Incertidumbre en Lidermoto: locales cerrados y clientes que denuncian demoras en las entregas
Durante años, Lidermoto fue un nombre habitual dentro del circuito de concesionarios de motos en la Argentina. Con presencia en zonas estratégicas y representación de marcas reconocidas, su operatoria parecía la de una empresa consolidada. Sin embargo, en las últimas semanas comenzaron a aparecer señales que encendieron alertas y derivaron en una pregunta que hoy recorre el sector: ¿qué pasó con la empresa?
Señales tempranas en redes sociales
Las primeras advertencias surgieron en el terreno digital. Al revisar las redes sociales de la empresa y de sus distintas sucursales, llamó la atención un dato concreto: la ausencia total de publicaciones durante más de dos semanas. A eso se sumaron comentarios de usuarios que empezaron a dejar mensajes públicos reclamando demoras en la entrega de motos ya pagadas.
En un mercado acostumbrado a ciertos retrasos, esas quejas no resultaron, en un primer momento, determinantes. La industria de las motos arrastra desde hace años problemas de stock, importaciones demoradas y plazos que rara vez se cumplen al pie de la letra.
Cuando el silencio dejó de ser normal
Lo que empezó a marcar una diferencia fue la combinación de factores: falta de comunicación oficial, redes inactivas y un volumen creciente de reclamos visibles. En un sector donde los concesionarios suelen reforzar su presencia digital incluso en contextos adversos, el silencio prolongado empezó a llamar la atención.
La inquietud se profundizó cuando los mensajes dejaron de referirse solo a demoras y comenzaron a hablar directamente de motos abonadas que nunca llegaron a entregarse.
Persianas bajas en pleno centro porteño
El punto de inflexión llegó con una escena concreta. Hace aproximadamente dos semanas, al recorrer el centro de la Ciudad de Buenos Aires, los locales de Lidermoto ubicados sobre la traza de la Avenida 9 de Julio aparecieron cerrados. Las sucursales que comercializaban marcas como Kawasaki, CFMOTO, Bajaj y Kymco estaban con las persianas bajas.
La imagen contrastó con la trayectoria de una empresa que había construido una red comercial amplia y mantenía relación directa con las terminales de las marcas que representaba.
Denuncias públicas y pedido de visibilización
Poco después, la situación escaló en redes sociales con la difusión de un video titulado "Alerta estafas", en el que se menciona a Lidermoto y a la firma Sofama SA. En ese material, más de 60 personas aseguran haber pagado motos que no fueron entregadas y denuncian que la concesionaria habría cerrado o quebrado sin brindar respuestas.
El mensaje apunta a visibilizar el caso, evitar que haya nuevos afectados y reunir a quienes atraviesan situaciones similares para impulsar reclamos conjuntos.
Sin versión oficial y con múltiples afectados
Hasta el momento, no hubo comunicación pública de Lidermoto que permita esclarecer qué ocurrió ni cuál es el estado real de la empresa. Tampoco existe información confirmada sobre los motivos financieros o comerciales detrás del cierre de los locales.
- La preocupación se concentra en tres planos:
- Los clientes que pagaron por una moto y siguen esperando una entrega
- Los empleados que podrían haber quedado sin trabajo
El impacto que una eventual caída empresarial tendría en un mercado que, paradójicamente, venía mostrando crecimiento sostenido
Por ahora, el escenario está dominado por la incertidumbre. Sin explicaciones oficiales y con denuncias que se multiplican, el caso Lidermoto sigue abierto.