José Luis Manzano, interesado en comprar las estaciones de servicio de Shell en Argentina
Mientras espera la oficialización de su ingreso a Telefe como parte del nuevo grupo comprador del principal canal de televisión de la Argentina, José Luis Manzano analiza ampliar sus inversiones hacia el negocio de las estaciones de servicio.
El ex funcionario del gobierno de Carlos Menem, que ya tiene participación en el sector de los medios de comunicación en sociedad con Daniel Vila en el Grupo América, está a punto de desembarcar en el canal todavía propiedad de Paramount, de la mano de Gustavo Scaglione.
En realidad, el empresario rosarino se encuentra a punto de firmar la compra de Telefe a través de su grupo, Televisión Federal, por una suma cercana a los u$s100 millones, en sociedad con otros hombres de negocios que incluye a Manzano.
Mientras esto sucede, comenzó a analizar la posibilidad de hacer una oferta por una marca global petrolera que también le puso "cartel de venta" a sus operaciones locales.
Se trata de uno de los principales jugadores del sector de los hidrocarburos y que, en el país es el responsable de operar una refinería de petróleo y una red de 650 estaciones de servicio en las cuales se venden alrededor de 6.300 millones de litros de combustibles por año, a razón de 500 litros de carga por minuto.
Esta operación funciona bajo la marca Shell, empresa que nació en 1907 de la fusión entre la Royal Dutch Petroleum Company, de Países Bajos, y la Shell Transport and Trading Company, del Reino Unido.
Sociedad mixta
Su sede principal se encuentra en Londres, por lo que se considera una compañía británica, y sus accionistas son una mezcla de grandes inversionistas institucionales como The Vanguard Group; BlackRock, y el Norges Bank, junto con inversores individuales y otros fondos.
A nivel local, cedió parte de sus operaciones a Raízen, que en el 2018, adquirió el negocio de "downstream" del holding europeo y que, después de siete años puso en venta en el marco de un plan de salida de la Argentina que podría concretarse antes de que termine este 2025.
Raizen está conformada por una sociedad de la que participan el grupo brasileño Cosan y la multinacional Shell plc, cada uno con un 44% de la propiedad, mientras que otro 12% se negocia en la bolsa de valores.
En el caso de Cosan, es considerado como uno de los conglomerados más grande del país vecino, con intereses en energía y logística, incluyendo la distribución de gas y el transporte ferroviario, entre otros negocios.
En este sentido, Manzano se acercó al JP Morgan, elegido por este grupo para liderar su salida local, para conocer las condiciones de venta de su negocio que incluye activos de refinación y comercialización, alrededor de 700 estaciones de servicio y una refinería que se encuentra ubicada en la localidad bonaerense de Dock Sud y que procesa más de 100.000 barriles diarios de crudo.
Actualmente, Raizen ocupa el segundo lugar como comercializador de nafta en el país bajo la marca Shell, con el 23% del mercado, solamente superada por YPF, que tiene el 57%, y por encima de Axion, que aparece tercera con el 13%, cerrando Puma, con tan solo un 5% del total.
En el caso del gasoil, la petrolera estatal argentina lidera las ventas, también con un 57% de market share, mientras que el segundo puesto es para Axion, con el 17%, pero es seguida muy de cerca por Shell, con el 16%, en tanto que Puma controla otro 7% de ese negocio.
Entre ambos negocios, Shell da trabajo a cerca de 2.500 empleados en el país que se encuentran involucrados en la transacción y que, por el momento, mantienen sus tareas a la espera de que se defina su futuro.
Inversor prolífico
Manzano canaliza las conversaciones para analizar una posible compra de estos activos a través de ejecutivos de Integra Capital, empresa de la cual es accionista controlante en sociedad con Mercuria Energy Trading.
A su vez, esta empresa es accionista de Metrogas, la principal distribuidora de gas de la Argentina, que por estos momentos negocia la ampliación de su concesión con el gobierno del presidente Javier Milei.
Además, Manzano es accionista de Edemsa, la compañía de distribución de electricidad de Mendoza; de Hidroeléctrica Ameghino, una planta hidroeléctrica que produce 60 megas y de Altus, una productora de vinos de gran calidad en Argentina.
En la web de Integra Capital lo describen como "un empresario con gran conocimiento acerca de la política pública en América Latina y los mercados emergentes globales y que posee una amplia experiencia en inversiones, medios, energía e industrias con emergencia financiera. Con frecuencia, participa en conferencias en todo el mundo sobre estos temas".
Se recuerda también que fundó Integra Capital en 1995 en Washington DC, que junto a su familia es accionista de Phoenix Global Resources (PGR), compañía que se dedica a la exploración y explotación de petróleo, con actividad en Argentina. PGR cotiza en la Bolsa de Londres (AIM) y en la Bolsa de Buenos Aires.
También es un inversor importante en Interoil, dedicada a la exploración y producción de petróleo que cotiza en la Bolsa de Oslo y que produce 3.500 barriles por día en Colombia y Argentina.
En relación con los medios, Manzano es socio en el Grupo América, considerado el segundo grupo de esta industria más importante de Argentina que cofundó en 1996 y que posee canales de televisión, de noticias, radios y periódicos, incluyendo América TV, El Cronista y Radio la Red, entre otros.
En la industria minera, Integra ha invertido ampliamente en la exploración de uranio en Chubut, y en litio en Jujuy y Catamarca, en el triángulo de litio donde se están desarrollando más de 400.000 hectáreas.
Salida obligada
En el caso de los activos locales de Raizen debe competir con otros interesados entre los que figuran Compañía General de Combustibles (CGC), del grupo que es propiedad de Eduardo Eurnekian.
En las últimas semanas, Raizen aceleró el proceso de selección del comprador y, de acuerdo a fuentes que siguen de cerca este proceso, estaría pidiendo algo más de u$s1.500 millones para cerrar el deal, a pesar de que cuando desembarcó en el país hace ya siete años, pagó casi u$s1.000 millones por la refinería y la red de estaciones de servicio.
Las principales razones detrás de esta desinversión se vinculan con una difícil situación financiera que atraviesa el grupo en Brasil y a las complicaciones que todavía se mantienen para girar dividendos desde el mercado local, lo que la obliga a una revisión estratégica de sus activos a nivel regional.
También se hace mención de que, si bien, la operación argentina ha dado sus dividendos, aporta pocas sinergias al negocio de producción y distribución de combustibles en Brasil, donde la empresa posee la mayor operación regional.
Es más, a fines de marzo pasado Raízen comunicó el inicio de un proceso de revisión estratégica de todo su porfolio de activos a nivel regional como consecuencia de la necesidad de enfrentar una delicada situación financiera que motivó el recambió de la mayor parte del top management de la empresa.
En este sentido, una noticia publicada por el diario brasileño O Estado do São Paulo, señala ciertas negociaciones que Raizen mantuvo con Saudi Aramco, petrolera estatal de Arabia Saudita, para cerrar una especie de asociación que le permita salvar sus activos locales, que finalmente fracasaron.
Amplia lista de interesados
Adicionalmente, se menciona a la petrolera estatal Petrobras como otra de las posibles interesadas en quedarse con las estaciones de servicio de Shell en Argentina, así como con su destilería para, de ese modo, iniciar el operativo retorno al mercado doméstico, del cual salió en mayo del 2016.
Ese mes, vendió la mayor parte de sus operaciones a Pampa Energía, y posteriormente, en 2017, el grupo que controla Marcelo Mindlin se las cedió las estaciones de servicio al trader holandés Trafigura que actualmente las opera bajo la marca Puma.
En el caso de Petrobras, actualmente mantiene una participación en el bloque Río Neuquén en Vaca Muerta y acaba de firmar un acuerdo con YPF para el desarrollo de recursos no convencionales en dicha área.
Su regreso al país también podría pasar por comprar una participación de Raizen para, de ese modo, compartir el capital accionario de la sociedad con Cosan y Shell.
Por lo menos así lo explicó Marcelo Martins, CEO del holding, durante una conferencia con inversores que se llevó a cabo en agosto pasado y en la cual admitió estar preparando un plan de venta parcial de activos para acelerar la reducción de la deuda financiera de la compañía, pero que no tiene intenciones de sellar una venta completa ni de Raizen ni de Cosan sino la posibilidad de sumar un socio estratégico que aporte capital para Shell.
Según O' Globo, Petrobras podría tomar la decisión para fines de año con la intención de unirse a Raízen como socio o comprar activos.
El año pasado, la estatal brasileña expresó su interés en volver al país, pero para upstream, atraída por Vaca Muerta. Se habló de un sondeo para conformar una sociedad con Tecpetrol, la energética de Techint. Sin embargo, firmó un memorándum de entendimiento (MoU) con YPF.
Otro de los grupos que aparece como interesado en la lista del JP Morgan, es el holding Trafigura, considerado uno de los trader petrolero más importante del mundo, que ya opera en el país una red de 400 estaciones de servicio de bandera Puma Energy y que posee una refinería en la localidad bonaerense de Bahía Blanca.
La empresa se encuentra llevando a cabo un proceso de renovación y expansión de esa red, además de contar con una terminal portuaria en la localidad de Campana; una planta de lubricantes en Avellaneda y más de 70 agroservicios en los principales puntos de la zona productiva de la Argentina.
En la lista de posibles compradores que analiza el JP Morgan también figuran varios grupos norteamericanos interesados en desembarcar en la Argentina, atraídos por la producción de Vaca Muerta y por las políticas liberales del gobierno que orienta el presidente Javier Milei.
Del mismo modo, se sumó el gigante estatal saudí Aramco, que acaba de desembarcar en Chile a través de la adquisición de Esmax Distribución, la cual poseía la red de 300 estaciones de servicio que operaban bajo el paraguas de Petrobras, además de una planta de almacenamiento de combustible y la de lubricantes Valvoline.
Una nota del medio minutodecierre.com, agrega otro interesado a esta lista. Se trataría de un grupo que representa a inversores institucionales italianos y que, de acuerdo al artículo, prefieren "mantenerse debajo del radar, pero hizo saber que puede mejorar la oferta de Manzano".
En la nota se explica que este conglomerado, con fuerte experiencia en Latinoamérica, cuyo CEO es argentino, está interesado en el negocio del upstream para agregarle valor y se asegura que "tienen garantizado el acceso a financiamiento, lo que podría acelerar el cierre de la operación".
YPF y Pérez Companc afuera
En el caso de YPF, que es la mayor operadora del sector, sus ejecutivos no muestran interés por quedarse con los activos de Raizen, ya que la petrolera estatal se encuentra enfocada en otra estrategia de mayor relevancia.
De manera adicional, una eventual compra de estas características haría que el market share de la empresa que preside Horacio Marín se acercara a una posición dominante que dispararía investigaciones para analizar si incumple con la Ley de Defensa de la Competencia.
De igual modo, la familia Perez Companc desestimó también la carpeta, ya que sus actividades en el sector de los hidrocarburos se encuentra focalizada en expandirse en el área del "upstream" más que en el del "downstream".
En este sentido, el grupo, propiedad de Molinos Río de la Plata y Molinos Agro, participa en este negocio con la empresa Pecom, que ha retomado su actividad como operador de yacimientos hidrocarburíferos y proveedor de servicios energéticos.
Después de vender sus activos locales a Petrobras en 2003, el grupo, liderado por Luis Pérez Companc, volvió a operar en el sector con la adquisición de áreas en Chubut y ofreciendo servicios de exploración y producción.