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Efecto Japón: advierten que los mercados están envueltos en un escenario que se enrarece

Darío Epstein, presidente de Research for Traders, analiza el nuevo escenario y el clima entre los inversores. Las consecuencias sector por sector
17/03/2011 - 18:14hs

En un informe enviado a clientes durante esta semana, ya se advirtió que el reciente terremoto en Japón cambió el escenario económico global y lo hizo para mal.

Que el indice TOPIX de acciones japonesas haya bajado 16% en dos días o que el índice MOTHER de empresas de pequeña capitalización lo haya hecho 26% en el mismo periodo, no es más que el reflejo de los miedos sobre la nueva situación que se presenta en los mercados financieros. El S&P 500 se encuentra un 7% por debajo de su reciente máximo, y la corrección parecería encaminarse según los technicals hacia los 1173 puntos (un 6% de caída adicional).

El PBI japonés experimentaría una recesión en el segundo trimestre y permanecería bajo durante el tercer trimestre del año, y que se espera una reactivación en el último trimestre del año impulsada por sectores como la construcción y la inversión en equipamiento.

Es preciso recordar que el reciente terremoto japonés midió 8,9 en escala Ricther, siendo 17 veces más poderoso que el pasado en Kobe en 1995. La región más afectada contiene 7,3% de la población de Japón y produce el 6,5% de su Producto Bruto.

Las comparaciones con Kobe pueden ser engañosas, ya que es la región industrial de Japón y alberga 17,8% de la población, por lo que el terremoto del viernes, si bien mucho mayor, el impacto potencial es menor al anterior.

Pero los dichos del Secretario de Energía de los Estados Unidos, alertando acerca de una posible catástrofe nuclear, obligan a repensar la situación que bien podría ser peor que la que nos quieren mostrar.

En un intento de separar hechos de emociones, la reconstrucción emerge como una oportunidad, pero representa un desafío mayúsculo sujeto a mucha incertidumbre. El Banco de Japón está comprometido en una política agresiva de proveer liquidez, pero las medidas de expansión monetaria ya anunciadas tardarán en surtir un efecto y son insuficientes frente a la magnitud de la situación.

El lunes, el Banco de Japón incrementó la liquidez para asegurar la estabilidad financiera y decidió a efectuar una importante recompra de bonos (u$s61 billones) a todas las entidades financieras.

Por si esto fuera poco, la repatriación de yenes por parte de japoneses está fortaleciendo el yen, lo que afecta tanto a la recuperación del mercado accionario, como a la salida exportadora que necesitan las empresas para compensar mínimamente el perjuicio producido.

El yen es considerado históricamente como un activo de refugio de muchos inversores frente a escenarios desfavorables. Si nos remontamos años atrás, a raíz del terremoto de Kobe, el yen se apreció 20% frente al dólar en 3 meses.

Los inversores nacionales repatriaron los fondos en el extranjero, al igual que las compañías de seguro que requerían los fondos para pagar los gastos. Asimismo, en la crisis financiera de 2008, la única moneda que ganó terreno frente al dólar fue el yen.

El sismo de la semana pasada arrojaría un costo de entre 1% y 3% del PBI de Japón.

Pero dependerá de que el sentimiento empresario y consumidor no empeore, con una producción que comenzó a declinar a partir de los desastres ocurridos. Luego de la tragedia, muchas empresas han cerrado sus plantas y los recurrentes cortes de energía limitan la producción. Sony, el mayor exportador de productos tecnológicos de Japón cerró las puertas de 10 de sus plantas fabriles instaladas en el país y de dos centros de operación y la automotriz Toyota cerró de 12 plantas (que retornarían a sus actividades esta semana).

Por sectores, el más desfavorecido fue el de las Utilities, en el caso de importantes empresas como Tokyo Electric Power y Tohoku Electric Power. En cuanto al sector de Tecnología, las compañías más afectadas fueron Toshiba y Panasonic. Las acciones que más cayeron del sector automotor fueron Mitsubishi y Kawasaki. En promedio, el sector de la construcción fue el menos perjudicado.

La energía nuclear explica el 80% de la energía eléctrica producida en Francia, pero Alemania la habrá abolido allá por el año 2021. Hay una falta de acuerdo entre los distintos países de Europa y en Estados Unidos ya se analiza la seguridad de las centrales atómicas de California, la mitad de las cuales tienen más de 30 años.

En síntesis, la evolución de los mercados financieros no son más que el reflejo del miedo existente en todo el planeta acerca de las consecuencias inmediatas de los recientes hechos público conocimiento en Japón.

No podemos esperar más que un agravamiento de la situación económica y financiera que se ha delineado en un comienzo y obliga a muchas naciones a replantear su matriz energética a futuro.

Ganará espacio la energía solar, mientras el sector de construcción en Japón tendrá sus beneficiados, pero estas oportunidades son más que compensadas por la ola de incertidumbre generalizada respecto al destino inmediato de la tercera potencia mundial.Darío Epstein

Presidente de Research for Traders

Especial para iProfesional.com