Peligra el principal polo petroquí­mico de la Argentina por la sequí­a

La falta de agua derivarí­a en el parate del parque industrial de Bahí­a Blanca antes de diciembre. El suministro para 400.000 personas estarí­a en riesgo
Por iProfesional
NEGOCIOS - 01 de Septiembre, 2009

La historia se acerca peligrosamente a lo adelantado por innumerables cuentos y pelí­culas futuristas. La falta de agua transforma poco a poco a una próspera ciudad en el desierto más inhóspito. Comienza el éxodo de los hombres. Y con ellos, sus empresas. Crecen las disputas entre los distintos sectores sociales. Acto seguido: se paraliza la economí­a local. El éxodo y consiguiente abandono de la ciudad, que antes se diera por goteo, ahora se vuelve un poderoso torrente humano. El último.Si bien se trata de una ficción, al menos una pequeña parte de este relato podrí­a cristalizarse a poco más de 6 horas del Obelisco porteño. Bahí­a Blanca enfrenta hoy la peor crisis hí­drica de su historia a raí­z del proceso de sequí­a que afecta a su principal fuente de provisión: el dique Paso de las Piedras, distante 60 kilómetros de la ciudad portuaria y a sólo 25 kilómetros de Sierra de la Ventana.A esa variable natural se suma, aseguran las empresas y los clientes domiciliarios, la falta de respuestas por parte del gobierno provincial y buena parte del Ejecutivo bahiense. En el caso del sector privado, la escasez de agua amenaza de manera concreta la actividad en el polo petroquí­mico de la ciudad, considerado el más importante de la Argentina. Dueño del 55% de la producción nacional de materiales como el polietileno y los plásticos, sede de refinerí­as como la controlada por YPF y Petrobras, y espacio donde firmas como Profertil impulsan el desarrollo de fertilizantes y agroquí­micos, este emprendimiento genera –de manera directa e indirecta– alrededor de 9.000 puestos de trabajo. Empleos que, de no ser descubiertas nuevas fuentes de agua o si no aumentan los niveles de lluvia, se perderí­an en gran medida antes de 2010."La situación es crí­tica. Los proyectos de búsqueda de nuevas fuentes tienen que concretarse antes del verano, sino el polo deberá hacer restricciones importantes. Y restricciones importantes para esas empresas implica parar la producción. Si se restringe un 15% el agua para las compañí­as, entonces (el polo petroquí­mico) no podrá seguir operando", explicó a iProfesional.com Hugo Simoni, gerente de la Cámara de Permisionarios del Puerto de Bahí­a Blanca, entidad que aglutina a petroquí­micas y firmas con terminales en los muelles de esa ciudad.Simoni lanzó otro alerta orientado a los clientes domiciliarios. "El volumen que queda disponible en Paso de las Piedras, de no haber grandes lluvias, permitirá abastecer a la ciudad hasta abril del año que viene como mucho. Dependerá de cómo se regule el consumo. El lago se ha reducido alrededor de 10 metros de altura", dijo.En la actualidad, el polo petroquí­mico demanda el 20% del agua que, proveniente del dique, abastece tanto a Bahí­a Blanca como a la cercana ciudad de Punta Alta. A nivel cobertura domiciliaria, la fuente provee del lí­quido vital a más de 400.000 personas."Hay que pensar que ya en el plano económico, el 20% de los ingresos de Bahí­a Blanca parten de la actividad industrial que se origina en ese parque de empresas. El polo demanda la actividad de 330 empresas proveedoras y a partir de ahí­ genera movimientos comerciales por $250 millones. A eso hay que sumarle los $122 millones que aporta en materia de salarios e impuestos", detalló Simoni.Algunas de las principales empresas con presencia en el complejo bahiense expresaron su malestar ante el previsible recorte del servicio. Sucede que los convenios de inversión rubricados con el gobierno provincial a fines de la década del ‘90 colocaban a la disponibilidad de agua como una de las principales garantí­as."Existen contratos vigentes y compromisos de parte del sector público. A las empresas les habí­an garantizado el suministro de agua y ahora la Provincia tendrá que hacerse responsable. No se invirtió y por eso el dique Paso de las Piedras terminó quedando como única fuente", comentó a iProfesional.com Juan Pedro Tunessi, diputado nacional por la Unión Cí­vica Radical (UCR).Tunessi definió como "catastrófica" la posibilidad de que el polo petroquí­mico cese sus actividades. "Llegar a ese extremo será pavoroso. Se necesita un programa de ahorro urgente, con penalizaciones o lo que sea, para que todo el mundo se comprometa", expresó.

El dique Paso de las Piedras, por estos dí­as (Foto: gentileza Arnaldo Botto)

Sequí­a empresarialCon relación a la identidad de las empresas que, en tanto integrantes del parque, ya sufren las primeras consecuencias inherentes al racionamiento del agua, puede mencionarse en primer lugar a la compañí­a Mega; emprendimiento surgido de una sociedad que integran Repsol-YPF, Petrobras y Dow Chemical.La firma cuenta con una planta fraccionadora de hidrocarburos en la que se trabaja sobre elementos como las naftas, y el gas en sus variantes etano, propano y butano. Las instalaciones de Mega también proveen de estos materiales al resto de las empresas del polo.Solvay Indupa, en tanto, cuenta con tres unidades productivas que elaboran PVC y soda cáustica. El primero se utiliza para la fabricación de botellas plásticas, envases de todo tipo, tapizados, bolsas, y también para accesorios aplicables a ámbitos como la salud, la construcción, la electricidad y la electrónica.La soda cáustica, en cambio, sirve para fabricar desde jabones y detergentes hasta pasta de papel, fibras textiles artificiales, y componentes para la industria del petróleo.Por el lado de Profertil –empresa integrada por Repsol-YPF y Agrium–, la compañí­a produce fertilizantes como la urea granulada. Y también elabora compuestos quí­micos como el amoní­aco.Aunque de manera indirecta, el potencial parate del polo petroquí­mico bahiense también afectarí­a al resto de las grandes compañí­as que operan en los muelles de esa ciudad. "Acá también operan Cargill, Dreyfus y Oleaginosa Moreno Hermanos, entre otras firmas. Si bien no son dependientes del Polo, que deje de operar terminarí­a por afectar a toda la actividad regional. Acá el 95% de la actividad portuaria está vinculada de algún modo con las petroquí­micas", aseveró Simoni.

Empleo en suspenso Respecto de cómo la complicada situación hí­drica podrí­a repercutir sobre el nivel de empleo, el entrevistado aseguró que "de profundizarse el problema, las más de 1.200 personas que hoy trabajan en el polo podrí­an ver en peligro sus trabajos"."A esos hay que sumarle casi 3.000 que trabajan de manera indirecta para el mismo lugar. Además, las petroquí­micas generan cercan de 5.000 empleos de mano obra indirecta en talleres que ya están afuera del cerco del polo", destacó. Más allá de este riesgo, Simoni sostuvo que mantiene la esperanza en que "los planes de suministro que están ejecución aporten agua suplementaria al sistema en 2 o 3 meses". "Se están creando 15 pozos de agua en la zona del Bajo San José. Y también se verá qué se puede aprovechar del arroyo Napostá. Son proyectos que intentarán suplir parte de lo que aporta el dique", dijo.Tunessi, en cambio, exigió "soluciones a largo plazo". Y pronosticó un final de año dramático. "Con el primer calor, en septiembre y octubre, ya se notará muchí­simo la falta de agua. También se resentirá aún más la calidad de la misma, que hoy viene muy turbia. Ya hay sectores de Bahí­a Blanca que no tienen agua. Hay que pensar a largo plazo", concluyó.Patricio Eleisegui© iProfesional.com

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