La mayor productora de papel del país, al borde del default
Desde principios de año, cada vez son más los casos de empresas que intentan evitar el fantasma del default, pero que no pueden hacer frente al pago de sus deudas, tal como sucedió con las agropecuarias Los Grobo; Agrofina y Surcos, y con las energéticas del Grupo Albanesi.
En todos los casos, se trata de sociedades que incumplieron con la cancelación de pagos programados a partir de la emisión de Obligaciones Negociables (ON) por millonarios montos que fueron quedando en el camino.
A este grupo se acaba de sumar Celulosa Argentina, la mayor productora de papel de la Argentina y que está controlada principalmente por Tapebicuá Investment Company, con el 66,4% del capital y que a su vez está integrada por los empresarios Douglas Albrecht; José Urtubey y Juan Collado, aunque adicionalmente existen otros accionistas minoritarios, incluyendo algunos con información privilegiada.
Desde fines del año pasado, la sociedad atraviesa por una fuerte crisis financiera que la obligó a contratar los servicios de la consultora VALO Columbus especializada en reestructuración empresaria, para analizar alternativas que le permitan reorganizar su perfil de endeudamiento, mejorar su posición de liquidez y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios a partir de las propuestas que viene elaborando la consultora financiera VALO Columbus.
Inminente default: el pasivo millonario de Celulosa Argentina
Celulosa compite en un sector como el foresto industrial que, en toda su cadena de valor, como la gran mayoría de la agroindustria en Argentina, es competitivo y de un enorme potencial para generar exportaciones y empleo de calidad, como lo demuestra la performance de compañías similares en Brasil, Uruguay y Chile.
Sin embargo, hasta ahora no parece haber logrado dicho objetivo, si se tiene en cuenta el reciente documento que Celulosa Argentina acaba de enviar a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para informar que no podrá afrontar el pago de una serie de Obligaciones Negociables (ON), que vence durante este mes de mayo.
Tampoco tendrá la chance de cancelar cheques de pago diferido que emitió durante los meses anteriores por un monto cercano a los u$s25 millones.
Es más, la calificadora FIX SCR, le bajó la nota a varios de esos títulos por tener riesgo de default, entre los que se encuentran las ON Clase 13 por hasta u$s60 millones; ON Clase 17 por hasta u$s12 millones; Clase 17 adicionales ampliables hasta u$s20 millones; Clase 18 por hasta u$s40 millones, entre otras.
Asimismo, bajó a Categoría C (arg) desde Categoría B (arg) la calificación de Emisor de Corto Plazo de la empresa y de otra serie de títulos de corto plazo emitidos por la compañía.
Las opciones de la mayor productora de papel para evitar la quiebra
De acuerdo a un documento elaborado por FIX, la calificación de largo plazo Categoría CCC (arg): "CCC" implica un riesgo crediticio muy vulnerable respecto de otros emisores o emisiones dentro del país.
Si bien VALO Columbus continuará trabajando con los acreedores para regularizar la situación, todo indica que a la empresa le quedan dos caminos: presentarse en concurso preventivo de acreedores o declarar el default.
En el primer caso, seguiría el ejemplo del resto de las empresas que ya atravesaron por una situación similar y que terminaron por recurrir a la protección judicial para, precisamente, evitar la segunda opción, considerada "la más trágica" de todas.
En el comunicado enviado a la CNV, los ejecutivos de Celulosa dejan la puerta abierta para una tercera alternativa como es la de sumar nuevos socios a partir de la venta de la mayoría del capital.
"La compañía informa adicionalmente que todos los recursos disponibles se van a utilizar estratégicamente para asegurar la operación y la continuidad laboral priorizando el normal abastecimiento de nuestros clientes", se sostiene en el informe a modo de llevar tranquilidad a sus trabajadores y a sus acreedores.
Las razones de la crisis
Además, se enumeran una serie de factores que, según la mirada del directorio de Celulosa, contribuyeron a deteriorar la capacidad de generación de caja de la compañía.
En realidad se trata de los mismos enunciados que encuentran detallados en los informes de las calificadoras FIX y Moody´s y que estarían vinculados a lo que los ejecutivos de la empresa califican como "un contexto macroeconómico desafiante".
En primer lugar, se menciona a la caída en el nivel de ventas superior al 30% en el mercado doméstico con una frágil recuperación a la fecha; seguida por un incremento sustancial en los costos fijos medidos en dólares, producto de una apreciación significativa del tipo de cambio, que también reduce el margen en la exportación.
También se apunta a un costo del capital medido en dólares que ronda entre el 35% y el 45% (contracara del "carry trade"), que financió el estiramiento de los plazos de pago (provocando un incremento del capital de trabajo de manera relevante.
Otro factor que figura en el documento es el incremento de la percepción de riesgo sistémico en el mercado financiero por eventos como el concurso preventivo de la firma Los Grobo y el default de Red Surcos, en un principio, y luego la incertidumbre que se generó en relación con los tiempos y el contenido del acuerdo de facilidades con el Fondo Monetario Internacional, dada sus posibles consecuencias para la política cambiaria y monetaria.
"Como resultado de todo ello, la mayoría de los acreedores de corto plazo aceleraron el reclamo de cancelación de sus posiciones, generando una presión adicional sobre la caja y la estructura financiera de la compañía", explica Celulosa.
De todos modos, la empresa intenta mostrar que podrá salir de la crisis al sostener que su accionista principal "ha demostrado un fuerte compromiso con su sostenibilidad operacional y financiera, habiendo realizado inyecciones de capital equivalentes a u$s7.440.000 millones a la fecha".
En ese sentido, el documento agrega que "se está haciendo y hará sus mejores esfuerzos para mejorar la situación operativa y financiera, compromiso que sostiene hace 20 años".
Cambio de accionistas
Hace unos días sus accionistas principales cerraron una operación financiera que involucra un cambio en el control accionario de Celulosa Argentina, para obtener fondos frescos que le permitan sostener sus actividades en el actual contexto de crisis que sufre la empresa.
En este sentido, los tres principales accionistas de Tapebicuá aceptaron reducir sus tenencias directas e indirectas en la sociedad al 46,79% del capital. Mediante un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) este lunes 5 de mayo, el accionista controlante de Celulosa explica que "esta reducción accionaria se produjo como resultado de la venta de acciones en el mercado por parte de Tapebicuá Investment Company con el fin de inyectar fondos a la sociedad".
El reporte agrega que, si este holding y sus afiliadas capitalizaran sus créditos contra la sociedad, "su participación accionaria excedería en mucho el 45,79% de la sociedad, por lo cual esta circunstancia podría ser transitoria". En este sentido, del análisis de la composición accionaria de la sociedad surge también que ningún otro accionista controla el 5% del capital social, con lo cual Albrecht; Urtubey y Collado seguirán siendo los controlantes de Celulosa.
De todos modos, este cambio accionario se suma a las otras estrategias que viene llevando a cabo la empresa para mejorar su perfil, como la optimización de costos que comenzó con la aplicación de un nuevo sistema informático y recibió de su grupo controlante una nueva inyección de capital a través de distintos instrumentos.