Qué deben hacer empresas y marcas para no ser invisibles y aparecer en respuestas de la IA

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) generativa está redefiniendo por completo el panorama de la búsqueda de información y las decisiones de compra. En la actualidad, 37% de los usuarios de internet en Latinoamérica ya consulta motores de IA como ChatGPT, Perplexity, Gemini o Claude antes de adquirir un producto o servicio. Esta cifra es aún más contundente entre los consumidores jóvenes (18 a 34 años), alcanzando el 52% y consolidando un nuevo paradigma basado en conversaciones y respuestas directas, no en clics tradicionales.

Este es el marco en el que nació Fardo, la primera plataforma en Latinoamérica especializada en Answer Engine Optimization (AEO), Generative Engine Optimization (GEO) y Large Language Model Optimization (LLMO).

La empresa surge precisamente ante el cambio en la forma en que las personas buscan y encuentran información, donde las respuestas provienen directamente de modelos de IA. Se trata de una compañía fundada por un equipo de especialistas en marketing, datos e inteligencia artificial cuya inversión inicial fue 100% privada y se destinó al desarrollo tecnológico y la validación del producto en diversas empresas.

Según comparten sus fundadores a iProfesional, Malena Martín y Nicolas Seguro, la misión de la plataforma es clara: "Ayudar a marcas y empresas a entender cómo aparecen en las respuestas generadas por IA, mejorar su visibilidad y posicionarse estratégicamente en este nuevo ecosistema".

Según Martín, advisor y cofundadora, el desafío es existencial para las compañías que no se adapten y la advertencia es contundente: "Para 2026, si tu empresa no está optimizada para ser la respuesta de una IA, será invisible para más del 80% del mercado".

La propuesta de valor: hacer que la IA hable de tu marca

La propuesta de Fardo es sencilla, pero ambiciosa: "Hacemos que la IA hable de tu marca", aseguran.

La plataforma trabaja midiendo la presencia de una marca en modelos clave como ChatGPT, Gemini, Perplexity y Claude. Su proceso se centra en cuatro pasos clave:

• Medir visibilidad: determinar si la marca aparece en las respuestas y con qué nivel de relevancia.
• Auditar fuentes: identificar con precisión de dónde extraen la información los modelos de IA.
• Definir estrategia: diseñar un plan claro para aumentar la presencia mediante contenidos optimizados y arquitectura digital adecuada.
• Monitorear evolución: medir cómo se modifica el share of voice de la marca en IA a lo largo del tiempo.

Fardo se presenta como una herramienta que democratiza el acceso a este nuevo radar digital, ofreciendo capacidades que antes solo estaban disponibles para grandes corporaciones tecnológicas.

"Nuestro objetivo es trazar un roadmap para que una marca pase de ser ‘invisible’ a ‘inevitable’ en 90 días", destaca la ejecutiva y agrega: "Las marcas ya no compiten solo en buscadores o en redes sociales: ahora compiten en las respuestas generadas por la inteligencia artificial. Nuestro objetivo es darles herramientas concretas para saber si están presentes en esas conversaciones, cómo son mencionadas y qué deben hacer para ganar visibilidad en este nuevo entorno".

El gran desafío: la IA como el nuevo buscador y el riesgo de la inadaptación

El contexto actual muestra una gran brecha: a pesar del cambio en el comportamiento del consumidor, el 65% de las marcas en la región aún carece de una estrategia específica para ganar visibilidad en estos motores de IA. El principal desafío, según Martin, es que "los motores de IA ya son el nuevo buscador, y la mayoría de las marcas aún no lo advierten".

A diferencia del SEO tradicional, donde se prioriza el posicionamiento de un sitio web, la nueva disciplina del AEO se orienta a posicionar a las marcas directamente dentro de las respuestas que ofrecen las inteligencias artificiales conversacionales. La información que consumen los usuarios ahora surge de cómo los modelos de IA interpretan y priorizan las fuentes, las cuales no siempre provienen de sitios oficiales.

Este cambio de reglas obliga a las marcas a interactuar con algoritmos que valoran el contenido confiable, verificable y útil.

Frente a esta nueva realidad, Fardo actúa como un puente para abordar estos desafíos. Su filosofía no es enseñar a la IA, sino hablar su idioma. Y el primer paso necesariamente debe ser la medición para lo cual Fardo ofrece un AI Visibility Score, una herramienta que permite a las empresas saber cómo están posicionadas en el ecosistema de IA hoy. "A partir de este diagnóstico, se definen las acciones concretas para escalar la visibilidad en un plazo corto y medible", explica Marin.

Las consecuencias de la inacción son un riesgo para las marcas. "Quedarán invisibles", asegura la vocera quien señala que, a medida que los usuarios confían más en las respuestas de la IA y menos en la navegación tradicional, no aparecer en estas plataformas equivale a no existir para una gran parte del mercado. "Las marcas que no adapten su estrategia quedarán fuera de la conversación digital, aunque sigan invirtiendo en medios o posicionamiento web", sentencia para concluir.