Cazas F-16: polémica por la presencia de militares chilenos en la logística de los aviones argentinos
El arribo de la primera dotación de los cazas F-16 que el Gobierno compró a Dinamarca en u$s300 millones parece no estar exento de polémica. Ocurre que, tras la llegada de la flotilla de 6 aviones de combate, primero se conoció que el sistema de armas viene siendo piloteado por personal militar de Dinamarca con asistencia de los Estados Unidos. La situación guarda cierta lógica en tanto el entrenamiento de los pilotos argentinos se extendería al menos por todo 2026, pero lo que generó críticas es la falta de información oficial sobre ese aspecto. El tiempo que permanecerán los militares extranjeros en la Argentina sigue siendo un misterio. Pero en los últimos días, otra controversia generó comentarios de un lado a otro de la cordillera de los Andes: la presencia de exgenerales de la fuerza aérea chilena en el programa de informática y logística pautado para los F-16.
Se trata de Leopoldo Porras Silva, retirado en 2017, y Francis Muñoz Covarrubias, quien dejó de pertenecer a la fuerza chilena recién el año pasado. La controversia guarda relación directa con las tensiones militares, plagadas de episodios de espionaje y sabotajes, que a lo largo de la historia han mantenido Chile y la Argentina.
Controversia por presencia chilena en la logística de los F-16
En el ámbito castrense nadie titubea al momento de exponer que ambos aparatos militares continúan vigilándose con sigilo. Y que la incorporación de los F-16, más allá de la ventaja tecnológica que en términos militares mantiene Chile respecto de nuestro país desde hace décadas, encendió más de una preocupación en las bases trasandinas.
La presencia de exgenerales chilenos en el programa de los F-16 fue reconocida recientemente por la prensa del país vecino, que además hizo mención a un malestar creciente en torno a la Fuerza Aérea nacional.
"A días de la incorporación de los 24 F-16 que Argentina compró a Dinamarca, comenzaron a circular críticas en programas de streaming y redes sociales por el vínculo de dos generales en retiro de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) con el programa de dichas aeronaves trasandinas", indicó Emol.
"Se trata de Leopoldo Porras Silva (retirado en 2017) y Francis Muñoz Covarrubias (dejó las filas el año pasado) quienes ahora trabajan como vicepresidente para América Latina y gerente de programa, respectivamente en la compañía belga ILIAS Solutions, proveedora del sistema informático que brinda soporte logístico a los aviones", detalló.
Del otro lado de la cordillera se expuso que tanto Porras Silva como Muñoz Covarrubias "poseen una vasta experiencia en F-16. Como oficiales activos de la FACh fueron parte durante varios años de la División de Ingeniería y Apoyo de Sistema de Armas, donde está alojada la logística de los más de 40 aviones F-16 que Chile adquirió entre 2006 y 2011".
Argentina, Chile y una hipótesis de conflicto que permanece
Si bien la prensa chilena afirma que los exgenerales no poseen acceso a información sensible de los cazas, medios locales como DataClave señalan que, a partir de filtraciones recientes, pudo saberse que el aparato militar trasandino sigue manteniendo "una hipótesis de conflicto con nuestro país".
"El 26 de mayo de 2023 el Ejército de Chile sufrió un ciberataque, un ransomware que secuestró datos, los encriptó y pidió un rescate para entregarlos de vuelta. Entre los documentos, cuenta que hay estrategias militares ante un hipotético ataque militar argentino a través de Tierra del Fuego y la disposición de armamento y tropas en las fronteras de Chile con Perú y Bolivia", informó la plataforma.
"El hackeo también reveló detalles pormenorizados del personal dispuesto en las fronteras, como su número de teléfono y horas trabajadas; el equipamiento y municiones de cada militar apostado en las fronteras y manejo ante un hipotético ataque argentino a través de la provincia patagónica de Tierra del Fuego", agregó.
Aunque las filtraciones también dieron cuenta de las buenas relaciones que Chile y la Argentina mantienen desde hace, también, varias décadas, quedaron a la vista sendos puntos de interés militar, cómo debería reaccionar el país vecino al avance de tropas argentinos y un "detalle de los vehículos y unidades disponibles en Argentina".