Durante una reunión organizada el lunes pasado por un importante grupo de empresas pequeñas y medianas y que tenía como objetivo analizar las medidas del Gobierno, se generó una fuerte "catarsis" sobre la incertidumbre para cancelar la deuda con los proveedores.

La problemática de este sector es tan fuerte que varias Pymes ya no pueden operar porque sus proveedores les cortaron los suministros.

De ese modo, surgió la idea de preparar una propuesta para acercarle al Gobierno y que apunta a que estas compañías también puedan utilizar el mecanismo de funcionamiento de los bonos bautizados como Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL).

El título fue instrumentado por la Comunicación A 7918 del BCRA, tiene plazo máximo de vencimiento el 31 de octubre de 2027 y devengará un interés anual del 5%, orientado a empresas, tanto industriales como comerciales, que han realizado importaciones impagas y oficializadas entre el 1 de enero y el 26 de octubre.

Durante el encuentro de la cámara de empresas Pymes, se advirtió que el bono fue pensado para empresas grandes, pero sin tener en cuenta la realidad Pyme, lo cual llevó a uno de los participantes a elaborar una propuesta para sumar a este sector.

Bono, una postergación del pago y alternativa de inversión

A partir de una red de contactos establecida por el periodista Claudio Destéfano, la iniciativa llegó a las autoridades de la Subsecretaría de Comercio Exterior en donde se comprometieron a analizarla para evaluar su viabilidad.

El título fue instrumentado por la Comunicación A 7918 del BCRA, tiene plazo máximo de vencimiento el 31 de octubre de 2027

Actualmente, el bono cotiza en los mercados a una paridad entre el 80% y 85% y se prevé que su aceptación y pago quede exento del impuesto PAÍS (17,5%), aunque se trata de una versión aún no confirmada.

Para las empresas que exportan o tienen negocios en el exterior o guardan cierto tipo de relación societaria, el bono significa una postergación del pago y una alternativa de inversión a una tasa de interés razonable si se opta por tenerlo hasta el vencimiento.

Pero, en la propuesta realizada por este ejecutivo, para las Pymes, principalmente industriales, con proveedores que ya han cortado el suministro de los insumos por desconfianza, significa una solución con costos no previstos como la pérdida de transformar los bonos en dólares en el mercado a un valor inferior y la imposibilidad de su traslado a precios.

Ante ello, una posible solución que se le acercó al Gobierno podría ser la participación en esta conversión de una entidad financiera, ALIC y Fondo de Inversión, que pueda operar con condiciones como que el BOPREAL esté exento del impuesto PAÍS.

También que el inversor que adquiera a través de esas entidades estos bonos pueda considerar el aporte de sus dólares a los efectos del blanqueo impositivo.

Del mismo modo, que el agente financiero celebre acuerdos con cámaras empresariales para hacer una quita a sus socios del orden del 15%.

Los resultados de la propuesta

Para las Pymes, significa una solución con costos no previstos como la pérdida de transformar los bonos en dólares 

De aplicarse, y siempre según su autor, Marcelo Ferrando, la Pyme local suscribirá con pesos los BOPREAL en Argentina y pagará a su proveedor del exterior transfiriendo los bonos a su valor nominal, logrando la exención del impuesto PAÍS.

Previo a esa transferencia y aceptación del pago, el proveedor extranjero sellará un acuerdo con una entidad financiera, Fondo o ALIC a la cual le transferirá los bonos y cobrará su valor nominal sin ninguna quita.

Al mismo tiempo, el banco, el Fondo o la ALIC obtendrán el fondeo de los dólares a través de inversores que estén dispuestos a inmovilizar esos dólares hasta el 31 de octubre de 2027 o fecha anterior según sea el vencimiento el BOPREAL.

Ese aporte deberá ser considerado para el blanqueo impositivo y en ese momento el banco, Fondo o ALIC que pagó al proveedor en el exterior, debitará un cargo a la Pyme local por el 15% del valor nominal transferido.

"De esta forma, los inversores habrán suscripto un bono al 85% de su valor, teniendo una ganancia de 15 puntos en el momento cero y para la Pyme local ese costo en pesos será equivalente a haber pagado el impuesto PAÍS", explica el autor de la propuesta.

Además, la Pyme podrá solicitar la restitución en pesos a la AFIP por el impuesto PAÍS pagado como anticipo al momento de la nacionalización de la mercadería.

El Gobieno lograría una financiación genuina y saca de plaza unos $10.000 millones en pesos hoy colocados en inversiones

El organismo recaudador, a la vez, saldará esta deuda con un crédito fiscal nominal para ser compensado por la Pyme en el pago de futuros impuestos.

Mientras tanto, la entidad financiera, el Fondo o ALIC mantendrán los bonos hasta el vencimiento, obteniendo un interés del 5% anual (que en realidad es sobre una base del 85% real pagado). Producido el mismo, reintegrará en dólares en cuentas bancarias locales o del exterior a los inversores, neto de su comisión por la intermediación financiera.

Blanquear la inversión

"Todo esto quedará concluido, antes de la finalización del período presidencial", destaca la propuesta, cuyas ventajas para las Pymes son que podrán cancelar su deuda al exterior sin sobre costos, al compensar la quita del bono con el no pago del impuesto PAÍS.

En el mismo sentido, el inversor logrará una renta del 5% anual en dólares y una rentabilidad anticipada del 15% de su valor nominal en el momento cero. Adicionalmente, puede blanquear el monto invertido sin costo adicional, mientras que las entidades intermediarias obtendrán una rentabilidad por su intermediación, que genera institucionalidad a la operación.

En el caso del Gobierno, logra una financiación genuina y saca de la plaza unos u$s10.000 millones en pesos que hoy están colocados en inversiones financieras.