Una década después de alzarse con ventajas competitivas que encendieron la polémica en el mapa petrolero doméstico, Chevron vuelve a salirse con la suya y abrochó otro paquete de beneficios especiales a cambio de una nueva mega inversión. Sucede que, a diferencia de lo que ocurre con sectores como el agro, la actividad aerocomercial o la producción automotriz, la compañía estadounidense obtuvo del Gobierno el beneficio de disponer de regalías además de alzarse con el permiso para exportar parte de su producción de hidrocarburos sin retenciones. Asimismo, la petrolera negocia, también, avales para no sufrir las restricciones que complican el ingreso de equipamiento o maquinaria que hoy padecen ámbitos como la minería.

"Acordamos con la empresa Chevron avanzar en un programa de inversiones. La semana que viene ingresarán 300 millones de dólares para desarrollar El Trapial y según el estado de avance de la inversión, podrán sumarse otros 200 millones, totalizando 500 millones de dólares este año", informó Sergio Massa, actual ministro de Economía, a través de su espacio en la red social Twitter el pasado 9 de junio.

"Además, la empresa presentó el programa de incremento exportador y sus proyecciones de mayores exportaciones para este año", acotó el funcionario. Lo no expuesto en esa breve notificación fue la decisión oficial de otorgarle a esta nueva inversión de la firma norteamericana los beneficios ya entregados a Chevron hace algo más de diez años y en ocasión de su desembarco en el área de Loma Campana.

Chevron y los beneficios del Decreto 929

En concreto, esta semana el proyecto de El Trapial recibió de parte de la Secretaría de Energía el beneficio del régimen establecido por el Decreto 929 que fija facilidades para determinadas empresas de Vaca Muerta. Como requisito, Chevron deberá inyectar al menos 250 millones de dólares por el lapso de tres años y bajo la modalidad de Inversión Extranjera Directa (IED).

Otro "detalle" del 929 está en que auspicia la libre disponibilidad de las divisas que genere la empresa y sin obligación de resulten liquidadas dentro de la Argentina. Sobre ese aspecto falta aún confirmación del Gobierno respecto de si ese aval también se habilitará a la petrolera de forma automática.

"Chevron, operadora y titular desde hace más de un año de dicha área, perteneciente a la Cuenca Neuquina, recibió el compromiso del Gobierno nacional, a través del Ministerio de Economía, de incluir a El Trapial en el decreto 929/2013", se indicó de forma oficial.

Chevron acordó inversiones multimillonarias con el Gobierno.

"(Este decreto) brinda derecho a comercializar libremente en el mercado externo el 20 por ciento de la producción de hidrocarburos líquidos y gaseosos producidos en los proyectos alcanzados, con una alícuota del 0 por ciento de derechos de exportación, en caso de resultar éstos aplicables", agregaron desde la cartera de Economía.

Además de gozar del beneficio de no tener que afrontar retenciones por su exportación, la empresa también se haría acreedora de una cierta flexibilidad oficial al momento de tener que ingresar al país equipamiento o maquinaria y sus respectivos repuestos.

Agronegocio, automotrices y aviones, en la vereda de enfrente

Contrario a los beneficios que se le otorgaron a Chevron, sectores como el agronegocio tambalean ante la vigencia de retenciones a la exportación, la traba al ingreso de tecnología y, por supuesto, la existencia de una multiplicidad de tipos de cambio que pegan de lleno en la rentabilidad del nicho.

"Argentina está entre los pocos países que cobra Derechos de Exportación, lo que funciona como un desincentivo, una traba, y la presión es muy alta", declaró recientemente David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

"Por poner un ejemplo muy básico para que se entienda: si el Estado entre todos los impuestos recauda 100 pesos, las retenciones significan más de 10. Estamos entre los pocos cinco países en los que se da esa relación, junto con Costa de Marfil, Bielorrusia, Kazajstán y las Islas Salomón", añadió.

Por el lado de las automotrices, a fines de mayo el Gobierno aplicó una nueva restricción a las firmas que fabrican autos en Argentina. En concreto, amplió de 45 a 75 la cantidad de días para que las terminales puedan acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) del Banco Central para comprar los dólares necesarios para pagar las importaciones de autopartes.

Las automotrices sufren la extensión de los plazos de pago para sus importaciones.

Otro sector que viene de sufrir las complicaciones para disponer de dólares y cumplir con pagos al exterior es el aerocomercial. En ese sentido, la "low cost" Flybondi recientemente debió mantener en tierra a dos de sus aeronaves por falta de divisas para cancelar sus compromisos de leasing.

Semejante complicación obligó a la empresa a implementar un cronograma de cancelaciones y reprogramaciones que se extendió por varios días. Finalmente, el nicho de la minería en general y del litio en particular, también viene señalando problemas graves para disponer de insumos y bienes de capital importados.

Según voces de la actividad, cerca del 60 por ciento de los pedidos de importación sufrieron demora en los últimos meses y los mineros afirman que el sector está en riesgo de interrumpir su cadena de pagos.