Impresionante inversión de Flybondi para intentar dominar el mercado argentino desde 2030
La aviación comercial en la Argentina acaba de presenciar uno de los movimientos de tablero más audaces de la última década. En un contexto donde la competencia por los cielos se ha vuelto feroz, Flybondi ha decidido jugar fuerte y apostar al largo plazo con una billetera cargada: la primera low cost del país confirmó una inversión histórica de 1.700 millones de dólares para renovar y multiplicar su flota. No es una promesa al aire: se trata de acuerdos firmados con los dos gigantes de la industria, Airbus y Boeing, para traer aeronaves salidas de fábrica.
Este anuncio no puede leerse de forma aislada, sino que es el resultado directo de un ecosistema de negocios que ha cambiado radicalmente en los últimos dos años. La política de desregulación del mercado aerocomercial, impulsada por la administración de Javier Milei, y la implementación definitiva de la política de "Cielos Abiertos", han generado el terreno fértil para que los capitales privados decidan enterrar inversiones millonarias en suelo argentino. La eliminación de bandas tarifarias y la flexibilización de rutas han permitido que las empresas diseñen planes de expansión que, bajo regulaciones anteriores, hubieran sido impensables. Flybondi, que ya posee una cuota de mercado doméstica del 16%, busca con esta jugada capitalizar esa libertad operativa y transformar su estructura para dejar de ser un actor de reparto y pelear el liderazgo regional.
La estrategia es clara: saturar la oferta con aviones más modernos y eficientes para bajar costos operativos y ofrecer tarifas que sigan siendo competitivas en un mercado donde el bolsillo del pasajero manda. La proyección es tan ambiciosa que, si se cumplen los plazos estipulados entre 2027 y 2030, la aerolínea podría aumentar su cantidad de aeronaves en un impactante 230%. Esto no solo implica más asientos, sino una reconfiguración total del mapa de conectividad federal e internacional desde Argentina hacia el resto del continente.
Flybondi y una inversión de 1700 millones de dólares: flota mixta y el hito de los Airbus A220
El detalle técnico de la compra revela una sofisticación operativa inédita para la compañía. Hasta ahora conocida por operar exclusivamente con Boeing 737, Flybondi diversifica su apuesta. El pedido incluye la incorporación de 15 aeronaves Airbus A220-300 (con opción a cinco más), un modelo fabricado en Alabama, Estados Unidos, que se destaca por su eficiencia en el consumo de combustible y su confort para el segmento de 160 pasajeros. Lo relevante de este dato es que la empresa argentina se convertirá en la primera operadora de este modelo en toda América Latina, marcando un hito tecnológico en la región. Las primeras unidades de estos "joyas" de la ingeniería aeronáutica aterrizarán en el país a partir de 2027.
Pero la relación con Boeing no se termina, sino que evoluciona. La low cost también sumará 10 aviones Boeing 737 MAX 10 (con opción a otros cinco adicionales). Estas naves son verdaderos "gigantes" para el segmento de corto y medio radio, con una capacidad de hasta 240 pasajeros, fabricados en Reston, Estados Unidos. La incorporación de estos equipos, programada para finalizar en 2030, apunta a las rutas de alta densidad, donde la clave es mover la mayor cantidad de gente al menor costo posible. Mauricio Sana, CEO de la firma, destacó que esta decisión de tener una flota mixta busca equilibrar lo mejor de ambos fabricantes para construir "la red aérea más democrática y eficiente de la región".
Detrás de los aviones y los anuncios rimbombantes, está la "nafta" que hace volar el proyecto: el capital. Esta expansión está liderada por COC Global Enterprise, que figura como el inversor principal en esta nueva etapa. Leonardo Scatturice, Chairman & CEO del grupo inversor, fue contundente al señalar que esta inyección de capital "billonaria" reafirma la creencia en el futuro económico de la región. El mensaje es potente: en un mercado desregulado, el privado que invierte es el que captura la demanda. La promesa de generar miles de empleos directos e indirectos es la carta de presentación de este plan ante la sociedad y el gobierno.
El objetivo final trasciende las fronteras domésticas. Si bien Flybondi ya conecta destinos en Brasil, Paraguay y Perú, la llegada de los nuevos aviones le permitirá a la empresa mirar hacia el Caribe y otros mercados clave de América Latina que hoy están dominados por aerolíneas de bandera o holdings internacionales. Con una flota actual de 15 aviones y habiendo transportado a más de 17 millones de personas desde 2018, la compañía del color amarillo se prepara para dar el salto definitivo. La versatilidad de las nuevas flotas permitirá no solo incrementar frecuencias en las 16 ciudades argentinas donde ya opera, sino abrir rutas inexploradas, optimizando la huella de carbono y mejorando la experiencia del usuario. La carrera por dominar los cielos de la próxima década ya comenzó, y Flybondi acaba de acelerar a fondo.