• 4/12/2025
ALERTA

La mayor productora de papel de país recibe un "salvataje financiero" de su nuevo dueño

El empresario Esteban Nofal le prestará u$s18 millones a la compañía, para poder recomponer su capital de trabajo y reabrir una de sus plantas productivas
13/10/2025 - 20:02hs
celulosa argentina

A fines de septiembre pasado, la mayor papelera de la Argentina cambió de dueños, en el marco de una operación que le permitió iniciar un proceso de recuperación de sus operaciones para evitar la quiebra y retomar la producción que todavía mantiene paralizada.

Se trata de Celulosa Argentina, que hasta ese momento era controlada por Tapebicuá Investment Company, con un 66,4% del capital y que a su vez está integrada por los empresarios Douglas Albrecht; José Urtubey y Juan Collado, aunque adicionalmente existen otros accionistas minoritarios, incluyendo algunos con información privilegiada.

Tras la operación, que cerró por la simbólica suma de $1, el nuevo dueño de la compañía pasó a ser el empresario Esteban Nofal, a su vez propietario de la financiera CIMA Investments S.A. e hijo de Luis Benjamín Nofal, cofundador de Torneos y Competencias.

El valor que pagó por la empresa se debe a que este empresario tuvo que asumir el millonario pasivo cercano a los u$s150 millones que deberá renegociar en el proceso concursal abierto en la justicia, además de aportar los fondos necesarios para reconvertir y readecuar las operaciones de Celulosa y su perfil financiero para poder retomar su capacidad plena, adecuar el mix de productos y mercados en función de la demanda y trabajar fuertemente en su perfil exportador.

La situación se torna más grave si se tiene en cuenta la significativa necesidad de capital de trabajo adicional que evidencia Celulosa, como consecuencia de cambios en el comportamiento de pago de la cadena de valor y del incremento de los inventarios por las menores ventas, todo lo cual redunda en un aumento paulatino de la necesidad de financiamiento que todavía se mantiene.

En este sentido, las fuentes de apalancamiento utilizadas por la empresa para cubrir dichas necesidades fueron las disponibles en el mercado, en su mayoría de corto plazo y a un costo elevado, que medido en dólares alcanzaba niveles de entre 35% y 45% anuales, siendo la contracara del "carry trade".

Celulosa Argentina: sin capacidad de pago

Como resultado de este riesgoso combo, la mayoría de los acreedores de corto plazo aceleraron la cancelación de sus posiciones, generando una presión creciente sobre la caja y la estructura financiera de la compañía.

De hecho, la empresa actualmente no cuenta con capacidad para el pago de las obligaciones negociables y de los cheques de pago diferido que tuvieron como consecuencia principal la retracción absoluta del crédito, tanto financiero como comercial, debiendo pasar a operar bajo una modalidad de pago contra entrega, al contado o mediante cesión de cheques de terceros.

Si bien dicha operatoria se pudo mantener durante varias semanas, la falta de capital de trabajo volvió inviable el financiamiento de la operación, debiéndose parar la producción en las plantas industriales de Capitán Bermúdez y Zárate.

En este sentido, el empresario acaba de prestarle a la empresa de la cual controla 452,6 millones de acciones clase B, lo que equivale al 45,5% del capital social, alrededor de u$s18 millones.

Se trata de un acuerdo entre la sociedad y el propio Nofal, por una línea de crédito de hasta dicho monto que tiene como objetivo financiar el capital de trabajo necesario para retomar la producción en sus plantas industriales de Capitán Bermúdez y Zárate, ubicadas en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, respectivamente.

De acuerdo a una nota enviada por el apoderado de Celulosa Argentina a la Comisión Nacional de Valores (CNV), "el mencionado acuerdo fue autorizado mediante Resolución 2061 del 7 de octubre de 2025 por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Primera Nominación de San Lorenzo en el marco del Concurso Preventivo de la Sociedad que tramita en dicho juzgado".

La mayor productora de papel argentina debe pagar sueldos

La nota también explica que se trata de una línea de financiamiento que tiene plazo de 24 meses; que devengará una tasa del 10% anual y que será garantizada mediante un fideicomiso al cual la sociedad cederá cuentas a cobrar.

El destino de los fondos será en primera instancia el pago de los salarios del personal correspondientes al mes de septiembre y a la realización de ciertas erogaciones esenciales para comenzar, durante esta semana, con el proceso de arranque de la Planta de Capitán Bermúdez.

El establecimiento en donde se produce papel para impresión y escritura, así como pasta celulósica a partir de madera de eucalipto y se elabora otros productos como papeles para packaging y tissue (para papel higiénico y servilletas), detuvo completamente su marcha debido a una grave crisis financiera y de capital de trabajo.

Si bien hasta ahora se han realizado tareas mínimas de mantenimiento con personal que no está de vacaciones, la producción se encuentra detenida, por lo cual el nuevo dueño de Celulosa Argentina considera "indispensable" inyectar fondos en el corto plazo.

En el caso del dinero remanente bajo la misma línea de crédito, se utilizará para garantizar la operación de las plantas y sostener el giro normal del negocio.

"La instrumentación del préstamo marca el comienzo del proceso de recuperación comprometido por el nuevo controlante de la Sociedad, para lograr la sustentabilidad de la Compañía en el mediano y largo plazo", se señala en la comunicación enviada a la CNV.

Obligado a realizar una OPA

Se agrega que el préstamo fue aprobado en forma unánime por el Directorio de la Sociedad mediante acta N.º 1745, "habiendo contado con el previo dictamen favorable del Comité de Auditoría, el cual concluyó que las condiciones previstas en el Préstamo son razonablemente adecuadas al mercado".

Pero más allá de esta operación, Nofal está obligado a lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por la totalidad de las acciones en circulación, dirigida a los inversores minoritarios.

Esto se debe a que la CNV no hizo lugar al pedido del nuevo controlador para declarar innecesaria la transacción, aunque aprobó una excepción clave prevista en la Ley 26.831 de Mercado de Capitales que le permite al empresario no considerar el precio promedio de cotización del papel durante el semestre previo a la toma de control, sino únicamente el valor más alto que él mismo haya pagado por acciones de la empresa en los últimos 12 meses.

De este modo, el precio equitativo de la oferta —que será determinado por una evaluadora independiente— se basará exclusivamente en ese parámetro.

Sus últimos resultados financieros, al 31 de mayo, registraron una pérdida semestral de $172.634 millones, en contraste con la ganancia de $37.831 millones del mismo periodo del año anterior.

Producción frenada

Estos números reflejan una significativa contracción en el desempeño operativo y financiero de la empresa, que en el grupo atribuyen a diversos factores, como una caída del 44% de sus ingresos por actividades ordinarias, que totalizaron $258.637 millones.

En el holding entienden que semejante disminución está asociada a menores volúmenes de venta, caída de precios en términos reales, como consecuencia de no haber podido trasladar la inflación del ejercicio, y a la disminución de la competitividad exportadora.

El escenario disparó la puesta en marcha de un agresivo plan para contener y disminuir los costos fijos y variables que tampoco parece haber tenido resultados positivos, si se observa que, por ejemplo, el costo de ventas de Celulosa se contrajo apenas un 14%, alcanzando $302.598,5 millones.

Esta desalineación generó un resultado bruto negativo de $44.224,4 millones, evidenciando una grave erosión del margen operativo de la empresa que también sufrió un derrumbe de sus ingresos por actividades ordinarias de un 47%, mientras los costos de ventas no acompañaron esa caída, disminuyendo solo un 16%.

Del mismo modo, la producción de papeles de impresión y escritura, papeles tissue y pulpa de mercado de eucaliptus fue de 138.000 toneladas, cifra un 15,3% inferior a la del ejercicio anterior que se generó debido principalmente a la realización de trabajos de mantenimiento en su planta llevados a cabo en noviembre y diciembre del 2024.

También impactaron varias medidas que se tomaron para adecuar el volumen de producción a la demanda de mercado en los últimos meses de ejercicio que tampoco surtieron efecto, ya que en la actualidad la producción de Celulosa se encuentra paralizada debido a la difícil situación económica y financiera de la sociedad.

En ese contexto, la facturación del rubro papel para impresión y escritura, estucados y no estucados, de su controlada, Fanapel, ascendió a $19.525,4 millones, contra los $23.735,8 millones del ejercicio anterior, resultando una reducción del 18% de los ingresos.