Insólito: aún existen barcos piratas y obligan a volver a las armas

Aunque ningún marino mercante murió a manos de los piratas, los conflictos van en aumento. Crecen los pedidos de personal armado por parte de navieras
Por iProfesional
NEGOCIOS - 16 de Enero, 2010

Los buques cargueros que transportan bienes en las aguas infestadas de piratas de la costa de Somalia encaran un nuevo e inusual cargamento: guardias armados.Las empresas de carga de la era moderna se han resistido a portar armas incluso en zonas en las que los ataques son comunes. Su razonamiento ha sido que un enfrentamiento armado que conllevara demandas, bienes dañados o el hundimiento de un naví­o podrí­a costar cientos de millones de dólares, una suma que superarí­a con creces los pocos millones de dólares que suelen pedir los piratas.Pero algunas navieras y barcos de pesca están abandonando la antigua tradición de navegar desarmados en medio de una escalada de la violencia en alta mar. Y los piratas, que solí­an optar por armas pequeñas, ahora utilizan armas pesadas como lanzagranadas, señalan las firmas de enví­os y de seguridad. Además, apuntan, recientes conflictos armados han tenido cierto éxito en repeler a los piratas, según relata un artí­culo publicado por The Wall Street Journal.Sin embargo, la mayor parte de la comunidad marí­tima intencional se resiste a usar fuerza letal en los naví­os porque "supone increí­bles retos logí­sticos y potencialmente infringe muchas leyes nacionales e internacionales y es contraria a las convenciones marí­timas", explica al diario James Christodoulou, presidente ejecutivo de Industrial Shipping Enterprises Corp.Uno de los barcos de Christodoulou, el MC Biscaglia, fue secuestrado en noviembre de 2008, y luego liberado tras el cobro de un rescate de más de u$s1 millón, dos meses después, detalla The Wall Street Journal. A pesar de ser una ví­ctima, todaví­a se opone a las armas. Estas podrí­an, dice, poner en peligro a la tripulación en cautividad y "convertir el Océano índico y el Golfo de Adén en un campo tiro".Aunque ningún marino mercante ha muerto a manos de los piratas, los conflictos van en aumento, advierte The Wall Street Journal. Según la Oficina Marí­tima Internacional (IMB, por sus siglas en inglés), un grupo del sector con sede en Londres, hubo 324 intentos de abordaje por parte de piratas en los primeros 10 meses de 2009 en todo el mundo, comparados con 194 en el mismo perí­odo de 2008.La mitad de los ataques ocurrió en el Golfo de Adén, frente a la costa somalí­. De esos, hubo 47 secuestros exitosos en la región en 2009, comparados con 42 en 2008, según la IMB. El alza, auque pequeño, fue sorprendente, porque una caí­da del comercio ha reducido el número de barcos en el área, y porque hay una armada militar de 15 barcos, coordinada por la OTAN y la Unión Europea debí­a atacar el problema.Sin embargo, al parecer los piratas no dan tregua. Hoy en dí­a, la mayorí­a de barcos rápidos, que pueden navegar a 25 nudos (46,3 k/h), puede escapar de los piratas. Pero muchos barcos petroleros y cargueros navegan a 12 nudos y no son lo suficientemente rápidos. Cálculos de riesgo recientes por parte de compañí­as de seguros han concluido que "algunas veces la única manera de mantener a salvo un barco es tener un guardia armado", dice a The Wall Street Journal Peter Hinchcliffe, de la Cámara Naviera Internacional, otro grupo londinense del sector.Las compañí­as de seguridad reportan un aumento de pedidos de personal armado, normalmente soldados retirados mayores de 30 años. Tras ser secuestrado en abril y liberado por infantes de Marina de Estados Unidos, el Maersk Alabama contrató a un equipo de seguridad privado, que repelió con éxito un ataque frente a la costa somalí­ el 30 de noviembre. Nadie resultó herido.Un número creciente de gobiernos bajo cuyas banderas navegan los barcos ahora apoya armar las naves. Las aseguradoras concuerdan y algunas ya han empezado a ofrecer descuentos a barcos con guardias de seguridad.Un equipo de guardias armados puede costar de u$s25.000 a u$s100.000. Las firmas de seguridad dicen que están desarrollando alternativas a las armas, como electrizar las barandas de los barcos, untar la cubierta con aceite resbaladizo y aparatos acústicos de largo alcance que emiten sonidos ensordecedores, concluye The Wall Street Journal.

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