La Ciudad, a punto de iniciar la obra pública más importante de los últimos 25 años
En marzo pasado, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció la construcción de la línea F de subte que, una vez finalizadas las obras, será la primera línea de este tipo de transporte que se sume al sistema en los últimos 25 años. La línea se enmarca en la llamada Agenda 2025: "Buenos Aires primero", es considerada como la obra de infraestructura urbana más grande del país y tendrá un rol clave en la conectividad de los viajes en la Ciudad ya que, según las autoridades del gobierno porteño, facilitará el desplazamiento norte-sur, descongestionará a la Línea C, además de potenciar el uso de las demás líneas.
De acuerdo a la iniciativa, conectará todas las líneas de subte y el Ferrocarril Roca en la terminal de Constitución, y atravesará los barrios de Barracas, Constitución, San Cristóbal, Monserrat, San Nicolás, Recoleta y Palermo.
De todos modos, está previsto que se lleve a cabo en dos etapas, con el primer tramo de estaciones que serán las de Brandsen, Constitución, Cochabamba, Chile, Congreso y Tucumán, aunque el recorrido total llegará a las 12 estaciones con un trayecto de 9 kilómetros, un taller de mantenimiento, un depósito y otros edificios.
Luego de ese anuncio, el Ministerio de Infraestructura publicó la información y las condiciones para que las empresas interesadas se inscriban en la licitación, que en los próximos días será anunciada mediante la publicación de una nueva resolución en el Boletín Oficial del gobierno de la Ciudad.
En ese contexto, este lunes salió publicada en el Boletín Oficial la resolución que contiene los pliegos y las especificaciones técnicas para encarar la obra.
El diseño ya adjudicado
Es más que probable que el anuncio se lleve a cabo durante estos días, dando así inicio a la que se considera la mayor obra pública del gobierno porteño en más de dos décadas.
Como antecedente más cercano, se puede recordar que ya se llevó a cabo la licitación para el estudio de impacto ambiental, mediante la Disposición N° 28/2025, y se aprobaron los pliegos correspondientes.
Es decir, ya se adjudicó el proyecto de arquitectura e ingeniería de la Línea F como paso previo a la conformación de los pliegos definitivos que serán anunciados durante esta semana.
La firma ganadora fue la unión entre las empresas UPU y Asociados, IATASA y ATEC, tres compañías de arquitectura e ingeniería con antecedentes en la elaboración de iniciativas de este tipo.
Por caso, IATASA ya participó en la ampliación de la Línea E —la última extendida en la Ciudad— con la elaboración del proyecto ejecutivo de ingeniería y la inspección integral de las obras civiles, y también tuvo participación en la extensión de la Línea D.
En tanto, ATEC fue parte del proyecto licitatorio del viaducto del ferrocarril San Martín y de la construcción de la Línea H.
En los pliegos técnicos del proceso se especifica que, además de brindar servicio técnico de consultoría integral, las empresas deben realizar el proyecto licitatorio y los pliegos técnicos del primer tramo de la futura línea.
El proyecto debe comprender "todas las estaciones, túneles y talleres, así como el estudio urbano de cada una de sus localizaciones y el proyecto urbano de superficie", incluyendo también subestaciones, cocheras, ventilaciones, pozos de bombeo y edificios anexos a lo largo de toda la traza, así como información sobre el material rodante y los sistemas de señales y comunicaciones.
Fondos públicos y privados
En cuanto a la obra civil, se estima una inversión total de aproximadamente u$s 1.350 millones, en tanto que para la adquisición de material rodante se plantea una inversión cercana a u$s 375 millones.
El dinero será aportado en parte con fondos propios del gobierno porteño y con financiamiento de organismos internacionales.
El objeto del proceso que está a punto de anunciarse es la Ingeniería, Construcción y Equipamiento de la Línea F, que implica la construcción de un nuevo recorrido que unirá los barrios de Barracas, Constitución, Recoleta y Palermo, permitiendo la combinación con las otras seis líneas existentes.
En el gobierno porteño aseguran que esta obra es una oportunidad estratégica para mejorar la movilidad en la CABA y su área metropolitana.
Se entiende que su incorporación al sistema permitirá optimizar la conectividad transversal, aliviar la congestión en las líneas existentes y potenciar la integración ferroviaria, favoreciendo un transporte público más eficiente, equitativo y sustentable.
Interés masivo
El sobre uno contendrá los antecedentes administrativos, legales, técnicos, contables y financieros, y la propuesta técnica, mientras que el sobre dos tendrá la oferta económica.
Podrán participar sociedades nacionales o extranjeras y uniones de empresas, aunque en el caso de las basadas en el exterior deberán constituir sucursal si resultan adjudicatarias.
De acuerdo a estimaciones oficiales, la Línea F podría transportar más de 360.000 pasajeros diarios; será una línea moderna, equipada con tecnología de última generación, sistema de señales avanzado y coches 0 km con aire acondicionado, con inicio del servicio previsto para 2031.
Se estima que la obra atraerá el interés de una docena de empresas, aunque no está claro si la operación quedará a cargo de Emova, actual concesionaria del subte y el premetro de Buenos Aires desde diciembre de 2021.
Se trata de la ex Metrovías, perteneciente al Grupo Roggio, que logró en 2021 la renovación de su contrato por 12 años tras adjudicarse la nueva licitación luego del retiro de otras dos firmas extranjeras.
Dudas sobre el gerenciamiento
Para esta nueva etapa, el holding cordobés dejó de lado su tradicional marca Metrovías por la de Emova Movilidad, que es con la que operará el servicio hasta el 2032, con la posibilidad de extender el vínculo por tres años más.
El cambio de concesionario se había iniciado en el 2018 y el gobierno porteño recibió tres ofertas. Pero a fines del 2019 y principios del 2020, los grupos RATP (subsidiaria del Metro de París) junto con Alstom; y Keolis, con Transport for London y Corporación América anunciaron su retiro como oferentes.
De esta forma, Emova Movilidad, quedó como única sociedad interesada en el proceso selló el acuerdo con la sociedad estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) que es la encargada de controlar el cumplimiento de lo pactado como las obras para mejorar la frecuencia, la experiencia de los usuarios y comenzar a dar un salto cualitativo en lo que refiere a tecnología en la red de subterráneos más antigua de América Latina.
En el caso de la obra civil, el interés proviene de firmas europeas, asiáticas y argentinas, entre las que se encuentra la japonesa Hitachi, más conocida por sus productos tecnológicos, aunque también se abocan al sector energético y a la infraestructura.
De Europa se anotaron Alstom (Francia), Ghella (Italia), Acciona (España), Siemens Mobility (Alemania); Mota Engil junto con Chediak, una alianza de la portuguesa con la empresa de construcción nacional; Webuild (Italia), CMC di Ravenna (Italia) y Systra (Francia).
De Asia, además de Hitachi, manifestaron su interés Powerchina, CMEC, CREC, CCECC y CRRC Changchun, todas de China.
La presentación de las mencionadas empresas para acceder a la documentación y conocer mejor el proyecto no significa, necesariamente, que alguna de ellas realice los trabajos.