Cómo invertir en una franquicia de la casa de empanadas El Noble y no pagar canon de ingreso
Después de un período de introspección y reformulación, El Noble —la emblemática marca argentina de empanadas— vuelve con fuerza al mercado. Su objetivo no es menor: recuperar la confianza de los consumidores, consolidar su posicionamiento como una opción de comida rica, práctica y accesible, y expandirse en todo el país a través de un modelo de franquicias moderno y profesionalizado.
Detrás del relanzamiento está Delicias Argentinas, el holding que adquirió la compañía en 2022. En diálogo con este medio, Gaspard Hambückers, CEO del grupo, cuenta cómo encararon el proceso: "Hicimos foco en mejorar el producto, que no estaba a la altura de lo que la marca representa. Hoy tenemos un producto muy bueno, competitivo en precio y de alta calidad. Queremos que el consumidor vuelva a confiar".
En esta nueva etapa, El Noble ya no es solo sinónimo de empanadas. La compañía amplió su portafolio con pizzas, tartas (como la de puerro y pollo, una de las favoritas del CEO), y una línea de productos de panadería que incluye medialunas, croissants y budines. Además, sumó opciones vegetarianas, veganas y con masa integral, respondiendo a los nuevos hábitos de consumo.
La planta industrial ubicada en Garín, provincia de Buenos Aires —de 7.000 m² cubiertos sobre un predio de 22.000 m²— fue certificada con estándares internacionales. Obtuvo las certificaciones FSSC 22000 (seguridad alimentaria) y SMETA (comercio ético), dos sellos que solo poseen unas pocas plantas en el país. Estas acreditaciones les permiten exportar con mayor agilidad hacia los mercados más exigentes. De hecho, ya comenzaron envíos a Uruguay, Brasil y Paraguay, y negocian acuerdos en Chile y Europa.
"Nuestra planta, donde trabajan unas 120 personas, tiene capacidad para producir 4 millones de unidades de producto por mes. Eso nos da escala para sostener precios accesibles sin resignar calidad", explica Hambückers. La apuesta es posicionarse como la mejor relación precio-calidad del mercado, sin competir en la franja más baja ni en la gourmet. "Una empanada nuestra cuesta entre $1.500 y $1.600, muy por debajo de otras opciones premium de $4.000. Y usamos ingredientes nobles, como dice nuestro nombre", señala el CEO.
El nuevo branding, que ya empezó a verse en los supermercados a través de un nuevo packaging, también busca conectar con las nuevas generaciones sin perder la identidad. La estrategia incluye activaciones en eventos masivos, como el foodtruck que participó del recital de Shakira en el Campo Argentino de Polo en marzo de este año, y un fuerte impulso en redes sociales.
"Hoy El Noble vuelve a estar en el corazón de los argentinos. Queremos que lo sientan como un producto que los cuida, que está cerca y que representa lo mejor de nuestras tradiciones", resume Hambückers.
Los primeros 10 franquiciados no pagan canon de ingreso
El relanzamiento de El Noble no solo busca reconquistar al consumidor argentino, sino también ofrecer una propuesta de negocio atractiva para nuevos franquiciados. La marca, que supo tener más de 120 locales en su época de mayor expansión, hoy apuesta a una nueva red más sólida, rentable y acompañada desde el inicio, con la meta de cerrar el año con al menos 20 puntos de venta funcionando bajo su nuevo formato.
La gran novedad de esta etapa es que no se le cobrará fee de ingreso a los primeros 10 inversores que se sumen al proyecto durante el relanzamiento. Es decir, el franquiciado puede abrir su local sin pagar el tradicional derecho de entrada. "Queremos que nos acompañen en este nuevo camino, y por eso decidimos acompañarlos también nosotros. Los primeros locales van a tener condiciones preferenciales. Apostamos a relaciones de confianza mutua", afirma Hambückers.
Como parte de su nuevo esquema, la empresa diseñó tres formatos de franquicia adaptados a distintos perfiles de inversión, ubicación y tipo de operación. Además del modelo completo con salón, que implica una inversión total aproximada de u$s42.200, existen dos alternativas más accesibles y de menor complejidad operativa: el formato Take Away y el formato foodtruck.
El modelo Take Away está pensado para espacios más reducidos, como patios de comidas o supermercados. No requiere cocina ni atención en salón. Con una inversión estimada de u$s24.200. También contempla la posibilidad de operar bajo la modalidad de delivery, lo que amplía el alcance sin necesidad de una gran estructura.
La tercera alternativa es el formato foodtruck, una opción que permite participar en eventos, ferias o parques habilitados. En este caso, la inversión inicial ronda los u$s23.500, lo que lo convierte en el modelo más económico para ingresar a la red de franquicias. Según el equipo de El Noble, es una excelente puerta de entrada para emprendedores que quieren iniciar con una unidad móvil y luego, eventualmente, escalar a un local fijo.
Más allá del formato elegido, todos los modelos comparten una misma lógica: productos de alta calidad con procesos estandarizados y simples, que llegan listos para hornear, una fuerte inversión en marketing institucional y un acompañamiento cercano del equipo central. "Nos importa mucho que el franquiciado no se sienta solo. No alcanza con darle un manual, hay que estar presentes. Por eso diseñamos un plan de apertura y seguimiento que cubre desde el entrenamiento inicial hasta acciones comerciales para ayudar a traccionar ventas", explica Hambückers.
La propuesta de producto fue diseñada específicamente para garantizar rotación diaria y ticket promedio atractivo, sin complicar la operación: se trabaja con una carta sencilla, con diez sabores de empanadas tradicionales, cinco variedades de tartas, opciones de pizzas, productos de panadería para cubrir todas las necesidades del día, desde el desayuno hasta la cena. Los productos llegan listos para hornear, lo que reduce la necesidad de personal especializado. "No necesitamos chefs, ni experiencia gastronómica previa. Lo que buscamos es compromiso con la calidad del producto y una buena atención al cliente", señala Hambückers.
Otra ventaja del modelo es la fortaleza de marca. Aunque muchos locales cerraron en el pasado por problemas de gestión o falta de actualización, El Noble nunca desapareció de la mente del consumidor argentino. Esa "memoria afectiva" que genera sigue viva y es una de las armas comerciales más potentes del relanzamiento.
"Hay gente que no se olvidó de la marca. Muchos se quedaron con ganas de abrir una franquicia años atrás y hoy nos vuelven a contactar, entusiasmados por esta nueva etapa", cuenta Hambückers.
Con más de 25 años de historia, escala industrial, una marca reconocida y un producto renovado y competitivo, El Noble busca socios que quieran formar parte con franquicias de su próxima gran etapa de expansión. Las puertas ya están abiertas. Y, como dicen ellos, siempre hay lugar para algo noble en la mesa.