Prevén fuertes subas del costo de las cajas de seguridad por nuevas exigencias del BCRA
El Banco Central parece haberle dado otra vuelta de tuerca al negocio de las cajas de seguridad. Se trata de uno de los pocos servicios que los clientes bancarios pueden adquirir mediante un contrato privado sin la regulación del BCRA, ya que las entidades pueden decidir libremente las medidas de tamaño y precio de este servicio.
La base de esta decisión es simple: aquello que se guarda en una caja de seguridad, incluso el dinero, está fuera del sistema financiero. Y el BCRA regula solamente dicho sistema.
Ahora, en el marco de un conjunto de “medidas mínimas de seguridad” que introdujo el BCRA, la entidad ha decidido avanzar en la regulación de la oferta de las cajas aunque solamente en lo que concierne a las condiciones constructivas que deberán reunir las bóvedas que dan lugar a los cofres de seguridad de aquí en adelante.
En rigor, emplaza a los bancos a que, de querer seguir ofreciendo este servicio, deberán cumplir con las modificaciones que se solicitan en la flamante circular, bajo la hipótesis de que muchas entidades todavía no cumplen con los requisitos que impone la Ley.
Con respecto al blindaje y protección de las cajas de seguridad, Nydia Zingman de Domínguez, abogada especialista en seguridad bancaria y profesora de la UBA, señaló que “paradójicamente los bancos protegen con muchos recaudos su tesoro, pero no los bienes que los clientes depositan en las cajas”.
A la vez, según El Cronista, señaló que “los cambios en infraestructura que pide la ley requieren grandes inversiones y los bancos no parecen dispuestos a hacerlo para proteger los bienes de los clientes que tienen cajas de seguridad. El tesoro del banco, en cambio, sí está bien resguardado”.
Uno de los cambios es que desde ahora la bóveda en la que los bancos pueden alquilar las cajas tendrá características distintas de las que registraban las bóvedas donde se guardan los billetes (numerario).
Si bien hasta ahora las condiciones a cumplir eran similares, en el BCRA lo argumentan señalando que “en la bóveda del banco entra sólo el personal de la entidad mientras que en las cajas de seguridad, el público en general es el que tiene acceso”. Por otro lado, trascendió que en la entidad manejan relevamientos que mostraría a un número importante de sucursales que aún no reúnen las condiciones que establecen las medidas de seguridad que el BCRA adoptó el año pasado.
“En aquellas paredes, techo y piso no controlables que no reúnan las condiciones constructivas requeridas, deberán efectuar un blindaje modular cuyas características permitan cumplir con la finalidad establecida para las bóvedas de cemento y acero...”, señala la Comunicación del BCRA. “
Las paredes, techo y piso controlables, si son de cemento y acero, podrán continuar en las mismas condiciones actuales. En caso contrario, deberán efectuar un blindaje modular.
En estos casos, el BCRA estableció que para aquellas entidades con hasta 10 sucursales, la fecha de adaptación será noviembre de 2013 mientras que las entidades que tengan hasta 50 sucursales tendrán hasta junio de 2014 y los bancos con 100 sucursales, en diciembre del mismo año. En las entidades, anoche se estudiaban los cambios.
Un gerente de una entidad de capitales nacionales señaló que “es probable que muchas entidades y sucursales puedan realizar las modificaciones, pero el costo de hacerlo se verá traducido en el valor que pasarán a tener las cajas de seguridad en el mercado”. Otro se mostró más pesimista al señalar que “muchas sucursales dejarán de ofrecer las cajas de seguridad porque las condiciones del BCRA se han vuelto difíciles de cumplir para todas las entidades”.