Cuánto cuesta llenar el tanque de un auto, según la provincia en donde se resida
El parque automotor de Argentina atraviesa un momento de transición marcado por dos realidades opuestas, con un crecimiento sostenido en la cantidad de unidades, pero un con un envejecimiento histórico de su flota. Según los datos más recientes de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), al finalizar el 2024, el país alcanzó un total de 15.552.418 vehículos circulantes, lo que representa un crecimiento del 1% respecto al año anterior.
Es decir, en el país hay un auto cada 3,02 personas, un índice mejor que el de Brasil (4,6), pero que está lejos de economías desarrolladas como Alemania (1,6), o Estados Unidos (1,1).
El 46,7% de los vehículos se concentra en la zona del AMBA (Capital Federal y Provincia de Buenos Aires), y le siguen Córdoba, Santa Fe y Mendoza, que juntas suman el 23,5%.
En el caso de los tipos de combustibles que se usan, el ranking lo lidera la nafta, con el 63%; seguida por el diesel, con el 25,2%; el GNC, con el 11,2% y en el último lugar la energía para los autos eléctricos.
El costo del combustible
En este sentido, las familias que disponen de automóvil, utilizan mayormente los tres primeros combustibles para el transporte urbano.
Sin embargo, la nafta es más común en los autos familiares, ya que el GNC lo es en el transporte profesional (taxis, remises y plataformas de viaje); y el gasoil o diésel en los segmentos industriales, por ejemplo, en la industria agropecuaria.
Por lo menos así surge de un informe elaborado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), que se centra en el costo que afrontan las familias sobre el consumo de combustibles.
Es decir, cuánto cuesta llenar un tanque de nafta y cuál ha sido la evolución de este valor entre enero del 2017 y diciembre del 2025, plazo que para los autores del documento "permite identificar patrones consistentes tanto en los precios reales como en su accesibilidad medida en relación con los salarios".
El documento aclara que los precios en términos reales corresponden a valores ajustados por inflación para poder comparar distintos momentos del tiempo con la misma unidad de poder adquisitivo.
Para la UADE, "el costo de llenar un tanque de nafta se encuentra en el nivel más bajo dentro de los últimos nueve años, debido a que los ajustes nominales en el precio de los combustibles se fueron rezagando respecto del IPC-vivienda, consiguiendo así una mejora en términos relativos sobre el resto de los bienes y servicios del rubro".
El máximo histórico
En este sentido, el trabajo detalla que durante los últimos ocho años, el valor promedio para llenar un tanque de nafta, fue de $113.568, y aclara que, tanto el valor máximo como el mínimo corresponden a la gestión del presidente Javier Milei.
"El máximo se dio al inicio de su mandato con un valor de $204.168; el mínimo de $88.005 en mayo del 2025", agrega el informe.
Del mismo modo, se explica que, durante la actual administración del partido libertario el costo promedio para llenar un tanque de nafta, resulta de $112.974, que representa un 7,8% más accesible que durante la gestión de Alberto Fernández, cuando el costo promedio llegó a los $122.521.
En términos generales, el informe destaca que el costo real de llenar un tanque de nafta se encuentra en el valor más bajo de los últimos ocho años, "lo que representa una erogación de $99.407, necesaria para llenar un tanque de nafta de un vehículo promedio en Argentina".
Además, se destaca que la amplitud entre el valor máximo y mínimo es de 2,3 veces y que se observa un patrón de incrementos y congelamientos posteriores y anteriores a los comicios, respectivamente.
El peso en el salario
En otro de los segmentos del documento se analiza el esfuerzo salarial, es decir, la proporción del ingreso que un trabajador debe destinar para adquirir un tanque de nafta para lo cual se observa la incidencia del costo de llenar un tanque de nafta sobre el salario.
"Este enfoque permite analizar las variaciones, en el poder de compra de los trabajadores. Es decir, cuán accesible o restringido resulta, para cada período, llenar el tanque de nafta para un trabajador", destaca la UADE.
El indicador presentado mide qué porcentaje del salario registrado promedio debe destinar un trabajador para llenar un tanque de 55 litros y concluye que, en el período 2017-2025, ese esfuerzo salarial promedió 5,44 %. Este porcentaje equivale, en términos del salario actual, a $108.325; con un máximo de 7,17% ($142.774) en octubre de 2018 y un mínimo de 4,80 % ($95.581) en octubre de 2023.
Durante la administración actual, el esfuerzo salarial promedio fue de 5,15%, equivalente a $102.550 en términos del salario de diciembre, valor que es 3,4% menor que el observado en la gestión anterior, "lo que indica una mejora relativa en la accesibilidad del combustible para los trabajadores".
A modo de conclusión sobre este indicador, el informe de la UADE entiende que "la mejora en el precio real de los combustibles no se traduce, al menos en su totalidad, en mejora en términos salariales". Esto se debe a que la evolución de los salarios estuvo por debajo de los incrementos en los precios del consumo de las viviendas, entre ellos el combustible.
Aun así, el informe señala que "el peso del costo del combustible sobre la remuneración se ubicó en 2025 por debajo del promedio histórico y fue inferior al observado durante la administración previa".
Acceso mayor
En otro apartado, se ilustra la evolución de la relación entre el costo de llenar un tanque de nafta y el salario, evidenciando que la diferencia entre los valores extremos es de menos de dos veces y demostrando que los incrementos en el poder de compra de los salarios atenuaron la volatilidad observada en las variaciones de los precios reales.
En este sentido, el informe destaca que "tanto desde el enfoque real como desde el punto de vista del esfuerzo salarial necesario, el acceso a los combustibles es mayor durante la administración actual respecto de la anterior y se encuentra por debajo del promedio de los últimos ocho años".
La UADE también señala que este análisis conjunto de precios reales y esfuerzo salarial muestra que la evolución del acceso al combustible no depende únicamente del precio sino también del poder adquisitivo de los ingresos.
Para ejemplificar la conclusión se asegura que, entre 2017 y 2020 los precios reales se mantuvieron relativamente estables, pero los salarios crecieron menos, lo que encareció el acceso. En cambio, entre 2020 y 2024 ocurrió lo contrario, ya que el aumento de los salarios moderó el impacto de los incrementos reales.
En tanto, a diciembre de este 2025, tanto el precio real del combustible como su peso relativo en el salario se ubican por debajo del promedio de los últimos ocho años, aunque la mejora en el precio real se ve parcialmente compensada por la pérdida de poder adquisitivo reciente.
Para la UADE, el precio de llenar el tanque está en valores históricamente bajos y su acceso por parte de las familias dependerá tanto del nivel de los salarios como del valor del combustible.
Qué pasa en las provincias
En otro apartado, el documento detalla, para cada provincia, el precio promedio final del litro de nafta súper y asegura que, mientras que en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires es igual al promedio nacional, sólo seis provincias se encuentran por debajo de este indicador.
Además, se asegura que la diferencia entre la provincia más cara (Salta) y la más barata (Tierra del Fuego) es del 37%, según los valores ofrecidos por las estaciones de servicios en cada provincia.
En este sentido, enTierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Rio Negro, La Pampa y Neuquén, el acceso a los combustibles es mayor, en parte por menores costos operativos y en parte por menores impuestos.
En tanto, las provincias del norte y centro del país como Salta, Formosa, La Rioja, Misiones, Santa Fe y Corrientes son las que mayores precios exhiben.
Las diferencias, según el reporte, responden a una combinación de factores como estructura impositiva local, costos operativos y distancia a los centros de distribución.
Usando estos parámetros se sostiene que la Patagonia concentra los precios más bajos, seguida por el noreste, mientras que el centro y norte del país exhiben los valores más altos.
Dentro de cada provincia se observa heterogeneidad en los precios como el caso de la provincia de Buenos Aires, donde en Arroyo Dulce, Azul y Ramallo, el costo de la nafta súper excede los $1.840; a la vez que, en Pedro Luro, Stroeder y Villalonga, no supera los $1.400.
"Como se puede observar en el mapa de precios de nafta súper, las estaciones de servicio del sur ofrecen los precios más accesibles, seguidas de las del noreste; mientras que la región media y norte exhiben mayores precios. A su vez, las estaciones de servicio de tránsito como Chascomús, Lezama, Dolores, Las Armas y Coronel Vidal suelen exhibir mayores precios que las regiones de "destino" como Santa Teresita, Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, Miramar y Necochea", se informa en el paper.
El mapa de la Costa Atlántica
En el cuadro 4 del documento de la UADe se exhibe el valor del litro de nafta súper para las distintas localidades tradicionalmente usadas para las vacaciones en los destinos balnearios de Buenos Aires, diferenciando las localidades de tránsito de las de destino.
Ambas regiones exhiben valores mayores a los ofrecidos en CABA, en donde el litro de nafta súper asciende a $1653.
En el mismo sentido, en la tabla 5 se exhiben los costos afrontados para transportarse desde CABA hacia los distintos destinos balnearios de la Provincia de Buenos Aires.
Se evidencia que el costo promedio, que deben afrontar las familias, para transportarse hacia la costa atlántica, sin contemplar el gasto en peajes, resulta de $58.149.
Al respecto, el trabajo sostiene que, a nivel territorial se evidencian diferencias significativas entre provincias que se explican principalmente por las variaciones impositivas, los costos operativos y los factores logísticos.
"La brecha de hasta 36% entre los precios extremos sugiere que la localización geográfica continúa siendo un determinante relevante del acceso a los combustibles", se advierte.
Además, se evidencian diferencias en los niveles de precios, en donde las estaciones de servicio ubicadas en las zonas de tránsito exhiben mayores precios respecto de las ubicadas en regiones urbanas o de destino.
Respecto de la sustitución entre nafta y GNC, la UADE entiende que este último combustible "resulta la alternativa más económica para el transporte urbano, permitiendo reducir en promedio un 59% en el costo por kilómetro recorrido".
Como conclusión general, la UADE observa que el acceso a los combustibles durante este 2025 se encuentra en uno de los momentos más favorables de la última década en términos de precios reales y esfuerzo salarial, aunque condicionado por la evolución reciente del ingreso.