En 2005, Steve Jobs dio un discurso en la Universidad californiana de Stanford, en la apertura a los graduados de esa casa de altos estudios, donde se refirió a la vida y la muerte.

Jobs explicó que aunque se descolgó de los estudios, lo hizo para ver qué otras cosas merecía la pena aprender e ir donde su corazón le llevara.

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En aquella ocasión, dijo que durante los años que estuvo fuera de Apple estuvo perdido durante un tiempo hasta que se dio cuenta que a pesar de haber sido rechazado "aún estaba enamorado" de lo que había hecho. "Y por eso decidí empezar de nuevo", afirmó.

En retrospectiva, "ser despedido fue lo mejor que me podía haber pasado", expresó. "El peso de ser una persona de éxito fue reemplazado por la levedad de ser un principiante de nuevo, estar menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de los períodos más creativos de mi vida", agregó.