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TranscribeMe: la historia del chatbot argentino que está revolucionando la forma de comunicarse en WhatsApp

Detrás de TranscribeMe está la salteña Jimena López Morillo, que en pocos meses pasó de trabajar en relación de dependencia a ser la dueña de su empresa
24/07/2023 - 16:00hs
TranscribeMe: la historia del chatbot argentino que está revolucionando la forma de comunicarse en WhatsApp

"Agendate este contacto. Me lo vas a agradecer". La recomendación le llegó de boca en boca hace un par de meses, y Evangelina Márquez le hizo caso a su amiga. Agregó como nuevo contacto a TranscribeMe, y después de probar esta nueva herramienta que convierte los mensajes de audio de WhatsApp en texto, quedó fascinada. Como periodista, pensó, estaba segura que le sería de mucha utilidad en su trabajo cotidiano. Evangelina hizo lo mismo que su amiga había hecho con ella, y reenvío TranscribeMe a todos sus familiares y amigos.

"No conocía la aplicación, pero la persona que me lo envió es de mi absoluta confianza y entonces empecé a usarlo. Una de las personas que más lo usa hoy es mi mamá, que tiene 84 años y como escucha cada vez menos le cuesta mucho entender los audios, y se pone mal", cuenta Evangelina, que tiene 33 años y trabaja como freelance para distintos medios.

Detrás de TranscribeMe está la ingeniera mecánica salteña Jimena López Morillo, que en pocos meses pasó de trabajar en relación de dependencia a ser la owner, como dice ella, de su propia empresa, gracias a este traductor de Inteligencia Artificial que creó junto con el ingeniero nuclear Ignacio Fabre, y que pasó de tener unos pocos seguidores a más de un millón de usuarios en todo el mundo. Todo en apenas cinco meses. "Fue todo una locura. Nunca pensamos que esto iba a escalar de la manera que sucedió -cuenta López Morillo, que hace poco recibió un reconocimiento del gobierno de Salta por ser la primera mujer oriunda de esa provincia en convertirse en ingeniera mecánica-. La idea vino con la necesidad. Muchas veces me mandaban audios y no podía escucharlos porque estaba en una reunión, por ejemplo, y le pedía a esa persona si podía mandarme un texto".

Una idea para WhatsApp compartida entre amigos

¿Por qué no hacemos una aplicación que pueda traducir audios a textos?, lanzó al aire Jimena una tarde. A su lado estaba Fabre, amigo y colega, que enseguida aceptó el desafío. "Ya existían herramientas de traducción pero para utilizarlas había que bajarlas, loguearse y todo eso, y muchas veces la gente no tiene ganas de pasar por todo ese proceso. Por eso, desde el inicio pensamos en que pudiera funcionar por WhatsApp, y nos entusiasmó la idea de hacerlo con Inteligencia Artificial", explica la salteña.

A fines de febrero pasado se lanzó el primer prototipo de TranscribeMe, y los primeros que recibieron el contacto en sus teléfonos celulares fueron los familiares y amigos de ambos ingenieros, a quienes les pedían que por favor utilizaran el chatbot y les dieran su opinión. De manera orgánica, y de boca en boca en boca, o mejor dicho de celular en celular, este contacto cuyo número es +549 11 5349-5987 fue reenviado miles de veces, hasta llegar al millón de usuarios en solo dos meses.

Su funcionamiento es sencillo. Una vez agendado el contacto, como cualquier otro, el usuario debe reenviar el audio que quiere traducir. En pocos segundos, el chatbot de IA dirá que está "transcribiendo", y pasará a formato de texto toda esa conversación. La precisión con que trabaja es una de las claves del éxito de esta herramienta, que detecta las palabras correctamente, las preguntas, las pausas y puntuaciones. Incluso, es capaz de identificar emociones, como el llanto. "Desde que lanzamos el prototipo, que traducía solo en español, las mejoras son constantes. Los usuarios crecieron de golpe y entonces comenzó a ir más lento, y entonces había que trabajar en eso. Al poco tiempo agregamos otros idiomas, como inglés y portugués, y hoy traduce a unos 30 idiomas. En todo interviene la IA", explica Jimena, que tiene 28 años y se graduó en el Instituto Balseiro, en Bariloche.

Jimena López Morillo, una de las creadoras de TranscribeMe.
Jimena López Morillo, una de las creadoras de TranscribeMe.

Unos 10.000 usuarios dispuestos a pagar

TranscribeMe, actualmente, tiene una limitación de uso para su versión gratis, que según detalla la experta en robótica es de 20 minutos por mes, luego se convierte en una aplicación paga, que hoy cuesta unos 800 pesos por mes. Del millón de usuarios, hay unos 10.000 que desembolsan ese dinero cada 30 días, la mayoría profesionales y estudiantes. "La verdad es que todo fue creciendo de manera muy rápida. Tenemos gastos asociados en hacer que la aplicación funcione correctamente, además de pagarle a Whatsapp que nos cobra por dejar que nuestro programa corra sobre el suyo", explica la ingeniera.

Hoy, la idea que nació una tarde de verano en medio de una charla entre amigos, es un negocio que escala a gran velocidad, y según confiesan sus creadores ya recibieron varias ofertas de compra. Pero TranscribeMe, asegura López Morillo, no está en venta. Al menos, por el momento. "Es un mundo nuevo para mí, que venía de trabajar en robótica para el Estado y luego para una empresa. Siempre en relación de dependencia, y ahora soy la owner de esta empresa, en donde trabajamos cinco personas distribuidas entre Salta, Buenos Aires y una en Alemania", cuenta entusiasmada.

España, México, Italia y Brasil son algunos de los países donde el traductor también tiene muchos usuarios. Hay otros países, como Alemania, por ejemplo, donde aún no hay adeptos. Detrás de TranscribeMe, aparecieron otros contactos muy similares para traducir audios a textos, pero la experta explica que, como no es posible aún patentar códigos, no se puede hacer nada: "Se puede patentar una idea, pero como la de un transcriptor es algo muy general, no pudimos hacerlo. Lo malo del software es que no deja patentar códigos, entonces no podemos hacer otra cosa más que ocultar el nuestro", agrega López Morillo.

¿Qué pasa con la privacidad de los audios de WhatsApp?

Según confiesa su fundadora, y sobre todo en época de elecciones y campañas políticas, mucha gente y también funcionarios tienen miedo de utilizar el bot, porque desconfían del destino que pueden llegar a tener todas esas traducciones. De hecho, ésa suele ser la mayor preocupación cuando se comparte información personal con herramientas que utilizan inteligencia artificial y tienen un creador humano detrás.

"No guardamos el contenido de los audios. Se procesa y pasa. Es decir, no tenemos una base de datos con toda esa información -explica la ingeniera-. Si me hackean esa base de datos no tenemos esa información. Pasa por acá pero no guardamos nada".

Todo, de acuerdo a la explicación que brinda desde TranscribeMe, queda en el chat de cada usuario. "Ante la consulta, nosotros enviamos la política de seguridad. Estoy de acuerdo que siempre hay que hacer doble clic en todo, por eso nosotros mandamos nuestra política de seguridad que explica que no se guarda nada".

TranscribeMe ya integra herramientas de inteligencia artificial.
TranscribeMe, una práctica herramientap ara sumar a WhatsApp.

Hipoacúsicos, con uso libre y gratuito

Como un beneficio colateral, ya que inicialmente los creadores de esta aplicación no habían pensado en su uso para personas hipoacúsicas o con dificultades en la compresión de audios, TranscribeMe se transformó en una herramienta clave para este público. "Fue muy bien recibida, y nos llegaron muchos mensajes de distintas escuelas, asociaciones y comunidades. Por eso, si nos hacen llegar un certificado de discapacidad, todos estos usuarios tienen un pack gratis para usar el transcriptor sin límite, y gratis".

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