El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, negó este viernes que la automotriz General Motors tenga "dificultades en el funcionamiento en el país", luego de que ayer suspendiera la exportación a la Argentina de sus tres modelos producidos en Brasil "debido a las restricciones para liberar dólares para importar".

El funcionario kirchnerista catalogó la noticia como un "título catástrofe de uno de los matutinos" y recordó que las autoridades de la compañía se habían reunido con la ministra de Industria, Débora Giorgi, para anunciar una inversión en el país de de u$s750 millones, de los cuales u$s500 millones eran para la fabricación de vehículos.

En ese marco, reiteró que el plan de la presidenta Cristina Kirchner y el Ministerio de Economía es desarrollar una serie de reuniones bilateriales para "evaluar la situación de cada empresa en particular" porque son disímiles, "y en ese contexto se garantiza el flujo de provisión de divisas para el cumplimiento de metas de producción y de venta".  

"General Motors ha tenido una fuerte asistencia del Estado nacional. En el 2009, con más de 200 millones de dólares de financiamiento. Y en segundo lugar tiene una perspectiva de participación importante en el mercado argentino. Han tenido una fuerte caída de la demanda externa, pero las declaraciones emanadas de sus respectivos directivos no dicen que van a tener dificultades en el funcionamiento en el país", dijo Capitanich.

El ministro coordinador realizó estas declaraciones en una conferencia de prensa brindada en el aeroparque Jorge Newbery, donde también reclamó que "todo el arco opositor" repudie que el titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, haya vaticinado que "los conflictos" sociales "se van a acelerar" para fin de año.

"Lo que advertimos es que el dirigente Barrionuevo tiene una relación de afinidad y parentezco con una estrecha colaboradora de uno de los candidatos a presidente de la oposición", analizó el jefe de Ministros, aludiendo a Graciela Camaño, esposa de Barrionuevo e integrante del bloque de diputados nacionales del partido de Sergio Massa.

El funcionario pidió además que la Justicia investigue al dirigente gastronómico porque su declaración "constituye un delito de acción pública" y "una estrategia deliberada de grupos de oposición de carácter político, gremial, mediático, comunicacional: tratan de generar miedo en la población y lo hacen a través de declaraciones temerarias".

"Debemos señalar y advertir que una declaración de esta naturaleza debe ser repudiada por todo el arco opositor y todos los candidatos. Constituye un delito de acción pública: un fiscal de Estado debe propiciar, a través de estas declaraciones, una indagación respecto a estos dichos. Que Barrionuevo diga qué es lo que advierte", indicó.