Más de 2.000 estudiantes originarios de países fuera de la eurozona podrían ser deportados del Reino Unido después de que la agencia británica de inmigración retiró a una universidad de Londres su derecho a conceder visados para sus alumnos.

Según la UK Border Agency, el organismo británico encargado de gestionar asuntos de inmigración, la Universidad Metropolitana de Londres, "no hace frente a fallos graves y sistemáticos" detectados hace seis meses.

Entre esas negligencias, el secretario de Estado de Inmigración, Damian Green, indicó que en una "proporción significativa" de estudiantes no se habían hallado "pruebas" de que hubieran alcanzado los niveles de inglés obligatorios requeridos para obtener el visado.

También hallaron que la universidad "simplemente no sabía" si sus alumnos acudían o no a sus clases y que a muchos de ellos se les habían terminado los permisos necesarios para continuar en el Reino Unido.

Por ello, la UK Border Agency decidió revocar a esa universidad su derecho a patrocinar a estudiantes de fuera de la Unió Europa, que precisan de un visado especial para cursar sus carreras en este país, como es el caso de la Argentina.

Esa medida podría afectar potencialmente a más de 2.000 alumnos, que según informó la agencia EFE, cuentan con un plazo de 60 días para encontrar una institución académica alternativa que les permita cursar allí sus estudios o corren el riesgo de ser deportados.