En qué rubros la Argentina sigue siendo cara para los turistas extranjeros
Entre mayo y agosto pasados, el tipo de cambio real subió un 13,5%, dato que, a simple vista se podría interpretar como una mejora en la competitividad de Argentina frente al resto del mundo.
Sin embargo, no se trata de un proceso tan tan lineal si se tiene en cuenta que la competitividad cambiaria es un concepto relativo, que también depende de lo que ocurra en otros países con la inflación y sus propios tipos de cambio.
A este dato se le debe sumar que la competitividad estructural depende de muchos otros factores como los impuestos o la infraestructura y no sólo del tipo de cambio.
Por lo menos así surge de analizar un documento sobre los monitores de precios internacionales publicado por IERAL en mayo pasado y en el cual se ubicaba a la Argentina como relativamente caro en dólares respecto de un grupo de países seleccionados, especialmente en bienes durables de consumo.
Ahora, el instituto que depende de la Fundación Mediterránea, publicó una actualización de dicho informe, teniendo en cuenta la evolución que se siguió observando en el tipo de cambio, tras los resultados de las elecciones de la provincia de Buenos Aires que marcaron una importante derrota para el gobierno del presidente Javier Milei.
Cómo entender la competitividad local
En el documento, se estudia cómo evolucionaron los precios y el tipo de cambio real en los últimos meses, pero también se detiene en explicar dos referencias generales que ayudan a entender la competitividad de la economía argentina. Por un lado, el informe menciona la evolución del tipo de cambio real multilateral, que refleja cómo se comparan los precios locales frente a los de los principales socios comerciales de la Argentina. Y, por otro, el índice Big Mac, una medida sencilla y conocida a nivel internacional, que permite aproximar el poder de compra de nuestra moneda en relación con el dólar.
En el primer caso, el documento señala que "el tipo de cambio real multilateral (TCRM) de Argentina en agosto de 2025 fue de $1.325 y se ubica un 20% por debajo del promedio de los últimos 25 años ($1.651)". Aun así, se observa que el TCRM sigue siendo un 43% mayor al de octubre de 2001; 26% superior a noviembre de 2015 y 14% más alto que en noviembre de 2023.
En síntesis, para el IERAL, "la Argentina se ubica por debajo de su TCRM promedio de largo plazo, pero aún muestra una posición más favorable que en algunos momentos de tipo de cambio muy bajo, como en los mencionados años 2001, 2015 y 2023".
Como otra referencia sobre el mismo escenario, el documento explica que otra forma de medir la competitividad de precios entre países (y aproximar la sobrevaluación o subvaluación de una moneda) "es observando la evolución de precios absolutos de un mismo bien, como hace semestralmente la revista The Economist con su índice Big Mac".
En este sentido, el informe señala que "en enero de 2025, la hamburguesa en Argentina costaba u$s7, un valor muy alto en comparación internacional ya que sólo Suiza era más cara (u$s8), mientras que Uruguay (u$S6,9), Noruega (u$s6,7), la Unión Europea (u$s6), Estados Unidos (u$s5,8) y Gran Bretaña (u$s5,7) quedaban por debajo". En contraste también refleja la volatilidad local si se recuerda que en el 2017 la Big Mac valía u$S4,1 en el país y en el 2020 apenas costaba u$s2,9.
Comparación global
A partir de estos datos, el trabajo calculó la posición que ocupa Argentina en el ranking internacional de precios en dólares para un conjunto de bienes y servicios, tomando como referencia la base de datos de 100 países relevados por Numbeo.
Los resultados confirman que los productos más caros en el país a nivel global se concentran en el rubro indumentaria y calzado:
- Vestido de marca internacional: 1° puesto (más caro del mundo.
- Zapatillas deportivas: 5° lugar.
- Agua mineral (1,5 litros): 12° puesto.
- Jeans (Levi’s 501 o similar): 15° lugar.
- Barra de pan blanco (500 g): 24° lugar.
Por el contrario, entre los productos relativamente más baratos destacan:
- Vino de gama media: 89° puesto.
- Bife de nalga o peceto: 77° lugar.
- Cuota mensual de gimnasio: 75° lugar.
Alimentos y bebidas
En el caso de los alimentos y bebidas, la comparación de 10 productos en 10 países realizada por el IERAL muestra que Argentina resulta más cara en el 48% de los casos. También refleja que Brasil es sistemáticamente más barato en todos los bienes, mientras que en Chile y México alrededor del 60% de los productos tienen precios inferiores a los argentinos y esa proporción llega al 80% en la comparación con China. En cambio, en Estados Unidos, Australia, Francia y Corea del Sur, entre el 80% y el 100% de los precios resultan más altos que en Argentina.
Dentro de la canasta analizada, el país aparece relativamente caro en agua mineral, mientras que presenta precios baratos en huevos, papas y carne bovina.
"En conjunto, se trata de una situación intermedia ya que, si bien cabría esperar precios internos relativamente baratos en Argentina por su elevada productividad agropecuaria y la vigencia de los derechos de exportación (DEX), que reducen los precios en el mercado interno, o cuyos insumos y materias primas pagan DEX en sus ventas al exterior, esa ventaja no se refleja plenamente en la comparación internacional", agrega el paper.
Si se compara la situación entre mayo y agosto pasados, la evidencia muestra que, pese a la devaluación del peso, Argentina no consiguió consolidar una mejora significativa en su posición relativa de precios en alimentos y bebidas.
Observando los resultados del informe, se aprecia que, en la gran mayoría de los productos, no hubo cambios en la relación con el resto de los países. De hecho, en agosto el país continuó siendo siendo más caro o más barato en los mismos bienes que ya lo era en mayo. En contraste, algunos pocos productos sí registraron variaciones significativas en la posición relativa de Argentina. Entre ellos, el trabajo del IERAL destaca el arroz en Polonia, donde Argentina se encareció un 71% en comparación al período de mayo. También se observan mejoras en la competitividad de ciertos bienes como la cerveza nacional, las papas, el bife de nalga y el de pollo, donde Argentina redujo su precio relativo frente a varios países.
"Estos casos puntuales muestran que, aunque el panorama general fue de estabilidad, existen nichos en los que la brecha de precios se amplió o se redujo de manera más notoria", según el reporte.
Bienes durables
En tanto, para el caso de los bienes durables, el país aparece como el más caro en el 90% de los casos relevados, más que nada en comparaciones de precios de autos, motos, bicicletas, articulos electrónicos del hogar, indumentaria y calzados, que muestran precios sistemáticamente más caros a los del resto de los países incluidos en la comparación. La explicación principal que surge de analizar el documento radica en la combinación de alta protección comercial y elevada carga tributaria interna.
El informe destaca los derechos de importación (DIM) y las restricciones al ingreso de bienes que encarecen notablemente los precios locales, además de los impuestos internos (IVA nacional, Ingresos Brutos provinciales y municipales), impuestos específicos y el impuesto a los débitos y créditos bancarios, que terminan reforzando esta brecha. De hecho, se advierte sobre la existencia de tres productos entre los 10 analizados en los que Argentina presenta precios más altos que todos los demás países incluidos en la comparación quie son televisores, vestidos y zapatillas.
Si bien se trata de bienes transables, que en principios deberían tener precios similares entre países cuando se expresan en una moneda común, el IERAL entiende que, a nivel local, "los valores resultan excepcionalmente elevados debido principalmente a la política comercial y tributaria, tanto en general como específicamente sobre este tipo de bienes".
Al comparar los resultados de agosto con los de mayo, el informe observa un único cambio en la posición relativa de precios que se produjo en las freidoras de aire, que pasaron a ser más baratas en Argentina que en Colombia, por ejemplo. En el resto de los productos se observa un comportamiento dispar con relación a la brecha de precios frente al mundo como en indumentaria y calzado (jeans, vestidos, zapatos de vestir, zapatillas), donde el país se encareció levemente frente a Chile y Corea del Sur, pero en general presenta pequeñas variaciones relativas.
En cambio, en los bienes durables (heladeras, Smart TV, motos, bicicletas, freidoras), se observaron mejoras significativas de precios relativos, reduciendo brechas del 15%-20% frente a la mayoría de los países. "En síntesis, el período analizado exhibe estabilidad en la competitividad relativa en indumentaria/calzado, al mismo tiempo que se observan correcciones favorables en bienes durables, aunque Argentina continúa siendo un país caro en términos absolutos en comparación con el resto del mundo", detalla el trabajo del IERAL.
Servicios personales
Con relación a los servicios personales o familiares (y de los bienes relacionados a ellos), Argentina resulta más cara en un 36% de los casos comparados, con una diferencia muy marcada frente a Brasil, siendo más caros en un 80% de los ítems, mientras que frente a México la proporción desciende al 50% y con Chile al 40%. En contraste, el trabajo del IERAL asegura que "en países desarrollados los servicios suelen ser más caros que en Argentina".
En este contexto, Argentina aparece relativamente caro en una comida en restaurante y relativamente barato en las expensas/servicios en un departamento, la cuota de un gimnasio, un viaje en taxi, la educación preescolar, el boleto en transporte urbano de pasajeros y el precio de la nafta.
Para los autores del trabajo "los resultados obtenidos son coherentes con lo esperado desde la teoría, ya que los bienes y servicios no transables tienden a ser más caros en países desarrollados". Sin embargo, también advierten que la Argentina aparece como relativamente cara respecto de Brasil, aunque no tanto frente a Chile y México.
De hecho, en algunos casos puntuales, como el boleto urbano, la diferencia se explica por la incidencia de subsidios estatales en nuestro país. Es más, en la comparación entre mayo y agosto pasados, entre los servicios del hogar, el panorama era heterogéneo. Por ejemplo, Internet por cable muestra una mejora relativa clara de Argentina frente a la mayoría de los países, mientras que el plan de telefonía celular prácticamente no cambia.
En cambio, las expensas de un departamento de 85 m² exhiben un leve encarecimiento relativo generalizado. La cuota de preescolar privado y el gimnasio, por su parte, muestran un claro deterioro de competitividad ya que se encarecen frente a la mayoría de los países, "evidenciando que los precios de los servicios personales de las familias aumentaron más que los precios de los bienes en Argentina en los últimos meses". En los otros servicios también se observan contrastes como en el boleto urbano que se encarece frente a casi todos los países, con un aumento particularmente marcado respecto a China y Chile (20%).
Por el contrario, el taxi refleja una mejora en competitividad, destacando las caídas frente a Polonia y China (−15% y -12%, respectivamente). La nafta también muestra una leve mejora frente a la mayoría y en el rubro gastronomía, el capuccino tiende a encarecerse frente a algunos países mientras que la comida para dos personas es más ambivalente ya que es peor frente a Chile y China (+15% y +9), pero levemente mejor frente a la mayoría de los demás. "En conjunto, conviven mejoras puntuales (internet, taxi, nafta) con deterioros claros (expensas, transporte urbano, jardín y gimnasio), lo que da cuenta de una evolución desigual de la competitividad de los servicios en Argentina", sostiene el informe.