Luego de 34 años, General Motors cerró su planta ensambladora en Chile

La empresa automotriz registraba una pérdida del orden de los u$s38 M en 2007; es decir, el importe máximo alcanzado por una fábrica de vehí­culos del paí­s
Por iProfesional
NEGOCIOS - 31 de Julio, 2008

La automotriz registró pérdidas por 38 millones de dólares en 2007, la mayor registrada por una fábrica de vehí­culos en ese paí­s. La estadounidense General Motors cerró la planta ensambladora que mantuvo por 34 años en la ciudad chilena de Arica, informó hoy la prensa de esa localidad, a 2.051 kilómetros al norte de Santiago, informó la agencia EFE.El cierre de la ensambladora, realizado este miércoles, habí­a sido anunciado con anterioridad por la compañí­a, que lo atribuyó a la "falta de competitividad", que según GM existe en este paí­s. La empresa, que hasta el momento es la única compañí­a que opera una planta de armado de vehí­culos en Chile, ha producido 300.000 unidades desde que se puso en marcha en 1974.La multinacional, que en 2007 tuvo pérdidas netas por 38.700 millones de dólares, las mayores en la historia de un fabricante de automóviles, emplea directamente en Chile a más de 400 personas a través de la planta de Arica y de sus oficinas administrativas, ubicadas en Santiago.

A ellas se suman unos 300 trabajadores contratistas y de empresas de suministros. Los trabajadores armaron ayer la última camioneta Chevrolet D Max chilena, de un total de 24.000 que se produjeron en los últimos meses. Entonando el himno de Arica, el que fue acompañado de aplausos y sirenas, los operarios de General Motors despidieron el último vehí­culo que se fabricó en la planta, en la que trabajaron varias generaciones de familias ariqueñas. El presidente del sindicato de la planta, Jorge Mollo, dijo que el cierre de la empresa "es el fin de una era".Los 400 trabajadores de planta de la empresa cuentan con apoyo gubernamental, consistente en capacitación para su reconversión laboral, becas de estudio superior y subsidios por tres años de agua potable, recurso escaso en el desértico norte chileno. Los trabajadores pidieron además un subsidio de cesantí­a por 250.000 pesos mensuales (unos 500 dólares) que cubra hasta un trimestre, solicitud que, sin embargo, hasta ahora no ha sido acogida, informó el dirigente sindical. A otros operarios de la firma el Gobierno "simplemente no los consideró", según afirmó a los periodistas el presidente del sindicato de vigilantes, Antonio Durán. La planta de Arica vivió su apogeo con el éxito del modelo Chevrolet LUV, entre 1982 y 2005, mientras en 2007, su sucesora, la D Max, logró un récord de ventas por 142 millones de dólares en enví­os a diez paí­ses, según datos de la empresa. Pero, la difí­cil competencia por la progresiva rebaja de aranceles a los vehí­culos extranjeros en el paí­s, detonaron el cierre de la histórica planta de Arica.

Te puede interesar

Secciones