Nuevos dueños de Quickfood invertirán u$s15 millones

Marfrig Group confirmó que en 2008 desembolsará esa cifra para modernizar instalaciones y así­ fabricar productos de mayor valor agregado
Por iProfesional
NEGOCIOS - 10 de Diciembre, 2007

Marcos Molina dos Santos es el dueño de Marfrig Group, el conglomerado brasileño que en octubre pasado se quedó con el 70,5% de las acciones de Quickfood, uno de los frigorí­ficos más grandes de la Argentina, por 140 millones de dólares. Con él en el timón, la compañí­a instaló la primera planta de faena este año e inició un perí­odo de crecimiento vertiginoso: casi ocho años después, Marfrig tiene 28 plantas en Brasil, la Argentina, Uruguay y Chile, y emplea a 20.000 personas. En menos de un año el grupo desembolsó u$s200 millones en la Argentina para quedarse con siete plantas frigorí­ficas y algunas marcas célebres –como la de las hamburguesas Paty. Y en 2008 prevé invertir no menos de u$s15 millones en modernizar las instalaciones para fabricar productos de mayor valor agregado. Además, estudia repetir en nuestro paí­s la experiencia en marcha en Brasil y Uruguay: financiar a sus proveedores para aumentar la producción. "Vamos a contribuir con lí­neas de financiamiento a largo plazo para que los ganaderos puedan aumentar la producción", declaró el empresario, el viernes último durante un block test –un concurso de calidad de la hacienda–, que realizó en esta localidad cordobesa Estancias del Sur, uno de los primeros frigorí­ficos que Marfrig adquirió en la Argentina y donde espera captar buena parte del nuevo fenómeno de la ganaderí­a del Norte del paí­s. El desembarco de Marfrig en la Argentina comenzó en enero pasado, cuando adquirió el frigorí­fico Argentine Breeders and Packers (AB&P) –en Hughes, Santa Fe–; luego siguió con Estancias del Sur, que tiene su planta en esta localidad cordobesa; Best Beef, en Vivoratá, Mar del Plata, y Quickfood. "La mano de obra es ciento por ciento argentina; de los 4000 empleados que tenemos aquí­ sólo dos son brasileños. Las compañí­as que compramos tienen sus presidentes, son independientes y tienen autonomí­a total", aclaró el ejecutivo, en declaraciones al diario La Nación. Ahora Molina dos Santos promete invertir fuertemente para adaptar sus plantas a la fabricación de "productos de valor agregado, procesados, hamburguesas, salchichas, productos cocidos y kosher. Queremos aumentar el valor agregado, no la faena", dijo. "Queremos ser fuertes en el mercado interno, por eso compramos Quickfood. En Brasil, el 65% de la facturación de la empresa viene del mercado doméstico. Y yo prefiero un consumo interno como el que tiene la Argentina, de 67 kilos per cápita, y no como el que tenemos en Brasil, que está en el orden de los 40 kilos por persona. La exportación tiene que ser lo que sobra del consumo interno", afirmó. Ante la pregunta por las retenciones a las exportaciones de carne –que están en el orden del 15%, incluso para los productos elaborados–, respondió: "En la Argentina hay retenciones, pero tienen un dólar a 3,10 pesos. En Brasil, no tenemos retenciones, pero el dólar está a dos reales. En definitiva, cambian los nombres, pero es lo mismo. Hay que tener volumen y ser muy eficientes porque al final, en la última lí­nea, el resultado siempre es pequeño. No tenemos idea de qué polí­tica es la correcta, nosotros tenemos que seguir adelante". Luego se le preguntó si los empresarios extranjeros que invierten en frigorí­ficos argentinos lo hacen pensando en la apetecible cuota Hilton, que exporta cortes de alto precio al mercado europeo. Su respuesta fue una carcajada y otra pregunta: "¿Usted qué cree?". Sin embargo, luego aclaró: "No creo que sea el objetivo". A su lado, el gerente general de AB&P, Alain Martinet, agregó: "De las 28.000 toneladas de cupo de Hilton que tiene la Argentina, sólo 8000 están en manos de empresas extranjeras". Molina dos Santos aclaró a la misma fuente que "la compañí­a no tuvo ninguna asistencia financiera del gobierno brasileño para las inversiones que hizo en los últimos meses en la Argentina, en Chile y en Uruguay". No lo mencionó, pero JBS-Friboi sí­ contó con el respaldo financiero del Banco Nacional de Desenvolvimento Econí´mico e Social (Bndes), el mayor banco de fomento de Brasil, que desde hace un tiempo apoya sólidamente a la internacionalización de las empresas del gigante sudamericano.

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