Damián Martinez, coordinador del Centro de Entrepreneurship de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), explica en esta entrevista con iProfesional las características de los emprendedores argentinos, en especial aquellos enfocados en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

-¿Qué significa ser emprendedor en la Argentina en 2014?-Haberse adaptado al nuevo ámbito del trabajo (tanto el emprendedor independiente como el que lo es dentro de una organización o intrapreneur), aceptando la necesidad de abandonar el viejo paradigma que vinculaba el éxito profesional con el virtuosismo en la ejecución, por el impuesto por los nuevos ámbitos de negocios de alta competitividad: pasar de ser un componente de los costos a un generador de incrementos de valor en los negocios.

-¿Cómo se distingue y se diferencia un emprendedor argentino de un colega de otro país de América latina?-Quizás por nuestra flexibilidad ya que estamos más acostumbrados que nuestros vecinos de la región a los cambios tempestuosos, tomándolos como fuente de oportunidades para nuevos desarrollos, lo que nos permite mayor velocidad de adaptación (e incluso expresar potencial de liderazgo) frente a nuevas tendencias.

-¿Qué debe tener en cuenta un emprendedor argentino para iniciar un emprendimiento propio enfocado en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)? Me refiero a condiciones personales, profesionales, educativas y económicas.-Más allá de lo que en forma clásica se recomienda a todo emprendedor (y el enfoque TIC no escapa a ello) de estar “orientado a necesidades concretas”, presentes o latentes, hay dos cuestiones que toman cada vez más protagonismo en la consideración de estos emprendedores:

• la “satisfacción vital” (valoración positiva que hace le sujeto sobre el impacto que su nuevo emprendimiento tendrá sobre los aspectos más relevantes de su vida, tales como la familia, estudios, trabajo, amigos, salud, tiempo libre, etc.);
• el acertado conocimiento del “mercado de aplicación” (dadas las limitaciones de diseño que imponen a los emprendimientos las desactualizadas plataformas tecnológicas disponibles en muchos de nuestros países).

¿Qué áreas de las TIC recomienda para empezar a un emprendedor? Por ejemplo, aplicaciones móviles, portales web especializados, "open data", etc.-En general, aquellos desarrollos vinculados con la generación de mayores consumos de los servicios de base tecnológica brindados por las empresas líderes (telefonía, internet, etc.) o que sinergizan con los mismos. Estos son los nuevos emprendimientos preferidos por los inversores y las aceleradoras existentes en el sector. 

-¿Cómo evalúa los esfuerzos y las iniciativas de los diferentes niveles del Estado (nacional, provincial y municipal) para favorecer el desarrollo de los emprendedores tecnológicos?-Positivamente. Si bien aún resta mucho por avanzar en este campo, (particularmente en la coordinación de esfuerzos y la consolidación de políticas de estado) el crecimiento de la inversión y las medidas de fomento al sector han generado resultados palpables, evidentes en el protagonismo alcanzado por el sector en estos años.

-¿Qué obstáculos estatales y privados deben enfrentar los emprendedores tecnológicos?-Si bien se ha avanzado grandemente en este campo, falta aún profundizar en las regulaciones de la actividad y en la protección de los derechos de autor, generando un entorno de mayor seguridad.

También para mejorar las posibilidades de nuestros emprendedores, sería importante trabajar activamente en la reducción de la brecha tecnológica respecto de las plataformas de servicios disponibles en los países centrales.

-¿Qué diferencias existen entre los emprendedores de la denominada “burbuja .com” y los actuales?-Las empresas de la “burbuja.com” se caracterizaban por tener una marcada sobrevaloración en bolsa, particularmente a partir de un exagerado ratio precio – ganancias (esto es, el valor de la acción expresado en número de veces de sus beneficios). Esto en líneas generales caracterizó a buena parte de las grandes empresas del sector, lo que desencadenó en una crisis.

En cambio, nuestros emprendedores son más pequeños y si bien su tasa de crecimiento en muchos casos es más que significativa, no tienen aún un impacto trascendente en las bolsas por lo cual están lejos de impactar con una debacle como aquella.

Por otra parte, han sabido crecer sobre bases de usuarios importantes, lo que les permite potencialmente monetizar sobre la base de esa popularidad concreta y no sobre supuestos poco comprobables. Y por lo tanto, sus tomas de ganancias no estarían viciadas.