El principal grupo agropecuario del país acumula pérdidas mayores a los $80.000 millones
A pesar de haber puesto en marcha una estrategia de reestructuración financiera, a partir de la apertura de su concurso preventivo de acreedores con el objetivo de viabilizar sus operaciones comerciales, el mayor grupo agropecuario de la Argentina sigue acumulando millonarias pérdidas, mientras su proceso judicial se encuentra en la etapa de definición del monto del pasivo que deberá cancelar.
Se trata de Los Grobo Agropecuaria, que a fines del 2024 notificó a los mercados sus problemas para hacer frente al pago de parte de sus millonarias deudas por "una situación de iliquidez transitoria" en el contexto "de un mercado con una retracción desafiante".
Gigante agropecuario busca zafar de millonarias deudas
Junto con su controlada Agrofina, abrieron sendos procesos concursales en la Justicia para reperfilar una deuda que supera los u$s390 millones, de la cual u$s207 millones corresponden a Los Grobo y el resto a Agrofina.
Ambas empresas son propiedad del fondo Victoria Capital Partners y la familia Grobocopatel, pero, a pesar de esta sinergia, sus planes para refinanciar sus pasivos y para retomar las operaciones de manera normal van por separado.
En cierto modo, las dos empresas "inauguraron" un período de default en el mundo corporativo local, al que se fueron sumando otras sociedades tanto del sector agropecuario como del negocio energético y hasta de la producción de papel.
Compañías como Surcos; Albanesi y hasta Celulosa Argentina fueron, en cierto modo, también víctimas de tener un nivel de endeudamiento muy alto y de procesos de refinanciación en pesos que en Argentina son muy caros, en especial en los últimos dos años, con tasas de interés en pesos siderales que terminaron por derrumbar las operaciones de estas compañías.
Los Grobo prepara cambio de core business
En el caso de Los Grobo, su plan es el de recuperar cerca del 50% del volumen que controlaba antes de caer en default y que llegaba a las dos millones de toneladas.
Como parte de esa estrategia, la empresa dejó de producir y sembrar y cedió este segmento a sus socios para enfocarse exclusivamente en el sector de granos y de insumos.
Además, cerró acuerdos con gigantes internacionales que le permiten obtener un importante respaldo operativo ante sus clientes, además de salir del segmento de molienda cediendo este negocio a Molinos Fenix.
En el caso de los granos, extendió a la soja el acuerdo que firmó en marzo pasado con Amaggi para la venta y distribución de girasol durante esta campaña.
El grupo brasileño, que es uno de los principales acreedores de Los Grobo, también garantiza, mediante la entrega de una fianza, el cumplimiento de pago del precio de los granos por parte de la empresa local que surjan de convenios de compra tanto de girasol como ahora de soja y maíz.
Sin embargo, hasta ahora el proceso no le ha permitido a la empresa mejorar su perfil financiero al punto que los síndicos del concurso de acreedores determinaron créditos admisibles con privilegio especial por $18.720 millones y u$s84,4 millones, mientras que otros $90,6 millones fueron categorizados con privilegio general.
Deudas millonarias
Los datos surgen de una nota publicada por el medio especializado Bichos de Campo, en la que también se hace mención de créditos quirografarios por $51.314 millones y u$s67 millones, a los que se le deben sumar créditos eventuales por $672,3 millones y u$s3,7 millones.
Entre los principales acreedores se destacan entidades bancarias y financieras tanto locales como internacionales, así como ARCA y varios organismos fiscales provinciales.
De acuerdo al artículo, la concursada estableció unos 550 acuerdos con acreedores granarios, que comprenden un "premio" o bonificación de u$s7 por cada nueva tonelada de soja o girasol entregado o bien de u$s5 para los cereales, de manera tal que así los productores pueden ir reduciendo el pasivo concursal a cambio de abastecer con granos a Los Grobo Agropecuaria.
A este complejo escenario se le suman millonarias pérdidas por alrededor de $82.000 millones durante el último año fiscal iniciado en junio del 2024 y finalizado en julio pasado, contra los $20.00 millones que perdió en el mismo período anterior.
Pasivo que no para de crecer
Es decir, un incremento de su pasivo de $60.000 millones que en la empresa atribuyen a problemas externos a sus operaciones como retraso en la actualización del tipo de cambio en la moneda en la que comercializa sus productos, que es el dólar; incremento de los costos de los insumos y servicios locales; el mantenimiento de las retenciones a las exportaciones de granos.
También a la caída en los precios internacionales de los commodities que comercializa; dificultades para obtener financiamiento, así como la imposibilidad de refinanciar los créditos vigentes y la imposibilidad de cobro de ciertas deudas.
Este combo de problemas impactó de manera fuerte en el curso de los negocios de Los Grobo al punto que se quedó sin capacidad financiera para afrontar sus obligaciones de forma regular, por lo que debió elaborar un plan de reestructuración que, además de la presentación del concurso preventivo de acreedores, incluyó negociar con proveedores y bancos condiciones de financiación acorde con sus posibilidades de pago y fondos disponibles.
La estrategia también comprende la concentración de la empresa en las actividades de mayor rentabilidad, en los negocios de distribución y originación de insumos; potenciar las operaciones mediante acuerdos con productores y acreedores para la originación de granos, y convenios con Amaggi para distribuir sus insumos.
Al mismo tiempo, desactivó el negocio de producción agrícola mediante siembras asociadas para disminuir la volatilidad de sus resultados y las necesidades de capital de trabajo.
A esto le sumó cambios en su estructura, pasando de 469 empleados a 253 a fines de septiembre pasado a partir del inicio de un procedimiento preventivo de crisis ante la Secretaría de Trabajo de la Nación.
El foco futuro
En una nota enviada por el directorio de Los Grobo a la Comisión Nacional de Valores (CNV), los ejecutivos de la empresa explican que las millonarias pérdidas sufridas en el último ejercicio se deben "al plan de reestructuración, incluyendo sus costos de implementación", y anticipan que para los próximos meses "no se perciben cambios".
En cuanto a las perspectivas de sus operaciones, en el informe se destaca que, considerando las dificultades por las que atraviesa la empresa, "se prevé seguir participando en el mercado agropecuario, con foco en los negocios de originación y comercialización de granos y en la venta de insumos, a través de acuerdos comerciales con exportadores, productores y proveedores".
En la actualidad, la empresa se encuentra operando con más de 500 clientes y generando un volumen de alrededor de 150.000 toneladas, esperando para el próximo ejercicio superar los 900 clientes y 700.000 toneladas.
En el caso del acuerdo con Amaggi, se extendió a la soja y la venta y distribución de girasol durante esta campaña.
El grupo brasileño, que es uno de los principales acreedores de Los Grobo, le permite garantizar, mediante la entrega de una fianza, el cumplimiento de pago del precio de los granos por parte de la empresa local que surjan de convenios de compra tanto de girasol como ahora de soja y maíz.
Del acuerdo surge que Amaggi recibe el 50% más IVA de la venta marginal que generen estas operaciones.
Todo indica que, a mediano plazo, el gigante del país vecino podría pasar a controlar el capital de Los Grobo como parte de una propuesta de reestructuración que incluya esta posibilidad, así como una quita de capital y una importante extensión de los plazos de pago del pasivo que surja de ese proceso concursal.
Por ahora, el contrato fue presentado ante el juez del concurso preventivo de acreedores, Diego Hugo Papa, y en el escrito los abogados de Los Grobo explican que "permitirá a la empresa concretar numerosas operaciones de compra de soja y maíz, sumamente relevantes en su actividad en esta parte del año, otorgando a su vez a los productores mayor tranquilidad respecto de su cumplimiento al encontrarse involucrada una compañía de la talla de Amaggi".
Agregaron que el acuerdo "no solo beneficia a los productores que entreguen soja y maíz a Los Grobo Agropecuaria en la campaña en curso, sino también al propio concurso preventivo por cuanto colabora con la actividad propia de la concursada, generando nuevos fondos relevantes para su continuidad".
Es más, ambas empresas se encuentran analizando la posibilidad de volver a extender el contrario hacia el negocio de insumos para, en el corto plazo, lograr que Los Grobo normalice sus operaciones y opere de forma confiable nuevamente en el mercado.