Dos ex ejecutivos de ARSAT estarán al frente de la privatización de empresas ferroviarias
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El gobierno nacional dio un paso hacia la privatización de las empresas estatales que hasta ahora tienen a cargo la gestión de las redes ferroviarias. Mediante la publicación de una resolución en el Boletín Oficial de la Nación, se avanzó con el cambio social de dos de las empresas encargadas de esas actividades como son Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) y Trenes Argentinos Infraesutructura (ADIFSE).
Ambas dejaron de ser sociedades del Estado para convertirse en sociedades anónimas y pasaron a denominarse legalmente SOFSA y ADIFSA, aunque manteniendo sus actuales denominaciones de fantasía bajo la marca "Trenes Argentinos".
Se trató de un cambio obligado para cumplir con los preceptos del DNU 70/2023, que derogó por "necesidad y urgencia" la existencia de las sociedades del Estado, una figura que fue creada por la ley 20.705, de 1974.
Pero el decreto llamado "Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina", declaró una emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social hasta el 31 de diciembre de este año, además de establecer reformas que impactan en diversos sectores, incluyendo la desregulación de mercados, la modificación de leyes laborales, la derogación de leyes de protección al inquilino y la derogación de la Ley de Tierras, entre otras.
La medida impulsada por el propio presidente Javier Milei también dispuso la reconversión de todas las empresas estatales en sociedades anónimas en un plazo de 180 días, período luego prorrogado por otros 180 días y más tarde por otros 60.
Alivio para el Tesoro con la privatización de empresas ferroviarias
Si bien la modificación del tipo social de SOFSA y ADIFSA, no implica ningún cambio en la composición accionaria, sienta un precedente para iniciar el proceso de privatización de ambas sociedades ferroviarias, al estilo de lo que el Gobierno pretende hacer con otras empresas estatales como Aerolíneas Argentinas, AySA o Trenes Argentinos Cargas.
Pero, mientras este camino sigue su rumbo de manera pausada y sin prisa, la modificación societaria implica un alivio para las arcas del Tesoro ya que desaparece la obligación de asistencia financiera estatal.
También libera el camino para acelerar el plan oficial para privatizar las empresas ferroviarias a través de la conversión de SOFSE y ADIF en sociedades anónimas y la licitación de los servicios y la infraestructura y operaciones ferroviarias, separando la operación y la administración de las vías, el material rodante y los talleres.
Ahora y seguramente para acelerar los plazos de traspaso de las dos empresas al sector privado, o en su caso de ser concesionadas, el gobierno nacional decidió cambiar a sus actuales autoridades.
En ambos casos, las autoridades nacionales optaron por reemplazar a los principales ejecutivos de ambas sociedades por funcionarios que venían ocupando altos cargos en ARSAT.
De los satélites a las vías
Se trata de Gerardo Boschin y de Leonardo Fabián Comperatore, quienes hasta ahora eran erente de Administración y Finanzas y gerencia de Relaciones Institucionales respectivamente, de la llamada Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima), que fue creada para desarrollar e implementar una política satelital nacional, con foco en satélites geoestacionarios de telecomunicaciones.
Si bien esta sociedad también podría ser sujeta a privatización, su objetivo fundacional sigue siendo el diseño, desarrollo, construcción, lanzamiento y operación de estos satélites, así como la comercialización de los servicios satelitales que ofrecen.
En el caso de Trenes Argentinos Operaciones, será Boschin quien asuma la responsabilidad de conducir la sociedad encargada de administrar la operación de los trenes de pasajeros.
Su premisa será la de preparar la venta de SOFSE y reemplazar en esa estrategia a Matías Galparsoro, quien hasta ahora venía ocupando el cargo de presidente.
En cuanto a Trenes Argentinos Infraestructura, Comperatore será el nuevo titular de la empresa responsable de administrar la infraestructura ferroviaria del país.
Experiencia en el sector privado
Según un comunicado emitido por la Secretaría de Transporte, "las nuevas autoridades tendrán la responsabilidad de iniciar una etapa de gestión con especial hincapié en profundizar las mejoras necesarias para el sector ferroviario con la premisa de cuidar el gasto público y destinar los recursos financieros a las necesidades primordiales del sistema".
En sector empresario entienden que en el caso de Boschin se encuentra preparado para cumplir esas premisas ya que recuerdan que es administrador de empresas y que posee una trayectoria de más de 20 años en compañías privadas y cinco años de experiencia en el sector público.
Por su parte, recuerdan que Comperatore es un abogado que cuenta con más de 30 años de experiencia en funciones públicas.
Las empresas que ambos funcionarios deberán gestionar a partir de este jueves 28 de mayo fueron creadas en el 2008 por medio de la ley 26.352 de reordenamiento de la actividad ferroviaria.
Inicialmente, sus actividades fueron escasas, pero luego de la llamada Tragedia de Once, tomaron mayor protagonismo que se profundizó tras la creación del Ministerio de Transporte.
Empresas sin protagonismo
A partir de ese momento, fueron usadas para comenzar a revertir la situación de deterioro del sistema a través de una fuerte inversión pública.
En el caso de SOFSE, en el 2013 asumió la operación de la línea Sarmiento y luego, en 2015, del resto de las líneas metropolitanas hasta entonces controladas por operadoras de emergencia (UGOFE/UGOMS), que habían tomado a su cargo la gestión tras el fracaso de las respectivas concesionarias privadas, según detalla una nota publicada en el medio especializado enelsubte.com.
La empresa también tomó el control de los servicios de larga distancia y regionales, tanto de algunos existentes como de otros nuevos durante los años de gobiernos kirchneristas, en los cuales recibió millonarias inyecciones de dinero público para modernizar el material rodante y renovar completa o parcialmente la flota de todas las líneas metropolitanas administradas por el Estado.
En el caso de la ahora ADIFSE, se ocupó de una gran cantidad de obras de infraestructura, como renovaciones de vía, electrificaciones, reconstrucción de estaciones y viaductos.
En la actualidad, el protagonismo de ambas sociedades es menor ya que el gobierno libertario frenó varias iniciativas para ampliar y mejorar la red ferroviaria con fondos del Estado como las electrificaciones de nuevos tramos en la línea Mitre, San Martín o Belgrano Sur, además del viaducto de la línea Belgrano Sur a Constitución, que registran pocos o nulos avances desde finales de 2023.
Según el informe de elsubte.com, "las pocas inversiones que se están realizando en el sistema ferroviario son encaradas por el Estado bajo el paraguas de la emergencia ferroviaria, que sólo se limita a compras o tareas que revistan urgencia para garantizar la seguridad operacional".