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Dos amigas juntaron todos sus ahorros y lanzaron una exitosa marca de juguetes textiles

En plena alza de la inflación y caída del consumo, dos diseñadoras argentinas lanzaron al mercado una marca de juguetes textiles para niños
04/02/2024 - 08:02hs
Zorro Blanco, juguetes textiles

Emprender es una aventura a pesar de la crisis, así lo ven las socias de un emprendimiento de juguetes textiles. "Vendimos menos juguetes textiles de lo proyectado, pero estamos realizando y planificando nuevas acciones para mejorar las ventas", dice optimista Victoria Diz, quien junto a su amiga Victoria López, acaban de lanzar al mercado Zorro Blanco, una marca de juguetes y espacios lúdicos para niños. No tuvieron un lanzamiento espectacular ni se les agotó la producción en un día. Sin embargo, estas emprendedoras, confiando en su producto, decidieron emprender a pesar del contexto y aguantar.

El lanzamiento de Zorro Blanco no podría haberse producido en un momento más desafiante desde el punto de vista económico. La inflación que no encuentra techo y la caída del consumo planteaban un escenario poco propicio para la gestación de nuevos negocios. Sin embargo, quizás haciendo honor a sus nombres las socias de  Zorro Blanco decidieron desafiar las adversidades y convertir la dificultad en una oportunidad y una tercera Victoria.

Con ese espíritu obstinado del emprendedor y una inversión inicial de u$s10.000 que juntaron de ahorros y familiares, Diz y López, apostaron por la creatividad y la calidad en el diseño de juguetes textiles. Su lanzamiento en diciembre de 2023 no solo desafiaba la crisis económica reinante, sino que también marcaba la entrada de un producto que definen como innovador.

En realidad, cuentan, la idea era diseñar productos textiles para el hogar, pero Juan, uno de los dos hijos de Diz, las motivó a pensar en una alternativa de juegos para que los pequeños nativos digitales conozcan y disfruten de jugar sin necesidad de estar detrás de una pantalla. "El zorro blanco era su animal favorito. Tenía un juego con muchos animales, pero siempre andaba por todos lados con la carta del zorro blanco", cuenta Diz.

Actualmente tienen tres productos: Casita Pehuén Co, el Teatro de Títeres Cariló y una línea de títeres para despertar la imaginación, ingenio y diversión. "Queremos que las infancias puedan explorar su creatividad y aprender desde lo lúdico, con amigos y familia. Creemos que el juego en familia genera un ambiente de confianza y seguridad, de afecto y respeto, que permite la expresión, diálogo y escucha de pensamientos y sentimientos", dice Diz.

Los juguetes están realizados de manera artesanal y consciente. "Diseñamos, desarrollamos y fabricamos nuestros productos desde el comienzo, con atención en los materiales y los detalles, para que tengan una larga vida útil y sean fáciles de usar, mantener y guardar", aclara López sobre la marca que trabaja textiles de algodón, durables y fáciles de lavar en el lavarropas.

Con una inversión de u$s 10.000 Zorro Blanco salió al mercado a pesar del contexto de crisis desfavorable
Con una inversión de u$s10.000, Zorro Blanco salió al mercado a pesar del contexto de crisis desfavorable.

Recordando su propia infancia, las emprendedoras recrearon sus juegos debajo de la mesa familiar, ese espacio mágico que se convertía en una casa, un negocio o el aula de la escuela. De aquellos momentos, nació la Casita Pehuén Co, el producto estrella de Zorro Blanco que permite vestir una mesa o cualquier otra estructura, como por ejemplo el tendedero de ropa, y recrear una casa con puertas y ventanas, en este caso de puro tusor de algodón con estampados de tintas al agua. Con la misma lógica está diseñado el teatro que resulta de una cortina que puede colgarse de un barral en una puerta.

"Nuestros productos están pensados para disfrutar en familia, no solo de los juegos, sino también de los espacios compartidos de la casa. Son ideales para espacios pequeños, fáciles de cuidar y duraderos, un atributo muy importante a la hora de invertir en un juguete", agrega López.

El diseño y desarrollo de los productos lo realizan Diz y López, y la producción la reparten entre ellas y talleres externos, cuidadosamente seleccionados para asegurar la calidad y durabilidad de los juguetes. "Es la primera vez que nos lanzamos a emprender y si bien imaginábamos que tendríamos dificultades, lo que nunca imaginamos fue que el desafío mayor iba a ser encontrar talleres donde confeccionar nuestro producto, pero perseverantes los encontramos", cuenta López.

La decisión de vender online a través de su propia plataforma web revela una estrategia inteligente para sortear los desafíos del mercado físico y alcanzar a un público más amplio.

La independencia financiera, un pilar clave para emprender

Las socias comercializan los productos Zorro Blanco de manera online. Sin embargo, adelantan que tienen previsto empezar a participar de ferias y eventos colaborativos con otros emprendedores para luego llegar a las jugueterías especializadas en juegos didácticos.

"Lanzamos la marca con un stock de productos terminados, pero sabemos que nuestros proveedores de insumos y servicios nos van a ir actualizando los precios en relación a la inflación, lo que seguramente influirá en nuestros costos y márgenes de ganancias", reconoce Diz.

La idea original fue hacer textiles para el hogar, pero Juan uno de los hijos de las socias,  las inspiró para hacer juguetes
Juan uno de los hijos de las socias, las inspiró para hacer juguetes adaptables a una mesa,un tender o el marco de una puerta.

Sin embargo, una característica distintiva de Zorro Blanco es que las fundadoras, lejos de depender exclusivamente del éxito del emprendimiento, mantienen empleos como diseñadoras freelance y en relación de dependencia en la empresa de avíos, donde se conocieron. No menor, esta decisión  de no depender del emprendimiento, al menos en el inicio, les otorga una red de seguridad financiera mientras construyen y consolidan su marca.

También el apoyo del entorno fue un componente clave para animarse a emprender. Contar con un sistema de apoyo sólido, aseguran, proporciona no solo respaldo emocional, sino también genera la confianza en el producto que ofrecen. La calidad y la originalidad de los juguetes textiles de Zorro Blanco son la piedra angular de su identidad, creando una marca en la que no solo los creadores, sino también sus amigos y familiares, creen apasionadamente, fundamentalmente los hijos de Diz, que son los primeros catadores.

"Sabemos que lanzamos el emprendimiento en un momento muy complicado, con una gran baja del consumo, pero confiamos mucho en nuestros productos, creemos que son una propuesta innovadora. Para nosotras es clave la satisfacción que produce ver los frutos del trabajo, la evolución de la idea a la materialización. El orgullo que sentimos cuando lanzamos los productos y sobre todo cuando vemos la reacción positiva de los niños y los adultos que los usan es enorme", concluyen satisfechas.