Gigante de la siderurgia iniciará 2026 con suspensiones que impactarán en 2.500 empleos y menores salarios

La situación productiva y comercial que atraviesan buena parte de las principales compañías argentinas no ha dejado de complicarse a partir de las bajas ventas y la apertura indiscriminada de las importaciones. Afectada por el derrumbe de la obra pública y con la previsión de que los que vienen serán meses de una comercialización poco prometedora, Acindar acordó con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) la prolongación por un año más del mecanismo que permite aplicar suspensiones rotativas a su personal. La medida en cuestión, con alcance a 2.500 empleos directos, implica también la extensión de un esquema de pagos parciales para los salarios de los operarios. En septiembre pasado la compañía aplicó un parate en parte de su estructura productiva en Villa Constitución, en la provincia de Santa Fe.

Según expusieron fuentes gremiales, el acuerdo para las suspensiones quedará establecido de forma definitiva una vez que obtenga su homologación en el Ministerio de Trabajo. Aunque, se aclaró, ese aspecto se trata sólo de un paso meramente formal.

Ambas partes rubricaron un compromiso de "rotación equitativa y proporcional" con vistas a que los trabajadores de la compañía cuenten con actividades a lo largo del año próximo y su capacidad salarial no se vea afectada por completo.

Se indicó, además, que las suspensiones serán definidas a partir del movimiento productivo que ostenten las instalaciones de Acindar. En todo caso, las partes apunta a "mitigar el impacto de los desafíos productivos que depare el año 2026".

En cuanto a cómo se harán los pagos de salarios para quienes se vean alcanzados por las suspensiones, se detalló que el esquema fija una "percepción del 83% del salario en enero y febrero", de alrededor del 81% en marzo y abril, 80% para mayo, junio y julio, un 78% para agosto y septiembre, y del 75% para el período de octubre a diciembre.

Acindar tuvo que frenar en septiembre

Afectada por el derrumbe de la obra pública y la apertura indiscriminada de las importaciones de productos basados en acero y sus derivados, la compañía aplicó un parate en parte de su estructura productiva en Villa Constitución, en la provincia de Santa Fe, a principios de septiembre.

En concreto, Acindar paralizó la actividad en sectores que dan empleo a más de 200 personas, las cuales se vieron alcanzadas por un régimen de suspensiones. Vale señalar que desde el año pasado la compañía viene operando prácticamente al 50% de su capacidad instalada.

Un dato importante está en que aparentemente Acindar no ha vuelto a implementar recortes de personal. Sin embargo, la baja actividad de la firma incrementa el suspenso respecto de lo que puede ocurrir en los meses venideros.

En el ámbito del acero afirman que la planta de Acindar en Villa Constitución enfrenta su peor momento en años. En dichas instalaciones la producción cayó a la mitad, pasando de 1.2 millones a 600.000 toneladas anuales.

Así, en el ámbito de la política de esa provincia, diputadas nacionales como Florencia Carignano afirmaron en agosto que la compañía "tiene un excedente mensual entre 15.000 y 20.000 toneladas de acero y eso que estaba funcionando con un solo horno".

La apertura de las importaciones complicó a Acindar

Esta situación preocupa y mucho en Santa Fe por la relevancia de Acindar al momento de generar empleo.

En cuanto a la incidencia del acero proveniente del exterior en el negocio de Acindar, desde la UOM señalaron que "hoy están ingresando productos elaborados del exterior, pero todavía no ha entrado tanto acero chino".

"Cuando empiece a generarse mayores ingresos de este tipo de productos de China, Turquía, o Brasil que devaluó y está complejo competir con ellos, ahí vamos a tener la principal señal de alarma", se pronosticó.