Siemens denunció a funcionarios argentinos por el pago de coimas

Uno de los máximos directivos de la compañí­a admitió haber pagado 80 millones de dólares por la digitalización de documentos de identidad
Por iProfesional
NEGOCIOS - 21 de Abril, 2008

Un ejecutivo de la multinacional Siemens declaró ante la justicia alemana que la empresa pagó sobornos por u$s80 millones a funcionarios argentinos para garantizar un negocio multimillonario en la digitalización de documentos de identidad. El periódico alemán Sí¼ddeutsche Zeitung publicó la declaración del directivo ante la fiscalí­a de Munich que investiga el caso. Según aseguró el empresario, la compañí­a pagó u$s70 millones a funcionarios del gobierno del ex presidente Carlos Menem para adjudicarse en 1998 la licitación del sistema de digitalización de documentos y la informatización en los controles fronterizos, un negocio valuado en unos u$s1260 millones. Además, el mismo testigo afirmó que, entre 2002 y 2003, fue presionado por el entonces presidente de la empresa, Heinrich von Pierer, para depositar otros u$s10 millones en una cuenta suiza, destinados a intermediarios argentinos. Pretendí­an reflotar así­ el contrato de concesión que habí­a sido anulado un año antes por orden del gobierno de Fernando de la Rúa. La historia En 1998, Siemens ganó la licitación para instalar en la Argentina el nuevo sistema tecnológico destinado a la producción de 47 millones de documentos, la confección de padrones electorales y la informatización de trámites en las fronteras. En la órbita del Ministerio del Interior, bajo el comando de Carlos Corach, el contrato contemplaba un precio por documento de 27 pesos (dólares en aquella época), casi el doble de lo que le costaba al Estado argentino hasta entonces. Para lograr ese beneficio, Siemens, según el testigo, que declaró el miércoles pasado, pagó 70 millones de dólares en coimas, En 1999, cuando Fernando de la Rúa llego al poder, el Estado demoró la aplicación definitiva del contrato porque consideraba altos los costos fijados. En noviembre de 2000, el entonces ministro del Interior, Federico Storani, inició una renegociación y estableció 180 dí­as para firmar con Siemens un nuevo contrato. Hubo una propuesta de la empresa, pero no se llegó a acuerdos. En mayo de 2001, de la Rúa le puso fin a la concesión. Un año después habrí­a habido otro intento por reflotar la licitación caí­da, ya bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, según la declaración del testigo de identidad reservada. Durante 2002 y 2003, un grupo de intermediarios argentinos no identificados habrí­a pedido el pago de otros u$s27 millones adicionales para retomar el contrato, pero el testigo aseguró que sólo tuvo "constancia" de que se pagaron 10 millones. "Compórtense como soldados de Siemens", le habrí­a dicho Von Pierer antes de ordenar el soborno, cita el matutino alemán. Von Pierer rechazó las acusaciones, según consignó un cable de la agencia DPA. "Es absurdo. Esas son palabras que Von Pierer jamás utilizarí­a", dijo su abogado, Winfried Seibert. Después de la denuncia, la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que Von Pierer dejarí­a de ser asesor en innovación tecnológica. Justificó la decisión en que ya existen dos academias de ciencias en condiciones de asesorarla. En medio del escándalo, Siemens todaví­a mantiene con la Argentina un juicio internacional abierto por la cancelación del contrato para la confección de documentos. La compañí­a pretende cobrar por lo menos 200 millones de dólares en concepto de indemnización. Más de una vez el caso Siemens fue eje de reuniones entre los gobiernos argentino y alemán. Desde su llegada al poder, el kirchnerismo intensificó relaciones económicas con la empresa (se le adjudicó la provisión de turbinas de centrales eléctricas en Santa Fe y Buenos Aires) y recompuso la relación polí­tica con Alemania (de lo que se informa por separado). Siemens, mientras tanto, también afronta investigaciones por presuntas coimas en otros lugares del mundo, como los Estados Unidos. Hasta el momento se habrí­an detectado unos 2069 millones de dólares en pagos dudosos, cuyo destino se presume que fue para sobornos en el extranjero. En multas, la empresa ya gastó 2388 millones de dólares.

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