• 18/11/2025

Conocé la franquicia de cafetería que te permite ganar plata, sin mozos, sin local y sin trabajar

Una startup argentina transforma la pausa del café en oportunidad de negocio con un sistema autónomo, escalable y de alta rentabilidad
11/10/2025 - 05:49hs
Conocé la franquicia de cafetería que te permite ganar dinero, sin mozos, sin local y sin trabajar

Una inversión low cost, un retorno anual del 21 % y un modelo completamente automatizado. Con esa fórmula, SIP Smart Coffee se convirtió en una de las propuestas más atractivas del ecosistema de franquicias pasivas. Su sistema combina robótica, café de especialidad y eficiencia operativa, abriendo la posibilidad de invertir en un negocio rentable que funciona solo.

SIP es una cafetería de especialidad autónoma, 100% argentina, fundada por Tomás Pagano y Nicolás Niebieski, dos egresados de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). La idea surgió en 2018 durante un viaje de intercambio académico en Noruega. "Allá conocí una máquina que te servía café solo con tener un vaso reutilizable. Era simple, sin fricciones, y los alumnos la usaban todo el tiempo. Me impresionó la euforia que generaba algo tan básico", recuerda Pagano en diálogo con iProfesional.

Ese concepto fue la base de su tesis de grado y el punto de partida de una empresa que hoy tiene 21 cafeterías activas en universidades, hospitales, bancos y edificios corporativos. "Empezamos en 2019 como un proyecto académico y en la pandemia se transformó en una startup real. El mundo cambió hacia la eficiencia operativa y nosotros decidimos acompañar esa tendencia con tecnología y café de especialidad", resume el cofundador.

A diferencia de las vending machines tradicionales, las unidades de SIP sirven café recién molido, utilizan leche líquida y son calibradas semanalmente por baristas profesionales. "Calibramos las máquinas al menos una vez por semana. Usamos café importado de Brasil, Kenia y El Salvador, todos con más de 82 puntos de evaluación positiva", explica Pagano. El resultado es un café de calidad premium a un precio 20 % menor al de una cafetería convencional.

Cada estación ocupa menos de tres metros cuadrados y puede instalarse en menos de medio día. No requiere obra ni inversión por parte de la institución. "Solo pedimos una toma de 32 amperes y conexión de red. Si el punto no funciona, lo desmontamos y lo trasladamos", señala Pagano. Esa flexibilidad convirtió al formato en una solución ideal para hospitales y universidades, donde la demanda es constante.

El modelo también se apoya en el desarrollo tecnológico propio. En su planta de Vicente López, SIP cuenta con 16 impresoras 3D con las que produce gran parte de las piezas de sus cafeterías. "El mejor enfoque para Latinoamérica era usar impresión 3D para desarrollar robótica accesible. Así logramos hacer nuestras máquinas por una fracción del costo internacional", explica.

El sistema IoT – Internet de las cosas - permite monitorear en tiempo real la temperatura de la leche, el funcionamiento de los dispensadores y las ventas. Además, tienen una app que ofrece packs de cafés prepagos con descuento, pensados para estudiantes, médicos o empleados que consumen todos los días.

Hoy SIP vende más de 26.000 cafés mensuales y proyecta cerrar el año superando los 35.000. Sus planes de expansión apuntan a alcanzar 27 puntos antes de fin de año, 50 en 2026 y 100 en 2028. "Ya estamos listos para ser uno de los principales players de la región", afirma Pagano.

Cómo ser parte de este modelo de franquicia que trabaja solo

El crecimiento de SIP está sostenido por un esquema innovador: una franquicia pasiva que no requiere operar el negocio. A través del programa SIP Invest, los interesados pueden invertir en una o más cafeterías sin involucrarse en la gestión diaria. "Desarrollamos una franquicia robótica: el franquiciado invierte en una cafetería, pero no hace nada. SIP opera el punto y le paga un porcentaje de la facturación", resume Pagano.

Cada inversión se asocia a un "blend" compuesto por seis cafeterías ya operativas, con más de un año de trayectoria. El inversor recibe una rentabilidad mensual equivalente al 17,5 % de la facturación promedio de esas unidades. "De esta manera la inversión está diversificada en 6 puntos diversificando el riesgo. Si una vende menos, otra la compensa. Es invertir en un negocio que ya está andando, por lo que en el momento que entrás, desde el minuto uno, empezás a generar ingresos que se pagan de manera trimestral", explica.

image placeholder
La app de SIP ofrece packs prepagos con descuento para consumidores frecuentes

Una franquicia de SIP cuesta 20.000 dólares

La inversión ronda los u$s20.000, con un contrato de seis años. El rendimiento promedio equivale a unos u$s600 mensuales —según las ventas de agosto — y el recupero estimado es de 32 meses. Para garantizar la sustentabilidad, SIP mantiene el 70 % de las cafeterías bajo operación propia y solo destina el 30 % al formato pasivo. "Por supuesto controlamos la calidad y experiencia de usuarios de todos los puntos, inclusive los que se financian con Sip Invest, pero mantenemos ese porcentaje para asegurarnos de que el modelo sea saludable desde lo financiero y que no nos comprometa el pago a inversores de forma trimestral", aclara Pagano.

Además, conservar el 70 % bajo gestión directa les da margen para reaccionar ante imprevistos. "Si una cafetería del programa necesita cerrarse o trasladarse, tenemos otras disponibles para reemplazarla de inmediato. Eso protege al inversor y mantiene estable el rendimiento del blend", agrega el emprendedor.

El modelo demostró ser rentable y escalable. "En agosto cerramos con un ROI del 21 %. Y lo más importante es que el inversor no tiene que hacer nada. Solo mira su dashboard y ve cómo le está yendo al punto", destaca. Hasta el momento, tres franquiciados ya operan bajo este formato y otros tres se sumarán antes de fin de año.

El negocio de SIP se sustenta principalmente en la venta del café, pero el esquema de inversión acelera la expansión sin perder eficiencia. Cada cafetería necesita vender al menos 1.100 cafés por mes para ser rentable; las que superan los 3.000 cafés mensuales exigen hasta tres reposiciones por jornada. El precio promedio de un café ronda los $3.500, con variaciones según tamaño y tipo de bebida.

La empresa planea abrir su primera locación fuera de Buenos Aires antes de fin de año y duplicar su capacidad productiva en 2026, cuando se muden a un espacio más grande. "Estamos fabricando dos cafeterías por mes y la demanda crece. En mayo de este año alcanzamos el hito de vender un café cada dos minutos; ahora estamos en camino de supera los 35.000 cafés al mes. Nuestro objetivo es triplicar el negocio y seguir expandiendo este modelo argentino de café inteligente", concluye Pagano.

De una tesis universitaria a una red de cafeterías autónomas, SIP Smart Coffee consolida su lugar como referente en el mercado del café de especialidad y las franquicias pasivas. Un emprendimiento que demuestra que la tecnología y el buen café pueden convivir en un modelo sustentable, rentable y completamente argentino.