El ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció el lanzamiento de un plan orientado a impulsar el consumo a partir del financiamiento en 12 cuotas sin interés con tarjetas de crédito.

La iniciativa fue bautizada con el nombre "Ahora 12" y entrará en vigencia el próximo sábado.

"Han caído los bienes de consumo durable", admitió el funcionario, a la vez que culpó a la situación internacional por la baja en las compras de los argentinos.

"La caída de la demanda del extranjero afecta al empleo doméstico", afirmó Kicillof y se refirió a la necesidad de que el "vendaval externo perjudique lo menos posible al empleo de los argentinos".

El Ministro destacó la necesidad del flamante programa, al que -según el funcionario- ya adhirieron 56 cadenas y 1.300 comercios de todo el país.

Según afirmó, podrá utilizarse para los siguientes rubros: indumentaria, calzado, muebles, línea blanca, motos y bicicletas y turismo.

"Para la Argentina, a lo largo y ancho de todo el país", arengó el ministro.

El anuncio llega en un contexto en que el consumo atraviesa un momento complicado, algo que se hizo aún más perceptible en el caso de los electrodomésticos que en el mes de julio llegaron a sufrir una caída en ventas del 25% -en comparación con el mismo período de 2013-, según se desprende de un informe de la consultora GfK Retail and Technology.

Si se toman en cuenta los 7 primeros meses de este año, la baja alcanza un 12%.

En este escenario, desde el Gobierno apuestan a que los planes de pago generen algún tipo de mejora rubros que hoy atraviesan un panorama complejo.

Es sabido que las cuotas resultan ser un "combustible" fundamental para los argentinos a la hora de realizar la compra de bienes durables, más aún en un contexto de fuerte caída del salario real, lo que hace que posterguen todos aquellos consumos que no sean imprescindibles.

En indumentaria, la financiación juega un papel clave. De hecho, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), 7 de cada 10 personas aprovechan los planes de pago.

No obstante, también es cierto que la coyuntura hoy preocupa a los argentinos y el escenario laboral impulsa a adoptar una actitud más cautelosa a la hora de gastar, dado que los despidos se hacen más frecuentes y el nivel de consumo no permanece ajeno a esta realidad.

Según afirma Guillermo Barbero, ejecutivo a cargo del área de Financiamiento de la consultora First Corporate Finance Advisors, "ahora se observa un mayor temor por perder el empleo". De acuerdo con los expertos, esto actúa como un freno a la actitud "cuotera".

En este punto Vicente Lourenzo desde la CAME señala que "mucha gente hoy prefiere no tomar más créditos por la incertidumbre" y esto afecta sobre todo a aquellos rubros que dependen de este mecanismo de pago, como es el caso de los electrodomésticos.

Es así que, de acuerdo con el ejecutivo, "tiende a retraerse, principalmente, la adquisición de todos aquellos bienes que impliquen un mayor endeudamiento para las personas".

El consumo, complicado

Según los analistas, en el contexto actual se suma un factor que complica aún más el escenario y también cumple un rol central a la hora de inhibir el impulso a comprar: la fuerte suba del dólar blue, que lo ubica hoy en un valor de $14,22.

En este punto, Lourenzo explica que "el alza del billete paralelo tiene un claro impacto en el nivel de compras".

Lo que ocurre es que la suba de la divisa estadounidense acentúa la percepción de la inestabilidad de la situación económica que tienen los argentinos y esto frena el impulso a adquirir bienes.

Es por eso que los expertos hacen referencia a un "efecto dominó", que impacta negativamente sobre todos los rubros.

De hecho, según el último informe de la CAME, en el mes de julio el desplome en las ventas minoristas se ubicó cerca del 10% en comparación con 2013.

"Hay que remontarse hasta septiembre de 2009 para encontrar bajas tan profundas", se alarmaron desde la entidad.

Si bien desde el oficialismo anunciaron "con bombos y platillos" este plan de financiamiento que apunta a motorizar las ventas que vienen frenadas desde que comenzó el año -situación que se fue acentuando con el avance de los meses-, surge la duda sobre si las cuotas resultarán suficientes para impulsar una mejora.

Sucede que existe un factor que viene actuando como un fuerte freno al gasto y que resulta el principal inhibidor para que los argentinos incrementen su nivel de adquisiciones, ya sea en el shopping, en el supermercado o en las casas de electrodomésticos: las expectativas.

Tanto a nivel económico como en lo laboral, las personas perciben un escenario complejo y no prevén que éste vaya a mejorar.

De hecho, seis de cada diez argentinos aseguran que hay pocos o muy pocos puestos de trabajo disponibles en la actualidad, según arroja el índice General de Expectativas Económicas (IGEE) elaborado en conjunto por la UCA y la consultora Tns Gallup.

En este contexto, las cuotas pierden efectividad a la hora de seducir a los argentinos, que buscan gastar lo menos posible y cuidan cada peso de sus presupuestos.

En este punto, Barbero concluye que el principal signo es el de "una fuerte retracción en las decisiones de compra".