Cuánto hay que invertir en una franquicia de Jobs, el mítico bar que marcó a una generación
Por más de dos décadas, Jobs fue un ícono de la noche porteña, especialmente en Recoleta, donde funcionó hasta su cierre en 2021. Con nuevos dueños, aquel bar alternativo donde el juego y la música se mezclaban con una propuesta gastronómica simple y accesible, ahora apuesta fuerte a crecer a través del sistema de franquicias.
Su oferta de cervezas, dardos, metegoles y bowling que marcó su identidad, sumada a la potencia de una marca grabada en la memoria colectiva, fue lo que sedujo a Julián Mizrahi cuando se le presentó la oportunidad de adquirir Jobs. "Una frase que me quedó grabada fue la del dueño anterior, que me dijo que por el bar había pasado más gente que toda la población de Uruguay. Supe que no podíamos dejar que se apagara esa llama", contó Mizrahi a iProfesional. Junto a su socio, Fernando Suárez, decidieron comprar el fondo de comercio y relanzar la propuesta.
La inversión para la compra de la marca fue de unos u$s150.000 y el primer paso fue mudarse a un nuevo local, esta vez en Boedo. El traslado no fue sencillo: tomó dos años reabrir las puertas. Sin embargo, el resultado sorprendió a los socios: "Nos dimos cuenta de que la marca seguía muy activa y poderosa. Con muy poca comunicación y en un barrio nuevo, volvieron los clientes habituales y empezó a venir un público nuevo, joven, que no era cliente antes. Eso nos confirmó que había Jobs para rato.", señaló el empresario.
Con esa validación del mercado, los nuevos dueños decidieron dar el siguiente paso, abrir más locales. Actualmente, la marca tiene dos locales propios en funcionamiento (En Boedo y Palermo) y otros dos en obra (En Núñez y Ramos Mejía). Además, avanzan con tratativas en cuatro provincias para sumar franquiciados. "Nos interesa especialmente llegar a Santa Fe y Córdoba, pero buscamos ciudades con más de 400.000 habitantes. Esas son las plazas ideales para nuestro modelo", detalló Mizrahi.
Para abrir una franquicia de Jobs se necesitan u$s150.000
Para escalar el negocio sin perder la esencia, desarrollaron tres modelos que se adaptan a distintos perfiles de inversión. El primero replica el formato más clásico de Jobs, con su característica arquería y una estética que remite al espíritu original del bar. El segundo tiene como eje los juegos arcade, ideal para los nostálgicos de los videojuegos retro. Y el tercero, el más ambicioso en términos de inversión y superficie, incluye pistas de bowling y apunta a ofrecer una experiencia integral de entretenimiento. Esta flexibilidad permite que potenciales franquiciados elijan el tipo de local que mejor se ajuste a su presupuesto y a las condiciones del mercado local.
La inversión estimada para una franquicia estándar ronda los u$s110.000, de los cuales u$s10.000 corresponden al canon de ingreso sin mercadería y u$s100.000 se destinan al acondicionamiento del local, calculado en unos u$s250 por metro cuadrado. Todos los locales se entregan llave en mano, ya equipados y con el personal entrenado. El formato de franquicia completo que incluye pistas de bowling, la inversión asciende a unos 150.000 dólares.
"Es un negocio de bajo costo por metro cuadrado en comparación con otras marcas del sector. Además, no exige que el franquiciado tenga experiencia previa en gastronomía ni que esté presente todo el tiempo en el local", explicó Mizrahi. En promedio, cada punto de venta requiere unos 14 empleados para operar.
A esto se suma el pago de regalías del 5% y un canon publicitario del 2% mensual. A cambio, la casa matriz ofrece acompañamiento constante: desde la capacitación inicial, con asesoría intensiva durante los primeros dos meses, hasta el soporte continuo a través de canales directos de contacto.
Uno de los puntos fuertes del negocio es su facturación: Jobs estima una facturación promedio anual de 650 millones de pesos por local. El recupero de la inversión, según Mizrahi, puede lograrse en un año y medio como máximo, aunque ya han registrado casos donde se logró en tan solo ocho meses.
Entre los requisitos para abrir un Jobs, el local debe tener como mínimo 400 metros cuadrados, ya que el espacio es clave para las atracciones que definen el diferencial del bar. También es necesario evaluar la habilitación municipal, dado que los juegos de destreza pueden requerir permisos específicos según la jurisdicción.
Además del modelo tradicional de franquicia, la marca incorporó recientemente una propuesta de inversión alternativa a través de crowdfunding, pensada para quienes no quieren asumir la operación diaria, pero sí buscan diversificar su portafolio: "Es una inversión de bajo riesgo, con retornos estimados del 15% anual en dólares en un plazo de hasta dos años", agregó Mizrahi. Esta opción también permite participar en múltiples locales y aumentar la visibilidad del inversor en el ecosistema de la marca.
De cara a 2025, la marca proyecta abrir dos locales propios y dos franquicias más, y su ambición a cinco años es consolidar una red de 20 locales en América Latina. "Creemos que Jobs tiene el potencial para convertirse en una marca regional. La fórmula de entretenimiento + gastronomía + comunidad es universal", concluyó Mizrahi.
Con una marca fuerte, un modelo flexible y una propuesta de franquicias accesibles, Jobs apunta a convertirse en el bar favorito no solo de los porteños nostálgicos, sino también de una nueva generación de emprendedores y clientes en todo el país.