• 4/12/2025
ALERTA

El plan de la industria textil para competir contra las importaciones y la caída del consumo

Los empresarios buscan acordar con el Gobierno una serie de medidas que le permitan mejorar la competitividad interna y hasta incrementar las exportaciones
18/11/2025 - 21:15hs
Empresarios textiles

Un sector de la cadena productiva de la industria textil argentina acaba de presentar ante el Gobierno un plan para avanzar en un proceso de competitividad que le permita al sector poder dar pelea al ingreso de productos importados y, a la vez, defenderse de la fuerte caída del consumo interno.

Se trata de las empresas nucleadas en la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), entidad que representa desde hilanderías hasta confección que fue fundada en 1932, y que con el paso de los años se ha consolidado como una voz importante en el entramado productivo de este sector, articulando con cámaras, entidades gubernamentales, sindicatos y organismos multilaterales.

Representa casi a la totalidad de las 4.000 empresas y establecimientos que operan en el sector textil y de la confección en sus distintas fases como son hilandería, tejeduría, tintorería, acabado y proveedores del sector.

A partir de la crisis por la que viene atravesando esta industria, con miles de pérdidas de puestos de trabajo; cierre de empresas y una fuerte reducción de la capacidad de producción, sus representantes se acercaron al Ministerio de Economía para ofrecer un plan que permita fortalecer la competitividad de la industria para poder competir con las importaciones y hacer frente a la caída de las ventas y, por ende, de la producción interna.

La entidad empresarial acercó el documento al secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, quien depende de la cartera que orienta el ministro Luis Caputo.

El plan busca avanzar más allá de reclamos tradicionales como los de imponer restricciones al ingreso de competencia extranjera o de subsidios al sector, ya que, uno de sus principales ejes es que los impuestos al trabajo abonados por las firmas sean tomados a cuenta del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA].

La industria textil, ante una necesidad urgente

Es decir, promover la formalización del empleo a través de un mecanismo de crédito fiscal en el IVA.

El mecanismo permitiría reducir el costo laboral y usarlo a cuenta del pago de ese impuesto para, de ese modo, mejorar en alrededor de un 30% la competitividad del sector.

Los datos tienen en cuenta lo que los empresarios consideran como una necesidad urgente ante la caída del 18,1% en la actividad y la pérdida de 11.000 puestos de trabajo formales directos en los últimos dos años.

La propuesta fue elaborada por Miguel Kiguel y Andrés Borenstein y habría tenido buena receptividad por parte de las autoridades nacionales, a pesar de que todavía no hubo una respuesta concreta sobre su eventual aplicación.

Al respecto, Luis Tendlarz, presidente de FITA, explicó algunos pormenores de la propuesta durante un almuerzo con un grupo de periodistas en un restaurante de la zona porteña de Palermo.

El también presidente de Algodonera del Valle, que tiene plantas en Catamarca y Chubut, aseguró que la iniciativa "fue diseñada para mejorar la competitividad del sector y promover la formalización del empleo y de las prácticas comerciales entre empresas".

También aclaró que no tiene costo fiscal para alinearse a la política de déficit cero implementada por el presidente Javier Milei.

Mejorar el costo laboral

Explicó que permitiría una considerable reducción del costo laboral que le permitiría mayor formalidad a la industria y la posibilidad no sólo de mejorar su competitividad doméstica sino de también poder exportar a mercados regionales como Brasil o Perú.

"Nuestra industria tiene muy buena calidad, buenos productos, mucha tecnología, mano de obra calificada como para poder salir a competir en el exterior si logramos contar con una mejora en nuestros costos", detalló el titular de FITA.

A diferencia de otras cámaras del sector que responsabilizan a la política económica actual de la caída sectorial de la producción; las ventas y de los despidos masivos, desde FITA acompañan las medidas del gobierno nacional para normalizar la macro y mantienen un diálogo permanente con las autoridades nacionales para intentar resolver los problemas actuales.

En este sentido, Tendlarz aclaró que FITA no promueve castigos para el ingreso de productos importados sino que propone un plan de mejora de la competitividad del sector "para poder adaptarnos a la coyuntura y hasta para poder incrementar las exportaciones", tal como lo sostuvo el presidente de la cámara empresarial.

"En un contexto como el actual, nuestro compromiso es impulsar políticas y espacios de diálogo que contribuyan a mejorar la competitividad de la industria", explicó el empresario textil.

La caída del consumo también impacta

Durante el encuentro, quedó claro que el sector atraviesa por una fuerte crisis desatada por el ingreso de productos del exterior, mayormente de China; Vietnam; Bangladesh e India, que hoy ocupan el 60% del mercado total, dejando a la producción nacional con el otro 40%.

Sin embargo, los representantes de FITA entienden que ese contexto no es diferente al de otros momentos. "Hace unos años, lo importado llegaba al 52% del total, con lo cual no hay mucha diferencia con lo que pasa hoy", agregó Tendlarz.

El titular de la federación industrial estuvo acompañado por otros miembros de la entidad empresarial como Javier Chornik, vicepresidente; Edgardo Tertakián, secretario; Celina Pena, gerente General.

Todos coincidieron en que el problema que atraviesa la industria actualmente no se basa solamente en las importaciones; en la apertura de locales de venta de productos del exterior como Decathlon, o en las compras a sitios de ecommerce asiáticos del estilo de Temu o Shein.

También apuntaron a la depresión que evidencia el consumo en la Argentina, todo lo cual genera un peligroso combo para el sector que ya perdió más del 10% de su planta regular de trabajadores que, en la actualidad se ubica en 108.000 empleos formales y otros 500.000 si se suma toda la cadena de informalidad.

"Nuestra idea es volvernos todavía más competitivos para exportar no sólo a la región sino también a China y Europa y así poder compensar la caída interna", destacó Chornik, quien maneja una empresa dedicada a la confección de hilados, tejidos y planos, entre otros productos.

Ocurre que, en estos momentos, las fábricas textiles se encuentran trabajando al 50% de su capacidad instalada, lo que también hace que se tengan que suspender trabajadores, además de los miles de despidos, por falta de productividad.

Sin política industrial

En el mismo sentido, Tertakián resaltó la iniciativa de FITA aunque reconoció que la respuesta del gobierno nacional todavía no se ha concretado en la puesta en marcha de un plan similar "porque los tiempos políticos a veces no coinciden con las necesidades de las empresas".

Por su parte, Pena sostuvo que la formalización del empleo y la expansión de la base imponible del IVA implican un fortalecimiento de la recaudación tributaria.

"Esto sumaría beneficios sociales como el incremento del consumo formal y una menor demanda sobre el sistema público de salud que, a su vez, compensan la reducción de ingresos públicos por el descuento de los impuestos laborales", agregó.

Si bien, los integrantes de FITA coincidieron en defender las políticas del presidente Milei, también advirtieron que el Gobierno no tiene una política industrial y que debería adoptar algunas medidas para, por ejemplo, impedir el ingreso de productos importados subvaluados.

A modo de ejemplo, aseguraron que en los últimos meses ingresaron contenedores con camisas de Asia a menos de un dólar, o pantalones a u$s1,40 cada uno, lo cual marca que se trata de mercadería con valores muy por debajo de los cuadros legales.

Para evitar la continuidad de este tipo de políticas comerciales ilegales, la FITA propuso al gobierno nacional reflotar pero bajo otra denominación, la aplicación de valores de referencia a los productos importados que fueron eliminados en octubre del año pasado por la ex AFIP.

La medida fue impulsada por el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien sostuvo que el uso de los valores de referencia para la exportación, "fue un engendro kirchnerista fuente de burocracia y corrupción" y que se eliminaron para "facilitar el comercio exterior y eliminar una fuente de sobrecostos que afectaba a ciertos sectores productivos".

Monitorear precios en Aduana

La propuesta de la federación textil es la de instrumentar un mecanismo similar bajo el nombre de valores criterio, al estilo de lo que se aplica en Perú.

"Sería un mecanismo que se puede modificar según los vaivenes de los mercados internacionales y no ser un precio fijo como pasaba antes", agregó el titular de FITA para quien dos terceras partes de lo que ingresa del exterior "tiene precio ilegal".

En concreto, la entidad industrial reclama la necesidad de monitorear el precio de los productos textiles que ingresan al país debido a la falta de aplicación de valores de referencia en la Aduana.

Pero, además de estas medidas para mejorar la competitividad interna y poder incrementar las exportaciones, FITA elaboró otra estrategia complementaria que se vincula con la firma de un acuerdo con la Asociación Brasileña de la Industria Textil y de Confección (Abit).

El convenio busca impulsar la apertura de una negociación de un Acuerdo Bilateral Sectorial con los Estados Unidos, que se pueda sumar al pacto que se acaba de firmar con el gobierno que preside Donald Trump, para promocionar una serie de sectores de ambos países, pero en el que no se encuentra la industria textil local.

Convenio con Brasil

La firma del acuerdo entre ambas cámaras se llevó adelante en noviembre pasado con el objetivo de impulsar la apertura de una negociación de un convenio conjunto con la mayor economía del mundo, al que se podría sumar Paraguay en los próximos días.

Este documento reúne los lineamientos y criterios destinados a promover la diversificación exportadora, la integración productiva regional y la atracción de nuevas inversiones para el desarrollo del sector.

Para Tendlarz, se trata de una especie de acuerdo de libre comercio, cuyos lineamientos ya fueron presentados ante los gobiernos de Brasil y Argentina y que tiene similitud con el convenio que Estados Unidos ya suscribió con Honduras y El Salvador.

"Si logramos que se le de impulso a este convenio, nuestra industria podría exportar hasta el 50% de la capacidad instalada que en la actualidad se encuentra en desuso por la caída del consumo doméstico", agregó el titular de FITA.

Tanto este acuerdo como el plan de competitividad se basan en la necesidad de implementar respuestas inmediatas a un contexto económico complejo para la industria textil.

Escenario complicado

De hecho, informe económico mensual de FITA, basado en estadísticas oficiales, refleja una situación delicada ya que en agosto pasado, la actividad del sector textil cayó un 18,1% en comparación con el mismo mes de 2024, una contracción muy superior al 4,4% registrado por el promedio de la industria nacional.

En este escenario, la capacidad productiva del sector también se encuentra seriamente comprometida con el ¿uso de la capacidad instalada en apenas 41,5%, lo que implica que más de la mitad de la capacidad productiva del sector no está siendo aprovechada y que seis de cada 10 máquinas permanecen detenidas.

En resúmen, desde FITA entienden que sus propuestas pueden transformarse en una oportunidad proactiva para recuperar la competitividad y la formalización del sector textil argentino.

También remarcan sobre la necesidad de seguir impulsando el diálogo con el Gobierno para avanzar en la pronta implementación de las propuestas.

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