cómo funciona la Estación Byply? Los particulares llevan sus desechos reciclables y dos empleados de la empresa asesoran por una mejor educación ambiental. Por peso de cada donación a los particulares se les suman puntos a través de una aplicación que luego pueden canjear por beneficios. Además en la app cada uno puede ver la huella de carbono positiva de CO2 y el ahorro de energía que generó con la donación de sus PET.

 
Reciben tu plástico y te dan puntos para canjear por descuentos

Para finalizar Busnelli, avisa, que este proyecto de recolección de residuos puede ser un negocio ya que el gerenciamiento de estas estaciones y la venta del material que se recibe, asegura, puede ser económicamente sustentable y a su vez que garantiza que la recuperación del plástico se realice de manera eficiente en el largo plazo.

¿Saldrá el Reciclador loco en Carnaval? Les dejamos la idea…

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