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ALERTA

Así funciona la revolucionaria app que rescata comida, ayuda al planeta y te permite ahorrar plata

La aplicación conecta a supermercados, panaderías y restaurantes con personas dispuestas a "salvar" alimentos en perfecto estado con hasta 65% de descuento
20/10/2025 - 06:43hs
Cómo funciona Cheaf, la app furor para comprar comida mucho más barata

Una panadería de barrio que cierra el día con bandejas llenas de facturas sin vender. Un restaurante con porciones preparadas que no salieron de cocina. O una verdulería que, antes de tirar la mercadería madura, decide ofrecerla más oferta. En todos esos escenarios aparece Cheaf, una aplicación móvil que en cuestión de meses se volvió parte de la rutina de miles de argentinos que buscan ahorrar y, de paso, ayudar al planeta disminuyendo el desperdicio de alimentos.

Nacida en Ciudad de México en 2020, en plena pandemia, la plataforma fue creada por el europeo Kim Durand y por Elena López, quienes detectaron la magnitud del desperdicio alimentario en la región y decidieron adaptar un modelo que ya funcionaba en Europa. Cuatro años más tarde, Cheaf opera en México, Chile y Argentina, y se prepara para llegar a Colombia y otros mercados de la región. En total, ya rescató más de 9.000 toneladas de alimentos y superó los 6 millones de descargas.

Su modelo es sencillo: los comercios publican los productos que no lograron vender —pero que siguen en perfecto estado— y los usuarios pueden comprarlos desde la aplicación con al menos 50% de descuento. Las ventas se concretan a través de la app y el retiro se hace en el local. Nada de delivery: la apuesta es fomentar la cercanía entre los comercios de barrio y sus clientes.

"Queremos que los usuarios encuentren valor en ayudar a reducir el desperdicio, pero también que sientan que hicieron un buen negocio", explica a iProfesional Rodrigo Ramírez Aviaga, encargado de desarrollo de nuevos mercados en Cheaf.

Desde su desembarco en febrero, la app ya superó las 800.000 descargas, rescató 350.000 kilos de comida y logró expandirse a más de 400 puntos de venta en todo el país. Está presente en CABA, el Gran Buenos Aires y provincias como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis, San Juan, Entre Ríos, Chaco y Corrientes.

"La recepción de los negocios fue increíble, sobre todo en el rubro de panadería, donde muchas veces se desperdicia hasta un 30% de la producción", agrega Ramírez Aviaga.

Del descarte al ahorro: cómo funciona Cheaf

El corazón de la propuesta son las "bolsas sorpresa", paquetes armados por cada comercio con productos del día que no llegaron a venderse. Puede tocar una caja de facturas, verduras, yogures o hasta una cena lista para calentar. Lo que sí está garantizado es el descuento: siempre de al menos 50%, y a veces de hasta 65%.

En promedio, los precios de las bolsas van desde $6.000 a $12.000, y aunque no se sabe con exactitud qué contiene cada bolsa, el rubro del negocio y las descripciones permiten intuir qué tipo de productos incluye. "Capacitamos a los comercios para que entiendan qué es una buena sorpresa. No se trata de poner veinte medialunas iguales, sino de ofrecer variedad y valor", explica Ramírez Aviaga.

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Cada bolsa sorpresa incluye productos del día que los comercios no lograron vender

La app notifica a los usuarios cuando un comercio cercano sube nuevos paquetes y permite marcar locales como favoritos para recibir alertas automáticas. "Apoyamos mucho el comercio de barrio. Invertimos en marketing alrededor de cada tienda para que los vecinos conozcan la iniciativa y participen. Así también gana nuevos clientes", señala el ejecutivo.

En Argentina, Cheaf ya trabaja con grandes cadenas como Jumbo, Disco y Vea, parte del grupo Cencosud, que suman más de 270 tiendas a la red. Pero también con decenas de panaderías, confiterías y restaurantes que encontraron una forma de rentabilizar sus excedentes y reducir sus pérdidas.

La app se sostiene con una comisión del 25% sobre cada venta, aunque, como los productos se ofrecen con la mitad de su valor original, eso equivale al 12,5% del precio real. "Si el negocio no vende, no paga nada. No hay costos fijos ni obligaciones. Cada venta es un ingreso extra y un desperdicio menos", aclara Ramírez Aviaga.

Más allá del ahorro, la propuesta toca una fibra que crece entre los consumidores: la del consumo responsable. Según una encuesta regional realizada por la propia compañía, el 89% de los argentinos considera que el desperdicio de alimentos es un problema grave o muy relevante, aunque apenas el 62% sabe que esa práctica contribuye al cambio climático.

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Los usuarios reciben alertas cuando un comercio cercano publica nuevas bolsas

"Queremos ser más que un marketplace. Buscamos generar conciencia y educar sobre cómo consumimos", resume el ejecutivo uruguayo.

A nivel regional, Cheaf emplea a unas 50 personas y ya levantó u$s6 millones en rondas de inversión. Desde Montevideo, Ramírez Aviaga lidera la expansión hacia nuevos mercados, convencido de que la combinación entre tecnología y propósito social puede transformar hábitos.

El desafío es grande. En la Argentina, donde conviven inflación, pobreza y una crisis de consumo, la app demuestra que la sustentabilidad puede ser también una herramienta de ahorro y eficiencia.

"Nos encontramos con negocios que aumentaron su facturación entre un 10 y un 15% gracias a Cheaf", afirma Ramírez Aviaga. "Y lo mejor es que, al mismo tiempo, contribuyen a reducir su huella de carbono y su impacto ambiental."

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En ocho meses, Cheaf superó las 800.000 descargas y rescató 350.000 kilos de comida

"Nuestro propósito es transformar un desafío global en una oportunidad de impacto positivo, tanto ambiental como social y económico. Nuestro compromiso para el 2026 es duplicar la cantidad de alimentos rescatados en el año", dijo Kim Durand, CEO y cofundador de Cheaf el pasado 29 de septiembre en el Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.

En apenas ocho meses de operación en el país, Cheaf logró posicionarse como una de las soluciones más innovadoras frente al desperdicio de alimentos, al convertir lo que antes se perdía en una oportunidad para consumidores y comercios en tiempos de escasez para ahorrar.