• 7/12/2025
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La dueña de bizcochos 9 de Oro logró el aval de la Justicia para reestructurar su millonaria deuda

El grupo dedicado a la molienda de harina de trigo logró que la Justicia homologue su propuesta para reestructurar el pago de una millonaria deuda
01/08/2025 - 18:59hs
La dueña de bizcochos 9 de Oro logró el aval de la Justicia para reestructurar su millonaria deuda

A fines de diciembre del año pasado y tras varios años de negociaciones con sus acreedores, uno de los principales jugadores del negocio de la molienda de harina de trigo del país se preparaba para cerrar una "conflictiva" etapa de su historia.

Se trata de Molino Cañuelas, empresa controlada por la familia Navilli, quienes comenzaron con un pequeño molino en Laboulaye, Córdoba, en 1931 y que actualmente es considerado como un importante actor en la molienda de trigo y la producción de alimentos, incluyendo marcas como 9 de Oro, Pureza, y Mama Cocina.

Su producción anual supera las 2.200.000 toneladas de alimentos en 22 plantas industriales y exporta a más de 80 países, cuenta con 4.000 colaboradores de forma directa y lleva lanzados más de 300 nuevos productos lanzados al mercado en los últimos tres años.

Recientemente, la empresa ha ampliado su negocio con la adquisición de la cadena de panaderías "Costumbres Argentinas", expandiéndose hacia el comercio minorista, además de generar ventas anuales cercanas a los u$s1.000 millones y controlar el 30% de este sector y con varias de sus marcas liderando mercados.

La compañía tiene una trayectoria de más de 90 años, es considerada referente de alimentos de marca en Argentina y, a partir de efectos producidos desde la macroeconomía, debió endeudarse en u$s1.500 millones con un importante número de acreedores, entre los que se encuentran grupos multinacionales y bancos locales y extranjeros.

Molino Cañuelas: largo proceso concursal

En ese contexto, en marzo también del 2024, su directorio inició el proceso de reestructuración de ese pasivo que había sido determinado judicialmente en el 2021 por el Juzgado Civil y Comercial 6° de Concursos y Quiebras de Sexta Nominación de Río Cuarto a cargo de Mariana Martínez.

La magistrada recibió una propuesta unificada de acuerdo preventivo para regularizar su situación financiera que comenzó luego de que la firma se hiciera cargo de la deuda de la ya desaparecida Compañía Argentina de Granos (CAGSA), empresa del grupo que se dedicaba a brindar servicios a los productores agropecuarios para facilitar e instrumentar el sistema de canje de granos para la compra de todo tipo de insumos, incluyendo maquinarias y vehículos, que también se encontraba en la misma situación concursal.

De hecho, en estos meses el Juzgado a cargo de ambas causas llevó a cabo varias audiencias de seguimiento y control del proceso del cual participaron representantes de las empresas; de sus mayores acreedores y de los asesores financieros de Molino Cañuelas pertenecientes a First Capital Group.

Como consecuencia de estas negociaciones, el grupo presentó lo que, en ese momento, fueron consideradas las primeras bases de una propuesta inicial de reestructuración que consistía en honrar el 100% de esos u$s1.200 millones que adeuda, respetando las monedas originales, que en un 99% es moneda extranjera.

Con aval judicial

Ahora, el directorio de Molino Cañuelas acaba de anunciar que el Juzgado de Río Cuarto dictó la homologación judicial del acuerdo de reestructuración que fue orquestado por First Capital Group, junto con el estudio de abogados Alegría & Buey Fernández, Fissore y Montemerlo; el estudio Cainzos & Fernández y Prenrou.

Además, tuvieron el asesoramiento financiero, legal y técnico de Juan Manuel González Capra y Facundo Carranza, todos quienes, según un comunicado de la empresa "colaboraron para fortalecer significativamente la estructura de capital y la capacidad financiera de la compañía, consolidando a Molino Cañuelas como una de las principales empresas de alimentos del país".

La oferta de reestructuración ya se había anticipado el año pasado mediante una masiva reunión vía Zoom de la que participaron el 97% de sus acreedores y en la cual se mostró un panorama de las operaciones de Molino Cañuelas y se debatieron ideas adecuadas para solucionar el problema para, de ese modo, resolver amigablemente la salida del concurso preventivo.

En ese evento vía zoom, la empresa logró buena receptividad de parte de casi la totalidad de sus acreedores y pudo acordar la continuidad de las negociaciones, siempre con el objetivo de encauzar la salida concursal honrando la liquidación total de una deuda que, en un 85% está en manos de acreedores quirografarios y el resto se reparte entre los llamados privilegiados.

De hecho, en este último caso, el pasivo ya fue renegociado el año pasado y los acreedores se encuentran al día con sus cobros, tal como marca el cumplimiento de las obligaciones asumidas por Molino Cañuelas en ese momento.

Además, la empresa no dejó de operar durante todo este período en el cual tampoco despidió personal y, por el contrario, siguió lanzando nuevos productos al mercado que sumó a sus ya tradicionales marcas como Cañuelas; Pureza; 9 de Oro; Paseo; Mamá Cocina; Horno Casero; Pizza Pietro y Dulce mamá, entre otras.

Plan de tres pasos

Tras ese encuentro virtual, Molino Cañuelas pudo acordar en su proceso de reestructuración financiera un apoyo cercano al 90% de los acreedores, más precisamente del 89,07%, alcanzando las mayorías requeridas para la aprobación de la propuesta concursal que involucra a más de 650 acreedores y un pasivo quirografario de u$s1.290 millones.

A partir de ahora, la empresa deberá cumplir con un plan que consta de tres opciones (contado, corto plazo y largo plazo) y que logró el aval dentro del período de exclusividad.

Según el documento, el 89,07% alcanzado para la aprobación de la propuesta concursal se computa sobre el total de la deuda quirografaria verificada.

En cuanto a la cantidad (cabezas) se llegó al 60%, mientras que el otro 12% no significa que hayan declinado la propuesta y se preparen juicios individuales, ya que la oferta de Molino Cañuelas es única, para todos los acreedores, por lo que se convierte obligatoria para todos.

En este sentido, la propuesta se basa en un pago inicial al momento de la homologación judicial firme del acuerdo, cosa que acaba de ocurrir, y luego un cronograma de cancelación con una duración promedio de 14 años, sin período de gracia ni quita alguna.

Además, ya acordó con la totalidad de los acreedores privilegiados un plazo máximo de repago de 10 años y ahora ofrece cancelar el 100% del monto nominal de los créditos quirografarios verificados y declarados admisibles en los concursos de las compañías y respeta las monedas en las que fueron originadas las deudas.

En este sentido, la deuda quirografaria en moneda extranjera representa el 99% de la deuda de las compañías y asciende aproximadamente a u$s1.260 millones que serán honrados en su moneda de origen, como el resto de las deudas.

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