La estrategia del Gobierno, de fijar un techo a los ajustes salariales por debajo del 30% ha venido chocando de frente con las pretensiones de gremios díscolos, que desafiaron la directiva oficial y presionaron para lograr un mayor porcentaje de subas. 

Si bien el kirchnerismo ha venido dando muestras de que una de sus prioridades es el control de la inflación, perder en esta pulseada con los sindicatos tampoco puede leerse como una derrota: pese al duro debate que hoy enfrenta a funcionarios, empresarios y gremialistas, la realidad es que al Ejecutivo le es completamente funcional una recuperación de los salarios, en lo posible, sin impacto en precios. 

Es más: llegar con el mayor oxígeno político posible depende y mucho de que los argentinos comprueben que sus sueldos han experimentado una recuperación en términos reales. 

De modo que para los expertos en consumo, el foco de atención no debe estar puesto tanto en quién logra “perforar” el techo que pretende fijar el Gobierno sino en qué medida esas mejoras salariales podrán imprimirle un mayor ritmo al consumo que, en la primera parte del año, viene arrojando señales mixtas. 

“El 2015 está signado por las elecciones presidenciales. En este marco, el consumo adquiere un rol fundamental, en particular para el kirchnerismo, que ha reivindicado la fuerza de este ´aliado político´y que fuera estrella indiscutida de la expansión económica entre 2003 y 2013”, señala la economista Soledad Pérez Duhalde, de Abeceb, para quien la dinámica que adquiera el ritmo de compras se volverá una variable que tendrá una influencia determinante en el ánimo de los electores. 

Para el analista Guillermo Oliveto, de la consultora W, hasta ahora el efecto derrame de la demanda se ha trasladado de manera dispar hacia las diferentes ramas de actividad. 

Una muestra de ello es la difícil realidad que sigue atravesando la industria automotriz, que viene de cerrar un mes de mayo con una caída interanual del 24%. 

Sin embargo, para el experto, hacia adelante están dadas las condiciones como para que el consumo repunte en la antesala a la contienda electoral: “Mi cuenta es: aguinaldo, más paritarias, más empleo que no cae, menos miedo al futuro económico y más cuotas, es igual a crecimiento del consumo”. 

Desde Economía & Regiones coincidieron al señalar que “de aquí al fin del tercer trimestre vendrán los mejores meses del año y se observará un mayor dinamismo en la demanda". 

El Gobierno –según la visión de E&R-, aplica una estrategia básica y relativamente efectiva: “Utiliza al tipo de cambio como ancla nominal, forjando un atraso cambiario que apunta a moderar la inflación y atenuar el proceso recesivo a través de una recomposición de los salarios reales y en dólares, al menos hasta las elecciones de octubre”. 

En una línea similar, desde Ecolatina destacaron que “los distintos esfuerzos del Ejecutivo por contener las expectativas cambiarias e inflacionarias y apuntalar el consumo parecen estar comenzando a dar algunos frutos. Si bien las señales todavía son mixtas, se pueden observar ´brotes verdes´ en algunos sectores y rubros comerciales”. 

Electro, el sector que picó en punta

Los rubros que hoy corren con más ventaja, no casualmente, son aquellos que están siendo impulsados desde el Ejecutivo con planes de pago en cuotas sin interés o descuentos. 

Así, mientras que el fracaso del ProCreAuto dejó en 2015 a la industria automotriz sin un salvavidas a mano y ahora enfrenta una fuerte caída en el nivel de patentamientos, ramas como la de línea blanca y electrodomésticos en general están atravesando un presente mucho más positivo, con ventas que superan los registros de un difícil 2014. 

Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), confirmaron que hoy los rubros que corren con más ventajas son aquellos que están siendo beneficiados por algún plan oficial. Y pusieron en primer lugar al de los artículos del hogar, que están recibiendo una doble “inyección” de demanda, de la mano del plan Renovate y el Ahora 12. 

Según se desprende del último relevamiento realizado por la entidad, de entre una veintena de rubros, electro fue el más dinámico, con una tasa de crecimiento en volúmenes del 8%, muy por encima de la variación general, menor al 2%. 

Y, de acuerdo con la CAME, la suma del Renovate y  Ahora 12 fueron importantes para impulsar las ventas. 

Cabe recordar que la primera de las iniciativas fue anunciada por la propia presidenta Cristina Kirchner por cadena nacional, allá por el mes de abril, y fue muy esperada por las cadenas de retail, luego de varios meses de negociaciones. 

La medida se instrumenta como un plan canje y apunta a motorizar las ventas de dos productos puntuales: heladeras y lavarropas. 

Así, cualquier persona interesada en sumarse a la iniciativa debe completar un formulario –que es una suerte de declaración jurada-, elegir el equipo nuevo en algunas de las cuatro cadenas que se sumaron a la iniciativa (Gabarino, Frávega, Rodó y Musimundo) y luego coordinar la entrega y el retiro del equipo viejo, que al menos debe estar en funcionamiento. 

El “gancho” para que el plan funcione está en que los modelos seleccionados por el Gobierno –once en total, entre heladeras y lavarropas- cuentan con un descuento de hasta el 25%, dependiendo del equipo. 

La oferta oficial, como si fuese un “combo”, se complementa con la posibilidad de financiar la compra, en doce cuotas sin interés, a través del plan “Ahora 12”, posibilidad que sólo está disponible los días sábados. De modo que más del 80% de las operaciones del Renovate están concentradas en ese día de la semana. 

Desde la gerencia comercial de Frávega, confirmaron a iProfesional que “el plan canje ayudó a impulsar la demanda de lavarropas y heladeras. De hecho, el primer semestre lo estamos cerrando con una tasa de variación positiva respecto al mismo período del año pasado”. 

Incluso, señalaron que “esta época del año históricamente no es la más fuerte para el mercado de heladeras, por cuestiones estacionales, pero el Renovate está ayudando a que los números sean más positivos”. 

Desde la cadena de retail completaron que “esta mejora obedece al incentivo que generan los planes de cuotas o los descuentos, pero también al efecto generado por las mejoras salariales”. 

Los primeros datos oficiales, brindados por el Ministerio de Economía, revelan que el 47% de los equipos comercializados a través de la iniciativa fueron heladeras, mientras que el 53% correspondió a lavarropas. 

Al trazar un comparativo surge que las 3.600 heladeras que se vendieron mediante la modalidad del plan canje equivalieron a casi el 20% del promedio mensual registrado entre abril y junio del 2014, marcando una incidencia positiva del Renovate. 

En el caso de los lavarropas, el impacto es mucho menor: los poco más de 4.000 equipos comercializados representaron cerca del 10% del promedio de ventas para el mismo lapso del año pasado. 

En cuanto a valores, una heladera cuyo precio de lista oscila en los $7.500, puede obtenerse con el Renovate por unos $5.800 o en 12 cuotas de casi $490. 

En el caso de los lavarropas, la cifra se reduce desde los $5.300 a los $4.000, cancelables en 12 pagos de $340 (ver imagen). 

Desde la cámara de línea blanca remarcan que estas cifras están influenciadas por el lento arranque que tuvo la iniciativa en un comienzo, con algunas cadenas que tardaron en sumarse y una variedad de modelos que se completó recién a las dos o tres semanas de haberse puesto en marcha. 

Desde la entidad confirmaron a iProfesional que esperan que los volúmenes comercializados en mayo y junio –con la iniciativa funcionando a pleno- sean un 50% superiores a los de abril. 

Si se toma el promedio mensual de ventas del mismo período del año pasado, esto llevaría a que el Renovate estaría aportando casi un 25% de demanda en el caso de las heladeras (1 de cada 4) en tanto que  el "empuje" en el mercado de lavarropas es del orden del 12%. 

Desde la cámara consultada señalaron que los números del Renovate son "auspiciosos" pero, a raíz de las demoras en las paritarias y del arranque del plan, por ahora está mostrando un impacto limitado. 

“Las ventas podrían ser mucho más elevadas si el Gobierno hubiese ampliado el plan a todo el país. El hecho de mantenerlo vigente sólo para Capital y Gran Buenos Aires, que explican el 50% de la demanda de electrodomésticos de la Argentina, está impidiendo un mayor impulso”, señala un alto directivo de la cámara de línea blanca. 

Otra de las causas que impiden un mayor impulso en las ventas viene por el lado de la oferta: si bien con el paso del tiempo fueron apareciendo en los locales los productos promocionados, lo cierto es que once modelos –entre lavarropas y heladeras- no representan un gran abanico de opciones. 

Además, en muchos de los 150 comercios en los que está vigente la iniciativa, sólo hay disponibles dos o tres equipos, lo que achica fuertemente la posibilidad de que los consumidores elijan. 

Esto lleva a que la implementación por parte de algunos retailers, registre cuellos de botella.

Desde la cámara que nuclea a fabricantes de línea blanca, confirmaron a este medio que “hemos recibido quejas de que la entrega del equipo nuevo y el retiro de la vieja unidad, en muchos casos, se está programando a un mes de plazo, cuando en un comienzo se hablaba de que la operación se podía coordinar en no más de una semana”. 

“Acotar estos plazos ayudaría a impulsar aun más las ventas", agregó el directivo. 

Con un Renovate que avanza de manera dispar, desde la consultora Abeceb igual confían en que “de aquí a lo que resta del año, el consumo de electrodomésticos desacelerará su caída en relación con los niveles de 2014 y hasta podrían marcar una pequeña suba, gracias a que la masa salarial se recuperará, de la mano de un crecimiento del poder adquisitivo, de la mayor estabilidad en el mercado de trabajo y de las mejores condiciones de financiamiento”. 

Sin embargo, advirtieron que “un repunte de la producción resultará menos factible”. 

A la hora de brindar razones sobre por qué el plan canje tendría un impacto limitado en el ritmo de fabricación, desde la cámara de línea blanca destacaron que “una proporción de lo que se está vendiendo ahora es stock que viene del año pasado, que fue malo en término de ventas”. 

Así es como desde la cámara estiman que la producción, en el caso de las heladeras, repita el número del año pasado, que fue de 1,1 millones de unidades fabricadas.